Marca Universidad Polit¨¦cnica
El Departamento de Motores T¨¦rmicos factura 5 millones en contratos con las principales compa?¨ªas de autom¨®vil y responde al modelo implantado por el ex rector Justo Nieto
Las salas de prueba del Departamento CMT-Motores T¨¦rmicos de la Universidad Polit¨¦cnica huelen como un taller. Y suenan igual. Las habitaciones est¨¢n llenas de motores y parte del personal viste mono azul. Pero ah¨ª terminan las semejanzas.
Motores T¨¦rmicos es un "monstruo" que factura 5 millones de euros al a?o en contratos con las principales empresas automovil¨ªsticas. Peugeot, General Motors, Fiat, BMW, Volvo, Nissan, Renault. Tiene contratos con Repsol-YPF, con Faurecia (una compa?¨ªa con 50.000 empleados en 60 pa¨ªses), con RENFE. Lidera proyectos para la Uni¨®n Europea y trabaja en otros para el Ministerio de Industria y para la Generalitat Valenciana.
En el departamento trabajan 180 personas y est¨¢ especializado en el sistema common rail para motores diesel, el avance tecnol¨®gico que Fiat malvendi¨® hace una d¨¦cada.
Sin haber eliminado la parte docente -alrededor de 75 alumnos realizan sus proyectos fin de carrera, y cobran por ello una media de 360 euros- Motores T¨¦rmicos funciona con par¨¢metros empresariales. Salvo por un detalle: los empleados tienen sueldos de funcionario y todas las plusval¨ªas que generan se destinan a desarrollar el centro.
"Nos ha obligado la necesidad", dice su director, Francisco Payri. "Trabajamos en un campo que requiere fuertes inversiones en infraestructuras y cuya industria es muy competitiva. La ¨²nica forma de mantenerse es reinvertir".
El resultado es que el departamento posee un equipo valorado en 15 millones de euros, seg¨²n Payri, y gasta el resto de las ganacias en cap¨ªtulos como la contrataci¨®n de becarios y viajes.
Se trata de uno de los ejemplos m¨¢s aventajados de la filosof¨ªa implantada por el ex rector de la Polit¨¦cnica y consejero de Empresa, Universidad y Ciencia, Justo Nieto: Unir el mundo acad¨¦mico con el empresarial y a ser posible, lograr que el segundo financie el desarrollo del primero.
Las siglas CMT corresponden a las siglas de la C¨¢tedra de Motores T¨¦rmicos. Un recuerdo de la ¨¦poca en que el centro, nacido en 1979, contaba con un despacho, un profesor y un becario.
Hoy tiene un edificio de 4.300 metros cuadrados pagados con Fondos Feder, de la UE. Y, seg¨²n los datos del departamento, factura por contratos 10 veces m¨¢s que la media de la Polit¨¦cnica, que a su vez facturar¨ªa 10 veces m¨¢s que la media espa?ola. Seg¨²n el t¨¦cnico superior Francisco Gonz¨¢lez, Motores T¨¦rmicos es uno de los tres centros de investigaci¨®n, p¨²blicos o privados, m¨¢s importantes de Europa en su campo. Y, seg¨²n el profesor Vicente Berm¨²dez, el tipo de tecnolog¨ªa que manejan no est¨¢ disponible en las grandes f¨¢bricas de autom¨®viles.
Los ingenieros ponen como ejemplo los motores monocil¨ªndricos, que se utilizan s¨®lo para la investigaci¨®n; que s¨®lo los fabrican, por encargo, tres empresas en el mundo, y que vienen a costar unos 210.000 euros por unidad. En toda Espa?a habr¨ªa nueve, y ocho est¨¢n en la CMT. El noveno, en la Universidad de Castilla-La Mancha, fue un obsequio del departamento de la Polit¨¦cnica.
Francisco Payri tiene en su depacho una foto de Rudolf Diesel; un tubo de escape a modo de escultura y la miniatura de un Triumph TR3 de 1957, su coche. Asegura que el ¨¦xito de CMT se cimenta en la respuesta compleja que ofrecen a sus clientes, en la que participan inform¨¢ticos, ingenieros y otras categor¨ªas t¨¦cnicas. Y tambi¨¦n en la especializaci¨®n: "Los profesores somos muy dados a saber de todo. Nosotros preferimos saber s¨®lo de una cosa concreta".
El centro tiene 14 salas de prueba. "Pegaso, en sus mejores tiempos en Barcelona en los a?os ochenta y noventa ten¨ªa ocho". En una de ellas, llamada de climatizaci¨®n, se lleva la temperatura hasta 25 grados bajo cero para comprobar el funcionamiento del motor a temperaturas extremas, "como las que pueden alcanzarse en un invierno del norte de Europa" dice Berm¨²dez. En otra, se estudia la contaminaci¨®n que produce la combusti¨®n.
El CMT dispone de un "motor transparente" que permite observar el proceso de combusti¨®n mediante un juego de espejos. Y tiene una c¨¢mara anecoica recubierta de fibra de vidrio y parecida a una instalaci¨®n art¨ªstica, en la que el eco no existe. El espacio se usa, entre otras cosas, para que los profesores, sentados en grupos de ocho, punt¨²en el sonido de los motores sobre los que trabajan los alumnos. Lo que llaman "ruido subjetivo".
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