Corominas resuelve en Montju?c
Lotina rectifica el sistema t¨¢ctico del Espanyol con el canterano como revulsivo
Si el Espanyol consigui¨® solventar el encuentro en la segunda mitad fue porque Lotina rectific¨® a tiempo despu¨¦s de dar entrada a Corominas por Fredson, al retomar el sistema habitual, al situar a De la Pe?a un poco m¨¢s atrasado y colocar de mediapunta al canterano. Porque hasta ese momento el Espanyol no existi¨®. El Numancia opon¨ªa una resistencia consecuente con su situaci¨®n en la tabla, que asegura su descenso. Lotina corrigi¨® sus errores, Corominas demostr¨® la importancia que tienen los jugadores revulsivos en un equipo y el Espanyol, adem¨¢s de sentenciar al Numancia, dio un gran paso para disputar la UEFA y si se pone a tiro hasta la Champions.
Con y sin bal¨®n, el Espanyol acus¨® el cambio de sistema en la primera mitad. Brazos en jarra, cabeza gacha e insistentes gestos de desesperaci¨®n, Lotina no encontraba soluci¨®n alguna al c¨²mulo de desprop¨®sitos que realizaban reiterativamente sus futbolistas. Plantear un dibujo 4-1-4-1 en vez del habitual 4-2-3-1 fue una perdici¨®n. No porque el Numancia jugara mejor, que tambi¨¦n, sino porque el equipo blanquiazul, con De la Pe?a liberado de sus tareas defensivas, se mostr¨® descoordinado y desbarajustado en todo momento. Si se excluye de la contenci¨®n a un jugador de las caracter¨ªsticas como Lo Pelat, el resto de futbolistas debe dedicarse en pleno a las funciones defensivas. Pero Fredson, que es un portento f¨ªsico pero que nunca se sinti¨® c¨®modo jugando por delante del mediocentro, no supo reprimir sus impulsos a la hora de presionar. El brasile?o era el fiel reflejo del estado an¨ªmico del Espanyol: prisa por robar la pelota, por llegar al marco rival, por seguir de lleno en la lucha europea. Y la presi¨®n, para que d¨¦ resultado, debe hacerse en conjunto, en bloque. Si Fredson adelantaba instintiva e irremediablemente su posici¨®n, permit¨ªa que los jugadores numantinos del centro del campo jugasen a sus anchas, removieran la pelota de lado a lado. Pero los centrales Lopo y Pochettino, para fortuna periquita, siempre guardaron la posici¨®n.
ESPANYOL 3 - NUMANCIA 0
Espanyol: Kameni; Ibarra, Lopo, Pochettino, David Garc¨ªa; Jarque; Maxi (Velamaz¨¢n, m. 73), Fredson (Corominas, m. 51), De la Pe?a, Amavisca (Dani, m. 78); y Tamudo.
Numancia: Juanma; Pignol, Otxoa, Antonio, Graff; Pablo Sanz, Palacios; Miguel P¨¦rez (Pineda, m. 59), Merino (Mario, m. 78), Juanlu; y Tevenet (Miguel, m. 46).
Goles: 1-0. M. 54. Amavisca recoge en la frontal del ¨¢rea un rechace y marca de disparo raso. 2-0. M. 58. Corominas aprovecha un pase de la muerte de Tamudo y marca con un golpeo cruzado. 3-0. M. 83. Graff marca un gol en propia puerta tras una falta sacada por de la Pe?a.
?rbitro: Esquinas Torres. Mostr¨® la cartulina amarilla a Ibarra, Pablo Sanz y Pignol.
Unos 22.000 espectadores en Montju?c.
El mismo desbarajuste sufr¨ªa el Espanyol cuando ten¨ªa el cuero controlado. Culpa, en este caso, de Iv¨¢n de la Pe?a, que, empe?ado en como estaba por bajar a buscar el bal¨®n a la defensa, dejaba la primera y ¨²ltima l¨ªnea blanquiazul desconectada, sin enlace. Por eso, aunque Lo Pelat recibiera el bal¨®n en el primer cuarto del campo, no le quedaba otro remedio que buscar pases largos. Ineficaces porque la defensa numantina estaba bien organizada y no ced¨ªa la espalda. Enfocado el partido como si cada minuto fuera tiempo de descuento, el cuadro blanquiazul se repiti¨® en las imprecisiones, pases a tierra de nadie y fallos a la hora de controlar el bal¨®n. Hasta que Corominas, gracias a su velocidad, sus ganas por ofrecerse y demostrar su val¨ªa, reajust¨® el sistema, el equipo. Con ¨¦l sobre el campo, el Espanyol volvi¨® a utilizar las bandas, a buscar los pases entre l¨ªneas, a jugar, en definitiva, como lo ha hecho durante toda la temporada. Dos acciones decisivas de Corominas abrieron la puerta de la victoria. Primera: tras un zigzag y posterior galopada, fall¨® un mano a mano contra Juanma, pero Amavisca, atento al rechace, lo aprovech¨® para inaugurar el marcador. Segunda: recogi¨® un pase de la muerte de Tamudo y sentenci¨®.
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