De Vietnam a la teocracia econ¨®mica

Pienso que Vietnam fue la ¨²ltima conmoci¨®n europea y de Estados Unidos contra el sistema imperial. Las manifestaciones contra la guerra de Irak fueron s¨®lo su sombra, y ten¨ªan una fuerza local, contra la complicidad de los Gobiernos en la loca historia, de los cuales s¨®lo fue derrotado el espa?ol, s¨®lo porque hizo trampas torpes y tontas. Las fases de la rebeli¨®n de posguerra fueron, sobre todo, Argelia, Indochina, Corea y Vietnam; despu¨¦s vinieron los movimientos en torno a 1968, que s¨ª dejaron herencias singulares; y luego, nada. Esta crispaci¨®n popular ten¨ªa su origen en el equ¨ªvoco de la Guerra Mundial, en la que se hizo creer que se trataba de una revoluci¨®n a escala mundial por la igualdad y la democracia. Cay¨® uno de los aparentes triunfadores, Churchill, porque se representaba el sistema de castas de Gran Breta?a, y en gran parte se atenu¨®.

Hubo otros movimientos aparentes; cay¨® Stalin muerto, y apareci¨® el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS, con Jruschov, para acabar con la guerra fr¨ªa; apareci¨® Kennedy para la convivencia; el severo y dudoso papa P¨ªo XII muri¨® y le sustituy¨®, con otros intervalos, Juan XXIII con un catolicismo que levemente intentaba volver a antes de la ¨¦poca romana en que se hizo imperial. Parec¨ªa que el mundo iba a ser mejor: pero no lo permitieron -?qui¨¦nes?- y todo volvi¨® a la rigidez. En la que estamos: acentuada por la teocracia ego¨ªsta de Bush. El comunismo cay¨® casi sin que se enterasen sus enemigos, y cay¨® m¨¢s por la coexistencia de Kennedy y la oferta de una sociedad de consumo y libertades, y entre ellas tambi¨¦n el 68 de la revoluci¨®n sexual, del poder juvenil, de la promesa de dar sentido al trabajo y al estudio, que por otras cosas. Hoy: del comunismo no queda m¨¢s que una noci¨®n de los cr¨ªmenes de Stalin, difundida sobre todo por los comunistas conversos para acomodarse a la nueva era teocr¨¢tica, y encontrar fama y puestos de trabajo y se han desvanecido teor¨ªas y pr¨¢cticas, y millones de comunistas asesinados, para quedar como s¨ªmbolo de corrupci¨®n y hambre, mientras se asegura que el auge de China viene de que renunci¨® al comunismo, cuando el siglo que va de la Emperatriz Viuda hasta hoy ha sido obra de ese r¨¦gimen. Y de Occidente queda un esqueleto fantasmal de discurso de domingo: democracia, libertad individual, excedentes alimenticios, obra de Dios. Adi¨®s, Vietnam, adi¨®s.