Hitler, Schiller, Stalin
El mundo entero recuerda estos d¨ªas uno de los acontecimientos m¨¢s decisivos para la humanidad: la derrota final y el hundimiento del III Reich, el Estado nacionalsocialista que desencaden¨® la guerra m¨¢s terrible habida entre humanos e invent¨® la industria moderna del crimen para exterminar a un pueblo, el jud¨ªo. Cincuenta millones de muertos, gran parte de Europa en escombros y la milenaria cultura jud¨ªa desaparecida de la faz de Europa fueron el resultado inmediato de esa peste parda del odio y la arrogancia que intoxic¨® a una naci¨®n hasta convencerla de que toda otra identidad era inferior a ella, y ella due?a de las vidas del resto de la humanidad.
El d¨ªa 9 de mayo, ayer, no era s¨®lo el 60 aniversario de la firma de rendici¨®n en Berl¨ªn, despu¨¦s de la de Reims un d¨ªa antes. Era tambi¨¦n el bicentenario de la muerte de Friedrich Schiller, uno de los dioses de las letras alemanas. Poeta y dramaturgo rom¨¢ntico, idealista de la naci¨®n cultural sublime, pero tambi¨¦n del caudillo tr¨¢gico como su "Wallenstein", fue r¨¢pidamente adoptado, igual que el poeta H?lderlin, como escritor favorito del nazismo.
Weimar, donde Schiller y Goethe convivieron hasta la muerte del primero, se convirti¨® pronto en ciudad favorita de reuniones nazis en las que se gritaba sin cesar "Nos cagamos en la rep¨²blica jud¨ªa de Weimar". Cuando los nazis llegaron al poder, Hitler iba muy a menudo a Weimar y se alojaba en el hotel Der Elephant, desde cuyo balc¨®n arengaba a las masas.
La ciudad que hab¨ªa dado nombre a la rep¨²blica democr¨¢tica fue una de las m¨¢s nazis desde muy pronto y junto a ella se construy¨® el campo de concentraci¨®n de Buchenwald. Mucho se ha especulado sobre la influencia del idealismo alem¨¢n, del movimiento Sturm und Drang (Asalto y empuje), sobre el pensamiento nazi. Schiller, cuyas baladas se sab¨ªan hasta los ni?os campesinos alemanes antes de la guerra, fue secuestrado por el nazismo, que buscaba un superhombre que nada ten¨ªa que ver con el hombre excelso con el que so?aba el poeta.
El hecho es que la ilustraci¨®n alemana nada pudo hacer contra el ascenso del nazismo que, una vez en el poder, capt¨® por conversi¨®n o por cobard¨ªa a la burgues¨ªa culta y a las ¨¦lites. De la desaparici¨®n de ¨¦stas, por complicidad con el crimen o descr¨¦dito por no oponerse al mismo, sufre a¨²n la Alemania actual. Sin referentes sociales de excelencia, es una sociedad gris en la que ni individuos, ni gremios ni instituciones quieren asumir sacrificios, y todos son expertos en ventajismos. En eso se han estrellado todos los intentos de reforma. Pero un logro fundamental no se lo puede negar nadie. Es plenamente consciente de c¨®mo se torci¨® la historia desde Schiller hasta Hitler. Ning¨²n pa¨ªs del mundo ha escarbado tanto en sus propios horrores como ellos. Ni ha sido, al menos desde los setenta, tan honesto al convertir la verdad hist¨®rica en la base de su democracia.
En Rusia mientras tanto, Bor¨ªs Grislov, el presidente del Parlamento, un t¨ªtere de Putin, califica a Stalin como "un hombre extraordinario", "caudillo de la patria que hizo mucho por el pa¨ªs", aunque hubiera "excesos en la pol¨ªtica interna". Y en calles de Mosc¨² se ve¨ªan carteles que daban vivas al Ej¨¦rcito Rojo por haber "liberado" el B¨¢ltico, Crimea -de donde Stalin deport¨® a los t¨¢rtaros- y Ucrania, donde el miedo al bolchevique llevo a centenares de miles de ucranianos a luchar codo a codo con los alemanes.
El 9 de mayo de 1945 es para muchos pueblos europeos el principio de una peor pesadilla que la ocupaci¨®n alemana, porque la rusa pretend¨ªa ser eterna con la aquiescencia de las democracias occidentales. Para colmar el vaso del insulto se acaba de inaugurar un monumento en el que aparecen como heroicos guerreros contra el nazismo un soldado sovi¨¦tico, uno brit¨¢nico, uno americano y uno franc¨¦s. Los polacos, que s¨ª lucharon contra los alemanes, crujen de ira ante la presencia del franc¨¦s. Como le sucedi¨® al general Jodl cuando fue a firmar la capitulaci¨®n. Pregunt¨® asombrado: "Y los franceses, ?qu¨¦ hacen aqu¨ª?". En todo caso, si en Francia se han abierto fisuras en la gran mentira sobre su papel en la guerra, en Rusia se ha puesto rumbo de retorno a la mentira total.
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