Jorge Pardo, con Chick Corea y a todo gas
Un d¨ªa en Melilla y, al siguiente, en Los ?ngeles. Para Jorge Pardo (Madrid, 1955) no existe diferencia entre viajar a Estados Unidos para grabar junto al n¨²mero uno de los pianistas de jazz del mundo y acudir a la ciudad aut¨®noma al llamado de sus muchos seguidores melillenses. "Son los contrastes en mi vida que m¨¢s me gustan, poder tocar en un sitio como el Festival de Jazz de Melilla, que adoro, y un d¨ªa m¨¢s tarde, estar junto a Chick Corea en su estudio de Los ?ngeles". El trayecto Melilla-Madrid-Los ?ngeles lo realiz¨® el saxofonista y flautista con su dedo me?ique de la mano derecha escayolado por causa de un traspi¨¦s. "Un viaje de aquella manera y cuando llegas a Estados Unidos aparece el tiarr¨®n aquel que te dice, 'p¨®ngase en la l¨ªnea' y, aunque lo est¨¦s esperando, siempre es un choque: si lo s¨¦, me quedo en Melilla".
Pardo es pieza fundamental en The ultimate adventure, el proyecto m¨¢s ambicioso de Corea en mucho tiempo. Una n¨®mina de colaboradores de primera -Carles Benavent, Airto Moreira, Carlos Santana...- para un disco que "tiene ese toque espa?ol de Spain o La fiesta pero sin caer en el t¨®pico". En su primera visita a los estudios Mad Hatter, propiedad del pianista, a primeros de marzo, Pardo pudo conocer a su "suplente oficial", el ingl¨¦s Tim Garland. "Qued¨¦ con Chick en que voy a seguir trabajando en mis cosas y ¨¦l me lo respeta. Ahora, ten¨ªa que ir a un concierto en Florida y no puedo ir y va Tim. Tengo varios sustitutos, depende de la zona geogr¨¢fica".
Lo cierto es que la agenda del madrile?o durante el pasado mes de marzo ech¨® chispas. Desde Estados Unidos viaj¨® a Espa?a para dos conciertos con D'3 (Jos¨¦ V¨¢zquez Roper, bater¨ªa, y Fernando Pose, contrabajo) y una gira de una semana junto al grupo por Ecuador. Una experiencia que recuerda con particular cari?o: "Un pa¨ªs sorprendente, lleno de contrastes y la gente es fant¨¢stica, muy na¨ªf; los m¨²sicos nos segu¨ªan a todas partes...".
Al tiempo que sus compa?e-
ros de gira tomaban el vuelo de regreso, Pardo viajaba de Quito a Florida y, de all¨ª, a Tampa, primero, y a Clearwater, despu¨¦s, ciudad donde Chick Corea tiene su estudio-residencia. La segunda tanda de grabaciones transcurri¨® sin novedad hasta que "Chick me dijo en plan confidencial que hab¨ªa quitado lo grabado por Hubert Laws para ponerme a m¨ª. A m¨ª aquello me dio un poco de apuro y se lo dije, 'pero si esto est¨¢ tocado de primera', 's¨ª, pero t¨² lo haces de otra manera que a m¨ª me gusta m¨¢s'. Esas cosas alimentan tu vanidad pero tambi¨¦n te comprometen".
A la segunda tanda de grabaciones sigui¨® una semana de conciertos en el club Blue Note, de Mil¨¢n, junto al propio Chick Corea y Touchstone, grupo del que el madrile?o forma parte ("nada que ver con el disco"); diversos conciertos en Espa?a y Portugal a d¨²o con el pianista Tom¨¢s San Miguel y el contrabajista Carlos Barreto; una estancia de tres d¨ªas en Madrid y Barcelona presentando el nuevo disco de D'3, Quid pro quo, y, de nuevo, a Los ?ngeles, para grabar sus dos ¨²ltimas contribuciones a The ultimate adventure... un ritmo de vida que no parece hecho para alguien como Jorge Pardo. "Chick es un grand¨ªsimo m¨²sico pero me asusta estar pegado a gente como ¨¦l que vive para y por su m¨²sica 24 horas al d¨ªa. Yo no soy de ese tipo de individuos. A m¨ª me gusta la vida que llevo y dedicarme a mis cosas, no quiero que nadie me acapare. No me gusta sentir el v¨¦rtigo de estar en el ojo del hurac¨¢n, lo que quiero es tiempo, no dinero. Chick me da muchas cosas, dinero entre otras, pero me quita tiempo y ah¨ª es donde entro en conflicto". Pasado el momento de agobio, el saxofonista se halla empe?ado en regresar a sus peque?as cosas, "a mi aprendizaje dentro del mundo del flamenco, a las grabaciones caseras para MP3. Yo adoro a los grandes m¨²sicos como Chick, pero tengo a La Ni?a de los Peines y al Borrico, que es lo m¨ªo".
En la medida en que sus obligaciones se lo permitan -tiene pendiente terminar un disco con Carles Benavent y Tino di Geraldo, Sin precedentes-, mantiene activa su p¨¢gina web en la que cuelga sus trabajos m¨¢s personales. Al precio de un euro, el interesado puede elegir entre "algunos temas de Camar¨®n con Juan Diego a la guitarra, una seguidilla con El Churri, una sole¨¢ con el Paquete, algo de flamenco antiguo, mis propios temas con toques de jazz...".
Aunque es reclamado de continuo por jazzistas y flamencos, Pardo confiesa sentirse m¨¢s a gusto entre los segundos. "Los flamencos a veces me han visto con recelo como un primo lejano que nos ha salido un poco raro. Pasa siempre: ahora se hacen sellos de correos de Camar¨®n pero cuando yo tocaba con ¨¦l, pase¨¢bamos los dos por Alcal¨¢ y ¨¦ramos dos perfectos desconocidos".
Jorge Pardo en la red. www.jorgepardo.com. www.flamencodigital.com. www.flamencoworld.com.
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