"Violencia escolar y machista son similares"

Lleva 25 de sus 48 a?os analizando la convivencia en la escuela. Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz-Aguado, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Universidad Complutense, es la directora de un reciente estudio sobre violencia escolar (presentado en octubre de 2004 y elaborado junto al Instituto de la Juventud) realizado en Madrid a 825 escolares.

Pregunta. ?Qu¨¦ causa el acoso escolar?

Respuesta. No hay un ¨²nico motivo. Si hubiera que destacar uno, ser¨ªa la incoherencia de la sociedad frente a la violencia. Por un lado se condenan las expresiones de violencia graves y por otro, se justifican, dependiendo de qui¨¦n sea el agresor y qui¨¦n la v¨ªctima. Para ense?ar a rechazar la violencia es preciso ense?ar a rechazarlas todas. No se puede ense?ar a los ni?os a eludirla cuando se usa el castigo f¨ªsico, que debe ser erradicado. Una madre me cont¨® que le hab¨ªa comprado unos cromos a su hijo de nueve a?os. Estaban repetidos. El ni?o se alter¨® y ella le dio una torta. El cr¨ªo contest¨®: "En la tele dicen que las madres no pueden pegar a los ni?os". Los ni?os ahora son m¨¢s espabilados, exigen m¨¢s de los adultos, captan m¨¢s nuestras incoherencias.

"No se puede ense?ar a combatir las agresiones si se usa el castigo f¨ªsico. Debe ser erradicado"

P. ?Existe m¨¢s acoso ahora?

R. Ha existido siempre, tanto en escuelas p¨²blicas como privadas, y en todos los pa¨ªses. Se investiga desde los a?os setenta. Que ahora se llame acoso indica que existe un rechazo social superior. En n¨²mero de agresiones no es mayor pero los ni?os est¨¢n expuestos a mayor informaci¨®n sobre tipos de violencia m¨¢s grave, en la televisi¨®n o en videojuegos.

P. ?Hay algo nuevo?

R. S¨ª, en los ¨²ltimos a?os existe un acoso de profesores a alumnos y de alumnos a profesores. Los estudiantes son conscientes y lo justifican. Podr¨ªan sentirse como David frente a Goliat.

P. ?Se considera hoy el acoso como algo m¨¢s grave?

R. La sociedad mira menos hacia otro lado. En los ¨²ltimos meses se ha producido una toma de conciencia colectiva, similar a la que ocurri¨® a finales de los noventa con la violencia machista.

P. ?Hay similitudes entre ambas conductas violentas?

R. S¨ª. La violencia escolar y la machista son similares. Las dos se fundamentan en un modo de relaci¨®n basado en el dominio y en la sumisi¨®n. En nuestro estudio, los agresores justifican m¨¢s la violencia racista y machista.

P. ?Cu¨¢l es la primera se?al de que el ni?o es v¨ªctima de acoso?

R. Que tenga miedo a ir al colegio, aunque eso no siempre puede reflejar s¨®lo el acoso, puede que sufra problemas acad¨¦micos. Otro signo es que eluda salir al recreo o que nunca hable en casa de sus amigos.

P. ?Existen ni?os con m¨¢s riesgo de padecer acoso?

R. En todos los fen¨®menos de violencia se tiende a culpar a la v¨ªctima y eso hay que corregirlo. Cualquier ni?o puede ser objeto de acoso por el mero hecho de ser elegido por otros que tengan m¨¢s fuerza y m¨¢s si el sistema no garantiza su protecci¨®n. Dicho esto, los alumnos en mayor riesgo ser¨ªan aquellos que se encuentran aislados del grupo. Algo que, de nuevo, debemos considerarlo como una caracter¨ªstica del sistema. Las potenciales v¨ªctimas poseen menos autoestima o son de minor¨ªas ¨¦tnicas desfavorecidas, tienen necesidades educativas especiales o son chicos que no coinciden con el estereotipo machista.

P. ?Qu¨¦ se puede hacer en la escuela para prevenirlo?

R. Trabajar activamente. Hay programas que ense?an a detectar y combatir el racismo y el sexismo con cuentos o v¨ªdeos. Y se pueden organizar en las clases grupos heterog¨¦neos donde se integren los ni?os con m¨¢s riesgo. Mi equipo lo llama aprendizaje cooperativo. Puede ser aplicado en todas las materias. Y funciona.

Estos programas disminuyen la violencia en el ocio.

P. Todos los profesores tendr¨ªan que implicarse, ?no?

R. S¨ª, la escuela ya no se puede basar en la obediencia incondicional. Los profesores tienen que recuperar su autoridad de una forma nueva. Deber¨ªan ser aliados de los alumnos para que saquen buenas notas, para ayudarles a solucionar conflictos y transmitir confianza.

P. Pero los ni?os no acuden a los profesores si sufren acoso.

R. Es cierto. En nuestro estudio hallamos que un 34% de alumnos expres¨® que no pedir¨ªa ayuda a sus profesores en caso de sufrirlo. En uno de los v¨ªdeos de nuestro programa los alumnos elaboran un dec¨¢logo contra la violencia escolar, y dec¨ªan que pedir¨ªan ayuda primero a los amigos, luego a su madre y despu¨¦s a su padre. Afirmaban: "Los profesores no est¨¢n aqu¨ª para resolver tus problemas, sino para ense?arte". Una de las alumnas matiz¨®: "A un profesor que sea amigo, s¨ª". Al final concluyeron que se lo dir¨ªan a "profesores que den confianza".

P. ?Qu¨¦ hay que hacer cuando se detecta un caso de acoso?

R. La impunidad de la violencia la incrementa. Tiene que suceder algo. La escuela debe de dejar claro que rechaza la violencia. Hay que hacer entender al agresor que lo que ha hecho est¨¢ mal, procurar que se arrepienta y reparar el da?o. Esto ¨²ltimo debe ser consensuado con la v¨ªctima.

P. ?Y si hay agresiones f¨ªsicas?

R. Acudir a las autoridades, porque hay que garantizar la integridad del alumno. Estamos viendo, por ejemplo, que la polic¨ªa de barrio se est¨¢ ofreciendo para mediar en los conflictos.