Peter W. Rodino, el congresista que dirigi¨® la inhabilitaci¨®n de Nixon
El congresista dem¨®crata Peter Rodino, que dirigi¨® el impeachment -proceso de destituci¨®n- de Richard Nixon en su calidad de presidente del Comit¨¦ de Asuntos Judiciales de la C¨¢mara de Representantes, muri¨® el s¨¢bado pasado en su casa de New Jersey a los 95 a?os. Llevaba s¨®lo nueve meses en su puesto cuando se puso en marcha el proceso, el primero en m¨¢s de un siglo, que condujo "con gran paciencia, precauci¨®n, enormes dosis de energ¨ªa y, sobre todo, imparcialidad", escribe Michael Kaufman en The New York Times.
En octubre de 1973, el presidente Nixon quiso quitarse de encima al investigador especial que trataba de aclarar el oscuro episodio ocurrido a?o y medio antes: la entrada ilegal de cinco personas en las oficinas del Partido Dem¨®crata situadas en el edificio Watergate, a orillas del Potomac. La Casa Blanca consigui¨®, con gran estropicio, que Justicia paralizara la actividad de Archibald Cox, el investigador especial. El caso cay¨® en manos del Comit¨¦, en medio de una fuerte pol¨¦mica sobre el proceso, en la que los propios dem¨®cratas desconfiaban de la escasa experiencia de Rodino, que hasta entonces hab¨ªa llevado una oscura vida en el Capitolio.
Pero el congresista, elegido por primera vez en 1948, se tom¨® muy en serio su tarea y puso en pie un equipo de m¨¢s de un centenar de personas, entre ellas una joven abogada de 26 a?os llamada Hillary Rodham, que luego, ya con el apellido Clinton, ser¨ªa primera dama y que ahora ocupa un esca?o en el Senado. "Cualquiera que sea el resultado, hay que actuar con tal precauci¨®n, decencia, dedicaci¨®n y honradez que la gran mayor¨ªa de norteamericanos, y sus hijos, puedan decir: hicieron lo que hab¨ªa que hacer, no hab¨ªa otra soluci¨®n", dijo al Comit¨¦ antes de empezar la tarea, seg¨²n The Washington Post.
El trabajo durante los meses siguientes -oto?o de 1973 y primavera de 1974- fue tan intenso, que Rodino tuvo que ser hospitalizado por agotamiento y tard¨® una semana en recuperarse.
Desde el 9 de mayo hasta el 24 de julio de 1974, el Comit¨¦ escuch¨® los testimonios sobre el caso. Sus miembros -21 dem¨®cratas y 17 republicanos- aprobaron tres art¨ªculos para la destituci¨®n de Nixon: los dos primeros -obstrucci¨®n de la justicia y abuso de poder- contaron con el apoyo de todos los dem¨®cratas y de varios republicanos: el tercero, que dec¨ªa que el presidente hab¨ªa intentado impedir la entrega de las cintas con sus conversaciones desde el Despacho Oval, fue aprobado s¨®lo por los dem¨®cratas, y otros dos -abuso de poderes de guerra por bombardear Camboya y manipulaci¨®n de datos fiscales- fueron rechazados. La tensi¨®n era tal, que Rodino llam¨® a su mujer y no pudo evitar las l¨¢grimas. "Espero que hayamos hecho lo adecuado", le dijo.
Ante la rotundidad de las pruebas, Nixon admiti¨® el 5 de agosto que hab¨ªa dado la orden de que el FBI no investigara la entrada en las oficinas del Watergate. Eso convenci¨® a los republicanos que no hab¨ªan apoyado la destituci¨®n a cambiar su decisi¨®n y a anunciar que hab¨ªa unanimidad a favor del impeachment. Nixon se adelant¨® a la ignominia de la votaci¨®n y el consiguiente proceso en el Senado y la noche del 8 de agosto de 1974 anunci¨® a todo el pa¨ªs, a trav¨¦s de la televisi¨®n, que dimit¨ªa. Al d¨ªa siguiente abandon¨® la Casa Blanca.
"Creo que las leyes y el sistema se refuerzan", dijo despu¨¦s Rodino, cuyo trabajo mereci¨® el aplauso general. Continu¨® otros 14 a?os al frente del Comit¨¦ hasta que dej¨® el Congreso, en 1988, y se dedic¨® a dar clase de Derecho y a pronunciar conferencias.-
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