La risa y la productividad

La cultura de empresa se refiere a los valores y comportamientos que subyacen en una organizaci¨®n empresarial. En los a?os ochenta y noventa dominaba en las empresas un aire de seriedad y rigidez, donde t¨¦rminos como productividad, competitividad y sinergias formaban parte del vocabulario de los entonces totemizados ejecutivos agresivos.

Hoy d¨ªa, los t¨¦rminos de moda son flexibilidad, autonom¨ªa y creatividad, y los ejecutivos calco de la pel¨ªcula Wall Street han tirado sus corbatas a la basura porque lo que se lleva ahora es vestirse casual. Parece que esta relajaci¨®n no ha servido demasiado, pues los estudios sobre el origen del estr¨¦s apuntan al trabajo como la primera causa del mismo y el ritmo y presi¨®n laboral no ha hecho sino aumentar.

Quiz¨¢ sea ¨¦ste el motivo de que una nueva corriente est¨¦ asomando por el mundo empresarial: la de utilizar la risa para mejorar la productividad y el clima laboral. Recientemente apareci¨® en este mismo suplemento dominical un reportaje sobre la risoterapia, una forma de terapia que utiliza la risa como m¨¦todo de sanaci¨®n. La psicolog¨ªa cl¨ªnica ha venido exportando sus m¨¦todos al mundo de la psicolog¨ªa empresarial y esta vez no ha sido diferente.

Medir el humor. Muchas de estas innovaciones organizativas provienen de Estados Unidos, donde se ha incorporado al tradicional IQ (intelligence quotient o coeficiente intelectual) y al m¨¢s reciente EQ (emotional quotient o coeficiente emocional) el denominado FQ (fun quotient), que se traducir¨ªa como coeficiente humor¨ªstico. As¨ª pues, algunas organizaciones han incorporado a las entrevistas de trabajo de sus procesos de selecci¨®n unas pruebas psicot¨¦cnicas donde miden el sentido del humor o capacidades de re¨ªr de los candidatos.

Entre las empresas que aplican esta novedosa y sorprendente filosof¨ªa se encuentran la compa?¨ªa a¨¦rea norteamericana Southwest Airlines o la pescader¨ªa de Seattle Pike Place Fish, que se ha convertido en la m¨¢s c¨¦lebre y visitada del mundo. En ella, sus empleados abrazan a sus clientes, gritan, cantan y hasta lanzan el pescado por los aires antes de envolverlo. El caso de esta pescader¨ªa dio lugar al best seller Fish!, en el que se relata la historia de este negocio y c¨®mo trabajar bajo condiciones de diversi¨®n aumenta la productividad, produciendo mayores beneficios a las empresas.

Productividad optimista. M¨¢s all¨¢ de estos ejemplos un tanto extremos, est¨¢ probado que trabajar en entornos en los que se favorece el humor, se da espacio a la espontaneidad o se permiten y promueven las risas genera multitud de resultados positivos. A saber: elimina el estr¨¦s, aumenta la productividad, es fuente de motivaci¨®n, estimula la imaginaci¨®n y favorece la fluidez de la comunicaci¨®n entre los diversos miembros de la organizaci¨®n. Asimismo, mantiene alta la autoestima de los trabajadores, asegura el optimismo y se reducen los miedos o angustias derivados de los resultados del trabajo.

Restar dramatismo. Naturalmente, promover el humor en las empresas no significa tomarse a la ligera las responsabilidades, los proyectos o los clientes. De lo que se trata es de restar dramatismo a lo cotidiano, de situar en su justa medida las expectativas negativas que a menudo nos creamos en el desempe?o profesional, de aprender a re¨ªrnos de nosotros mismos, a la vez que nos tomamos en serio nuestro trabajo. Algunas de las t¨¦cnicas recomendadas pasan por ense?ar a los trabajadores a pensar en clave de diversi¨®n, por estimularles a adoptar una actitud l¨²dica. Para ello se organizan concursos de ideas divertidas, se premian las an¨¦cdotas m¨¢s graciosas de la semana, se permite que circulen pifias de los jefes, quienes deben ser los primeros en re¨ªrse de ellas y explicarlas al resto, y un largo etc¨¦tera.

Hay incluso expertos en transformar empresas serias, aburridas, deprimentes y tensas en organizaciones alegres, afables, estimulantes e imaginativas. Varias de estas consultor¨ªas y profesionales operan ya tambi¨¦n en Espa?a.

Humor y creatividad. A primera vista, todo lo expuesto puede parecer anecd¨®tico y de dudosa eficacia. Pues no es as¨ª. Desde los griegos (incluido Arist¨®teles), multitud de fil¨®sofos, soci¨®logos y psic¨®logos (tambi¨¦n el propio Freud) han investigado sobre el humor y sus beneficios. Existen en la actualidad varias asociaciones cient¨ªficas especializadas en esta materia, como la ISHS (International Society for Humor Studies), que desde 1976 lleva organizados un buen n¨²mero de congresos que han reunido a cient¨ªficos y m¨¦dicos para tratar del tema. En Espa?a, por ejemplo, la Fundaci¨®n General de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares ha impulsado varios proyectos relacionados con esta disciplina.

De hecho, los expertos en creatividad han establecido un paralelismo absoluto entre el humor y la esencia del pensamiento creativo. Y es que la creatividad funciona bajo los mismos mecanismos que un chiste. En ambos casos se trata de conectar dos ideas aparentemente inconexas.

Si yo digo que "una flor no se muere nunca", habremos de establecer un nuevo paradigma bajo el cual eso sea posible (por ejemplo, una flor artificial o de tela). En un chiste, el mecanismo es el mismo. Se expone una situaci¨®n absurda para que quien escuche descubra el paradigma que le da sentido. Por ejemplo, en la escuela, la maestra dice: "A ver, Javier, ?c¨®mo te imaginas la escuela ideal?". "?Cerrada, maestra!". En este caso, el nuevo paradigma es que para Javier no existe adjetivo posible para una escuela que tanto aborrece.

Es pertinente preguntarse si es posible re¨ªrse cuando las ventas van mal o cuando una empresa pierde dinero. Cierto es que en la vida y en los negocios hay situaciones en las que es imposible re¨ªrse. Sin embargo, me quedo con el ejemplo que nos dio uno de los maestros del humor, quien para una de las peores situaciones tambi¨¦n imagin¨® un chiste. Me refiero a Groucho Marx, en cuya l¨¢pida reza el epitafio: "Se?ora, perdone que no me levante".

Fernando Tr¨ªas de Bes es profesor de Esade, conferenciante y escritor.