Una nueva oleada de atentados en Irak causa al menos 26 muertos, la mayor¨ªa polic¨ªas
M¨¢s de tres meses despu¨¦s de las elecciones, el primer ministro sigue sin completar su Gobierno
La campa?a de violencia para desestabilizar el nuevo Gobierno de Irak, surgido de las elecciones de enero, contin¨²a por s¨¦ptimo d¨ªa consecutivo. La insurgencia lanz¨® ayer cuatro ataques en Bagdad. Al menos 26 personas perdieron la vida y una treintena result¨® heridas. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas son polic¨ªas. Estos atentados se producen un d¨ªa despu¨¦s de que un conductor suicida matara en Erbil a 60 kurdos. En una semana, esta insurgencia, formada por sun¨ªes fieles al r¨¦gimen anterior, nacionalistas e islamistas con apoyo de grupos extremistas extranjeros, ha causado 225 muertos.
El ataque m¨¢s mort¨ªfero ocurri¨® a las 7.50 (dos horas menos en la Espa?a peninsular). Un joven que portaba granadas adosadas a su cuerpo hizo explosionar su carga en medio de una concentraci¨®n de unas 40 personas que aguardaban su turno para alistarse en el Ej¨¦rcito iraqu¨ª. Al menos 14, 10 de ellos civiles, perdieron la vida y otros siete resultaron heridos. Poco despu¨¦s, otro insurgente se vol¨® a s¨ª mismo cuando un militar iraqu¨ª que vigilaba otro centro de alistamiento le dio el alto y se dispon¨ªa a dispararle.
Antes de esos ataques, pistoleros de la insurgencia atacaron a dos veh¨ªculos policiales en el barrio bagdad¨ª de Sadiya. Seis polic¨ªas perdieron la vida. Despu¨¦s, los rebeldes se desplazaron unos kil¨®metros y atacaron un control de seguridad, matando a otros cinco polic¨ªas e hiriendo a seis.
A las 8.30 de la ma?ana, un coche bomba explosion¨® en el oeste de la capital, cerca de la vivienda de Hikmet Musa Salman, viceministro de Interior para Asuntos Policiales. Salman no se encontraba en su casa, pero la explosi¨®n mat¨® a un escolta e hiri¨® a seis.
Los atentados de ayer se producen 24 horas despu¨¦s de la matanza de Erbil, cuando un conductor suicida del grupo Ansar al Sunna se estrell¨® contra otra fila de candidatos a polic¨ªa. El n¨²mero de muertos se eleva ya a 60 y el de heridos a 150. Este grupo, responsable de la muerte de los siete agentes espa?oles del CNI, justific¨® la acci¨®n en el apoyo kurdo a las acciones militares de EE UU.
La insurgencia ha lanzado muchos de sus ataques suicidas contra comisar¨ªas y convoyes, y contra este tipo de centros de alistamiento, tanto de polic¨ªa como de la Guardia Nacional, un cuerpo de ¨¦lite entrenado por EE UU, y que deber¨¢ convertirse en el n¨²cleo de las futuras Fuerzas Armadas y llevar el peso de la lucha.
Los ataques tienen el objetivo de reducir el reclutamiento, como han logrado paralizar la reconstrucci¨®n de Irak y la recuperaci¨®n de sus servicios b¨¢sicos de electricidad y agua potable. Pese a los continuos atentados, miles de iraqu¨ªes siguen guardando cola en esos centros. En un pa¨ªs donde el desempleo se sit¨²a entre el 50% y el 60% de la poblaci¨®n activa, el trabajo de polic¨ªa es uno de los pocos existentes en la bolsa de trabajo.
Desde que el nuevo primer ministro fuera aprobado por el Parlamento, el jueves de la semana pasada, la insurgencia ha lanzado una vasta ofensiva en varios frentes, que ha causado la muerte de cerca de 225 personas. Mientras, el primer ministro de transici¨®n, el chi¨ª Ibrahim al Yafari, trata de convencer a la minor¨ªa ¨¢rabe sun¨ª -implicada en la insurgencia- para que entre en el juego pol¨ªtico y acepte seis ministerios en su Gobierno. La condici¨®n de los chi¨ªes, el 60% de la poblaci¨®n y vencedores de las elecciones de enero, es que los candidatos no tengan pasado baazista y los sun¨ªes reclaman su derecho a poder elegir sin vetos a sus propios candidatos.
Han pasado m¨¢s de tres meses desde las elecciones de enero, consideradas por EE UU parte esencial de su proyecto pol¨ªtico, y a¨²n no hay un Gobierno completo. La posibilidad de que este Parlamento sea capaz de redactar una nueva Constituci¨®n antes de agosto, tal y como est¨¢ previsto en el calendario, es m¨ªnima.
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