El Athletic, mejor y m¨¢s fiero

Se equivoc¨® el Zaragoza al desafiar al Athletic a jugar duro en San Mam¨¦s. Aguant¨® la primera mitad, pero Urzaiz, siempre con la ca?a a punto para pescar los balones que merodean por el ¨¢rea, y Lacruz, con un gol de p¨ªcaro, se lo aclararon. El Athletic se aferra a la opci¨®n de disputar la Copa de la UEFA y el Zaragoza se descuelga de la zona europea.

M¨¢s que f¨²tbol, pareci¨® ser un reto de hombr¨ªa. As¨ª se plantearon ambos conjuntos el partido y convirtieron el terreno de juego en una lona. No hubo lesionados porque las entradas, dentro de lo peligrosas, no llevaban intenci¨®n alevosa. Los jugadores, pues, retiraron el pie a ¨²ltima hora para no hacer da?o. Tampoco hubo gresca porque ambos jugaron a lo mismo. Lo hicieron al l¨ªmite de lo legal. Y, en algunos casos, incluso de lo ilegal. Las entradas peligrosas de Ezquerro a Generelo, de ?lvaro a Ezquerro, de Movilla a Tiko y de Luis Garc¨ªa a Etxeberria representaron a la perfecci¨®n el gui¨®n establecido.

La tarjeta a Luis Garc¨ªa muy bien pudo ser roja. Etxeberria, tras romper el fuera de juego gracias a su velocidad, se plant¨® mano a mano ante ¨¦l, pero el bal¨®n llegaba alto, por encima de los hombros del extremo, y el portero, vendido como estaba, no se lo pens¨® dos veces y realiz¨® una entrada de k¨¢rate. El colegiado, sin embargo, s¨®lo le mostr¨® la cartulina amarilla.

Pero no s¨®lo fue protagonista Teixeira en esa jugada, sino que tambi¨¦n anul¨® un gol a Ezquerro, que remat¨® de forma impecable un centro de Etxeberria. Urzaiz sali¨® del claro fuera de juego posicional en el que estaba, pero, a ¨²ltima hora y cuando el bal¨®n le hab¨ªa rebasado, se gir¨®. Fuera de juego. El juez de l¨ªnea levant¨® el bander¨ªn y Ezquerro se qued¨® a medias en su celebraci¨®n, la de la motocicleta. Tambi¨¦n se quedaron a medias, y por dos veces, los aficionados del Zaragoza de cantar un gol. La primera fue cuando el medio centro Zapater, solo delante de la porter¨ªa y ante un bal¨®n franco, llegado tras una buena intervenci¨®n de Aranzubia ante el testarazo de Villa, envi¨® el cuero a las nubes. En vez del empeine, Zapater puso el interior del pie. Pec¨® de ingenuidad, de no ser delantero. La segunda, cuando el colegiado, de nuevo, anul¨® un gol a Villa por entender una rigurosa falta del delantero sobre un defensor.

No existi¨® ritmo de juego. Apenas algunos detalles de los jugadores con m¨¢s calidad, como Iraola, Orbaiz y Etxeberria por el Athletic y de Savio, Cani y Villa por el Zaragoza. Por eso, porque nadie amaestr¨® el bal¨®n y porque prim¨® m¨¢s anular las ofensivas rivales que la construcci¨®n de las propias, las faltas t¨¢cticas, los rebotes y la escasez de oportunidades estuvieron a la orden del d¨ªa.

Se echaba en falta de salida a Yeste, ausencia que seguramente se explica porque Valverde le quiere a punto para el partido de la Copa del mi¨¦rcoles ante el Betis. Y V¨ªctor Mu?oz, en lo que ya viene siendo una constante, sent¨® al extremo Galletti, que es, junto a Savio, el ¨²nico que sabe desbordar. San Mam¨¦s, sin duda, les a?or¨®. Por lo menos, en la primera mitad, porque Galletti sali¨® nada m¨¢s comenzar la segunda parte y Yeste en la ¨²ltima media hora. Las circunstancias, sin embargo, no convidaron al argentino a practicar su f¨²tbol. No as¨ª a Yeste, que, con el partido roto porque al Zaragoza no le val¨ªa el empate, volvi¨® a dejar constancia, a pinceladas, de sus virtudes.

El Zaragoza, hasta el gol, fue m¨¢s defensivo que nunca. No s¨®lo porque aline¨® a tres medios centro, sino porque, precupado como estaba por el rendimiento que sacaba el Athletic a los balones a¨¦reos, no fue raro ver a todos sus jugadores dentro del ¨¢rea cuando el rival sacaba un c¨®rner o alguna falta escorada. Lo pag¨® caro. Sobre todo, cuando el Athletic se decidi¨® por practicar su f¨²tbol, el de los balones a la banda para centrar al pico del ¨¢rea chica. Etxeberria plasm¨® la idea, el concepto. Recibi¨® un pase preciso de Iraola, encar¨® con acierto a Aranzabal, al que le supera, y por mucho, a la hora de correr, para llegar a la l¨ªnea de fondo y dar un pase de la muerte a Urzaiz. El delantero, como si celebrara su renovaci¨®n, no fall¨® y de un zapatazo sac¨® las telara?as a la escuadra. Y Lacruz, que busc¨® la espalda de los defensas cuando Yeste sac¨® una falta, remach¨® el partido, fundi¨® al Zaragoza y, de paso, meti¨® de lleno al Athletic en la lucha europea.