Libertad regalada
Uno de tus personajes de ficci¨®n dec¨ªa no, rotundamente no, a una libertad concedida, como se concede una d¨¢diva desde el poder, pues una libertad que no se conquista, jam¨¢s alcanza ni su sentido ni su plenitud; y quien acepta tales concesiones, no es en verdad libre, m¨¢s que para la s¨²plica y la gratitud. Y conclu¨ªa: "Despu¨¦s de que exterminara al tirano, habr¨ªa de volverse contra los nuevos se?ores de mercados y ferias, para demoler su creciente poder¨ªo, levantado sobre la explotaci¨®n". El pasado domingo, cuando en Europa se celebraba la victoria de los aliados sobre el nazismo y el final de la guerra mundial, le¨ªste unas declaraciones de G¨¹nter Grass, en las que se refer¨ªa a la conferencia que pronunci¨® un 8 de mayo, pero de 1985, titulada Libertad regalada: "Por aquel entonces", afirmaba, "el pa¨ªs estaba a¨²n dividido, de manera que compar¨¦ los dos Estados, su necesidad de delimitaci¨®n, sus diferentes dependencias, su respectivo materialismo marcadamente dogm¨¢tico, su miedo a la unificaci¨®n y su nostalgia de ella. La 'libertad regalada' fue solo para el Estado alem¨¢n occidental: los del Este se fueron con las manos vac¨ªas". Las coincidencias de criterio con tu personaje est¨¢n al t¨¦rmino de sus declaraciones. Pero antes recordaste c¨®mo, en 1981, invitado por la RDA, almorzaste en la entonces Universidad Karl Marx de Leipzig, con el rector, algunos profesores y J¨¹rgen Brinkmann, vicepresidente de la Uni¨®n de Escritores de la RDA, con quien mantuviste una densa y aleccionadora conversaci¨®n, antes de hablarles a un grupo de hispanistas y estudiantes, del realismo social de la literatura espa?ola. D¨ªas despu¨¦s, hiciste una escapada al otro Berl¨ªn, con el prop¨®sito de entrevistarte con G¨¹nter Grass. Llevabas cartas de presentaci¨®n, pero dispon¨ªas de muy poco tiempo, de modo que fue imposible localizarlo. A?os m¨¢s tarde, has le¨ªdo en sus citadas declaraciones, lo que intu¨ªas: "Como dem¨®cratas convencidos, debemos oponernos soberanamente al poder del capital, para el que el ser humano es s¨®lo un material que se produce y consume". Y es que la libertad, cuando se regala, se pierde.
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