Qu¨¦ cansancio
La realidad americana va por delante de la nuestra, a veces en lo bueno; en lo malo, muchas. A tal grado ha llegado la decadencia del oficio de ense?ante que ahora hay un anuncio (desesperado) en la televisi¨®n del sindicato de profesores en el que se pide a los padres que ense?en a sus ni?os a respetar al maestro. Cuando uno escribe en Espa?a un art¨ªculo sobre educaci¨®n en el que se exponen dos realidades que casi todo el mundo conoce -que muchos profesores sienten que se les ningunea, ejerciendo como ejercen de pap¨¢s, asistentes sociales y psic¨®logos, y por otro, que los ni?os acaban la primaria v¨ªctimas de una gran ignorancia-, uno recibe dos tipos de cartas, las de profesores que te agradecen que des voz a sus padecimientos, y las de "expertos" que consideran que en tu argumentaci¨®n va impl¨ªcita la defensa de la ense?anza franquista. Qu¨¦ cansancio. En Espa?a, los debates acaban siempre en el fango pol¨ªtico, no se admite como derecho democr¨¢tico que no todas nuestras opiniones deben estar dictadas por el partido al que votamos. Ser¨ªa saludable entender que el hecho de que un ciudadano vote al PSOE no debiera obligarle a defender la LOGSE y el hecho de que un ciudadano vote al PP no debiera significar el admitir la religi¨®n como una asignatura m¨¢s. Pero no hay medias tintas, si eres de unos debes serlo a muerte. Francamente, no pasar¨ªa nada por reconocer que muchos sistemas pedag¨®gicos progresistas surgieron del rechazo leg¨ªtimo a la educaci¨®n autoritaria. Ese rechazo provoc¨® errores no s¨®lo en Espa?a, sino en todos los pa¨ªses occidentales. Ahora el debate internacional consiste en qu¨¦ es lo que debemos rectificar. No cabe la menor duda de que la gente progresista que tiene dinero juega con ventaja, lleva a sus hijos a colegios privados donde el esfuerzo ha vuelto a premiarse sin complejos, pero ?qu¨¦ ocurre con los ni?os de clase trabajadora para los que la educaci¨®n p¨²blica es su ¨²nica arma de igualaci¨®n social? Cuando lees que el debate educativo se centra estos d¨ªas en que la Comunidad de Madrid hace un examen para tantear el estado de las cabezas estudiantiles, y adviertes que lo ¨²nico que parece preocupar a la clase pol¨ªtica es si las pruebas se hacen inocentemente o s¨®lo con el fin de criticar la reforma socialista, te preguntas: ?y la educaci¨®n, a qui¨¦n le interesa?
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