Zimbabue entrega a Sur¨¢frica a 61 mercenarios del 'golpe' de Malabo
El jefe del grupo, el brit¨¢nico Simon Mann, permanece en la c¨¢rcel
Zimbabue entreg¨® ayer a Sur¨¢frica a 61 hombres vinculados con un intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial en marzo de 2004. Los mercenarios, todos con pasaporte surafricano, fueron puestos en libertad tras cumplir un a?o de c¨¢rcel en Harare. Su jefe, Simon Mann, permanece en prisi¨®n con una condena a cuatro a?os. Los liberados podr¨ªan ser procesados ahora en su pa¨ªs, pues sus leyes proh¨ªben la actividad mercenaria.
El grupo liberado ayer estaba condenado a 12 meses por cargos menores -posesi¨®n de armas y entrada ilegal en el pa¨ªs-. Las penas se cumplieron hace una semana, pero diversos problemas burocr¨¢ticos y de seguridad retrasaron su puesta en libertad. Los 61 forman parte de un grupo de 70 mercenarios detenidos por las autoridades zimbabuenses en marzo de 2004, cuando el Boeing 727 en el que viajaban aterriz¨® en Harare para aprovisionarse de armas en su camino hacia Guinea Ecuatorial.
Los detenidos nunca reconocieron los cargos. Dijeron que su misi¨®n era proteger unas minas de diamantes en Congo. En ese supuesto compl¨® contra el dictador ecuatoguineano, Teodoro Obiang Nguema, tambi¨¦n est¨¢ implicado Mark Thatcher, hijo de la ex primera ministra brit¨¢nica. Otras 14 personas se encuentran en prisi¨®n en Guinea Ecuatorial, la ex colonia espa?ola rica en petr¨®leo, condenados a penas que oscilan entre los 11 y los 34 a?os.
Dos de los liberados en el paso fronterizo de Beit Bridge tuvieron que ser trasladados a un hospital, uno de ellos afectado de tuberculosis. Otros parec¨ªan exhaustos y caminaban con dificultad tras un viaje por carretera de nueve horas. Fueron interrogados en la frontera por la polic¨ªa surafricana, que comprob¨® su identidad y pasaporte. "Est¨¢n p¨¢lidos y cansados. La atm¨®sfera es muy emotiva", dijo una joven llamada Karen, novia de uno de los integrantes del grupo, Errol Harris, informa Reuters.
Sus abogados se quejaron de las condiciones de la prisi¨®n en la que han estado un a?o, que calificaron de "horribles". Denunciaron que algunos han contra¨ªdo el virus del sida. "Las condiciones eran muy malas, pero no me arrepiento de lo que hice", asegur¨® Bruce Du Preez, uno de los liberados.
La situaci¨®n legal en Sur¨¢frica de estos hombres es complicada. Todos tienen pasaporte de ese pa¨ªs, pese a que algunos son originarios de Namibia (que estuvo bajo administraci¨®n de la Sur¨¢frica del apartheid) y de Angola (donde las tropas de Sur¨¢frica combatieron al Gobierno de Luanda). Las leyes surafricanas proh¨ªben la actividad de los mercenarios.
Del grupo original de 70, dos fueron exonerados de todos los cargos, otros dos fueron liberados por razones m¨¦dicas, uno muri¨® en prisi¨®n y otro fue puesto en libertad ayer, pero al ser de nacionalidad zimbabuense se qued¨® en su pa¨ªs. Permanecen encarcelados el jefe del grupo, Simon Mann, y los pilotos del avi¨®n.
El brit¨¢nico Mann es uno de los fundadores de Executive Outcomes, la principal empresa de mercenarios del mundo, ahora aparentemente disuelta, pero que se esconde detr¨¢s de otros nombres. Muchos de esos mercenarios son ex soldados de ¨¦lite entrenados por el r¨¦gimen de segregaci¨®n racial.
El hijo de la ex primera ministra brit¨¢nica Margaret Thatcher fue detenido en la ciudad surafricana de Ciudad del Cabo, donde resid¨ªa desde hace una d¨¦cada con su familia. Mark Thatcher fue acusado de financiar la compra de un helic¨®ptero que iba a ser utilizado en la intentona golpista, aunque, tras un pacto con la fiscal¨ªa surafricana, se declar¨® culpable y prometi¨® colaborar con las autoridades. Fue condenado a cuatro a?os de prisi¨®n suspendida y a una multa de medio mill¨®n de d¨®lares.
Ese supuesto golpe ten¨ªa como objetivo derrocar a Obiang Nguema y colocar en su lugar al opositor ecuatoguineano Severo Moto, quien hace unas semanas protagoniz¨® un rocambolesco incidente en el que se le lleg¨® a dar por desaparecido o muerto.
El Gobierno de Guinea Ecuatorial acus¨® al Gobierno espa?ol de estar implicado en ese golpe fallido. El hecho de que el Ministerio de Defensa, en aquellas fechas dirigido por Federico Trillo, enviara dos barcos de guerra a la zona no ayud¨® a despejar la sospecha. Defensa dijo que se trataba de un viaje de cortes¨ªa a Gab¨®n y otros pa¨ªses de la zona, pero los barcos nunca pasaron de Canarias. Acabada la crisis regresaron a sus bases.
Un pa¨ªs de alzamientos
El presidente de Guinea Ecuatorial vive obsesionado por los golpes de Estado. Muchos de ellos est¨¢n fabricados por su imaginaci¨®n y no tienen conexi¨®n alguna con la realidad. El de marzo de 2004, por el que fueron procesados los 70 mercenarios, parec¨ªa real. Lo extra?o de esa intentona, al parecer impulsada por hombres de negocios, es que estaba dirigida por uno de los mercenarios con m¨¢s experiencia en ?frica, el brit¨¢nico Simon Mann. Muchos sospechan que pudo ser traicionado por los servicios secretos brit¨¢nicos, que conoc¨ªan sus planes. Otros sostienen que las autoridades de Zimbabue se enteraron a trav¨¦s de las surafricanas, pues algunos de los hombres puestos en libertad ayer estuvieron pavone¨¢ndose de sus planes durante semanas. El hombre al que le iban a comprar las armas es un general de Robert Mugabe. Parec¨ªa un contacto seguro, pero en el negocio de la muerte las fidelidades dependen del mejor postor.
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