El mundo perdido nunca existi¨®
AL FINAL de Vieja escuela una pregunta asalta al lector: ?se ha perdido el mundo que describe la novela, un mundo en el que la literatura y los escritores importaban de verdad? Tobias Wolff es rotundo: "No nos enga?emos, la literatura tiene poco peso en el mundo. La gente que lee es muy poca, pero siempre ha sido as¨ª. Se habla constantemente de que vivimos en la cultura de la imagen, del poder de seducci¨®n de lo visual, pero no s¨¦ a qu¨¦ viene tanto lamento. Antes las cosas estaban peor. Un d¨ªa, harto de que la gente me dijera que en los a?os veinte y treinta hab¨ªa en Estados Unidos dos mil revistas que publicaban relatos, me tom¨¦ la molestia de investigar el asunto. La inmensa mayor¨ªa de esas revistas eran terribles, publicaban basura, relatos mal¨ªsimos, historias de secretarias que se enamoraban del empleado de la oficina de al lado, pulp fiction sin la menor calidad... Entonces no hab¨ªa televisi¨®n y ahora s¨ª, y como casi todo aquello ha pasado a la televisi¨®n, las revistas de esa cala?a ya no hacen falta. Las cosas como son: la literatura seria siempre ha sido cuesti¨®n de minor¨ªas. La historia de la lectura no tiene el glamour que algunos se empe?an en darle. Es un mito. Aclarado esto, afrontemos la verdad. Le pido disculpas de antemano porque voy a hacerlo desde mi propia perspectiva. A m¨ª la literatura me ha cambiado, me ha dado una profundidad de conciencia que no ten¨ªa, me ha ayudado a ver el mundo de otra manera, me ha agrandado el coraz¨®n. Y esa pasi¨®n que yo siento como muy m¨ªa la he visto y la sigo viendo en otros, incluyendo a gente muy joven. Las grandes obras literarias nos muestran la vida en toda su complejidad. F¨ªjese en Ch¨¦jov, por ejemplo. Si uno lee a Ch¨¦jov, aprende a juzgar a los dem¨¢s con compasi¨®n y tolerancia. La literatura nos hace comprender vidas ajenas. El rasgo esencial de la literatura es que nos hace imaginar lo que significa ser otro ser humano distinto de nosotros. Si la literatura no sirviera nada m¨¢s que para eso, ya estar¨ªa justificado su lugar en el mundo. Pero nos da algo m¨¢s. La literatura nos transporta al alma misma del lenguaje".
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