Morgan Freeman asegura que s¨®lo se f¨ªa de un buen gui¨®n
El actor interpreta a un ciego en la pel¨ªcula 'Danny the dog'
Morgan Freeman s¨®lo se f¨ªa de un buen gui¨®n, "el director siempre es para m¨ª secundario", afirm¨® ayer en Madrid. El actor estadounidense present¨® Danny the dog, un violento c¨®mic de artes marciales que se estrenar¨¢ en Espa?a el 3 de junio. Producida por el franc¨¦s Luc Besson, la pel¨ªcula es anterior a Million dollar baby, el filme de Clint Eastwood gracias al que Freeman ha logrado su primer Oscar. "A estas alturas, un Oscar no cambia nada, mi carrera seguir¨¢ siendo exactamente la misma", a?adi¨®.
Nacido en Memphis, Tennessee, en 1937, Morgan Freeman se curti¨® durante m¨¢s de veinte a?os en el teatro. Hoy afirma contundente: "Soy una estrella de cine". Subraya el "de cine" y luego explica que el teatro, "demasiado duro", ya no es para ¨¦l. "?se es mi pasado". "No me importa que el ¨¦xito me haya llegado tarde; visto desde mi lugar, es lo mejor que te puede ocurrir. Si hubiera sido famoso de joven, ahora estar¨ªa de capa ca¨ªda; en cambio, el ¨¦xito tard¨ªo se disfruta m¨¢s. Ya no da tiempo a caer".
Freeman viaja por Europa acompa?ado de su mujer, su agente y un asistente personal. En Madrid, el actor particip¨® en una conferencia de prensa y concedi¨® una larga tanda de entrevistas en grupo y de pocos minutos. Apenas tuvo tiempo para comer y por la tarde no disimul¨® su cansancio. Alto y delgado, Freeman record¨® por qu¨¦ cuando recogi¨® el pasado mes de marzo el Oscar al mejor actor secundario por su trabajo en Million dollar baby agradeci¨® a Clint Eastwood que fuera uno de los pocos directores que conoce capaces de dar absoluta "carta blanca" a sus actores: "Para m¨ª es muy sencillo. Es raro que un actor profesional no sepa bien cu¨¢l es su trabajo despu¨¦s de leer el gui¨®n. En el gui¨®n est¨¢n todas las claves que uno necesita. No hacen falta m¨¢s explicaciones. Cuando llego al rodaje y el director me deja trabajar tranquilo, sencillamente soy m¨¢s efectivo, mejor actor. Si empiezan a decirme lo que tengo que hacer, me agobio y no soy igual de bueno". A Freeman le basta un buen gui¨®n para aceptar un trabajo. "Siempre me interesan algunos directores m¨¢s que otros, pero lo que me importa es el gui¨®n. No existe un solo director en el que conf¨ªe m¨¢s que en un buen gui¨®n. Si el gui¨®n es claro, s¨®lo hay que limitarse a interpretarlo".
C¨®mic para adultos
Pese a que el gui¨®n es lo que importa, Morgan Freeman acept¨® trabajar en Danny the dog, un violento c¨®mic en el que tambi¨¦n trabajan el brit¨¢nico Bob Hoskins y el experto en artes marciales Jet Li, porque tambi¨¦n estaba detr¨¢s del proyecto el franc¨¦s Luc Besson. "Admiro mucho su trabajo, me gustan mucho algunas de sus pel¨ªculas. Jet Li era la parte aventurera del proyecto; yo, la verdad, no conoc¨ªa su trabajo". Freeman interpreta al bueno de la pel¨ªcula, un viejo afinador de pianos que se cruza con un hombre (Jet Li) criado como perro de presa. "Mi personaje era demasiado bueno, tan afectuoso, sensible y generoso que me parec¨ªa un poco exagerado. As¨ª que pens¨¦ que pod¨ªa ser alg¨²n minusv¨¢lido y propuse que fuera ciego. Aceptaron mi propuesta y yo interpret¨¦ al personaje. Cerr¨¦ los ojos y ya est¨¢".
Sobre la violencia de la pel¨ªcula, dirigida por Louis Leterrier, Freeman considera que no es mayor que en otras pel¨ªculas y matiza: "Se trata de un c¨®mic para adultos".
Freeman asegura que su aspecto de hombre tranquilo no es ninguna pose. "A estas alturas, pocas cosas me alteran, la edad supongo, pero no me gusta irritarme, ?para qu¨¦?". Tampoco le gusta la divisi¨®n entre "buenos y malos actores". "Los actores, o son profesionales o no lo son. Con los primeros disfruto trabajando; con los segundos, no. Los profesionales son puntuales, se saben sus l¨ªneas del gui¨®n y saben formar equipo. Los no profesionales llegan tarde y con muchos temas sin resolver".
Freeman rodar¨¢ en Bulgaria su pr¨®ximo filme, The contract. "Interpretar¨¦ a un asesino".
Pasos de bailar¨ªn
Morgan Freeman debut¨® en Broadway en 1968 con el musical Hello, Dolly. Su padre hab¨ªa muerto siete a?os antes destruido por el alcohol.
Durante a?os se dedic¨® a la danza y el teatro. Fue Otelo en el New York Shakespeare Festival. "Comenc¨¦ tarde, a los treinta a?os, y estuve veinte haciendo teatro en Nueva York. La vida depende mucho de la suerte y yo, al principio, no tuve demasiada. Andaba despistado. Concentrado en la danza, daba todo por ser bailar¨ªn. Hasta que un d¨ªa me convenc¨ª de que ¨¦se no era mi camino y las cosas empezaron a cambiar".
El cambio m¨¢s evidente lleg¨® con la pel¨ªcula Paseando a miss Daisy, en 1990, el idilio entre un ch¨®fer negro y una dama jud¨ªa (Jessica Tandy) colocaba al actor afroamericano en el mapa de las estrellas de Hollywood. Su trabajo le vali¨® ser candidato al Oscar al mejor actor. Desde entonces no ha parado y hoy su filmograf¨ªa supera el centenar de pel¨ªculas. En 1993, su interpretaci¨®n en Sin perd¨®n, de Clint Eastwood, tampoco dej¨® a nadie indiferente. La pel¨ªcula, violenta revisi¨®n del western, le un¨ªa a Eastwood, un actor y cineasta con el que Freeman ha logrado una total complicidad. "Con Clint s¨¦ lo que es disfrutar trabajando", ha dicho en alguna ocasi¨®n Freeman.
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