Una ciudad fantasma de 40.000 almas
Cientos de ni?os viven entre escombros, rodeados de ratas y junto a torres de alta tensi¨®n
El mayor poblado de venta de droga de la capital (Las Barranquillas, en Villa de Vallecas) est¨¢ dejando heredero. Una enorme avenida con construcciones ilegales a ambos lados, la Ca?ada Real Galiana, tambi¨¦n en ese distrito del sur, se est¨¢ convirtiendo poco a poco en su sustituto en la distribuci¨®n al por menor de coca¨ªna y hero¨ªna. Muchos traficantes se est¨¢n trasladando a esta particular ciudad sin ley. Eso, unido a otras actividades il¨ªcitas como el vertido incontrolado de escombros y el despiece de coches robados para venta de recambios, ha convertido esta zona -a caballo entre Madrid, Rivas y Coslada- en un problema serio para las administraciones.
Seg¨²n fuentes de la polic¨ªa, unas 40.000 personas viven en este conglomerado de casas y chal¨¦s ilegales, que han sido construidos ante la pasividad del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
El poblado se levanta entre escombreras, vertidos ilegales, despieces de coches robados e infraviviendas por las que merodean los toxic¨®manos
En el asentamiento, una larga avenida de 15 kil¨®metros, viven miles de familias que habitan desde chabolas m¨ªseras a chal¨¦s con todas las comodidades
La Ca?ada Real Galiana, en el distrito de Villa de Vallecas, se ha convertido en un gigantesco hipermercado de distribuci¨®n de coca¨ªna y hero¨ªna
La Ca?ada Real se extiende desde la autov¨ªa de Valencia (A-3) hasta la carretera a Perales del R¨ªo, en Getafe. Est¨¢ a la altura del kil¨®metro 14 de la A-3 y a ella se accede por el desv¨ªo hacia Valdeming¨®mez. Se trata de una enorme avenida de unos 15 kil¨®metros de largo a cuyos lados crecen construcciones ilegales. Desde el aire puede contemplarse con facilidad c¨®mo las parcelas son cada vez m¨¢s grandes. Los chal¨¦s son ampliados de forma que se crean peque?as urbanizaciones donde viven familias enteras. La mayor¨ªa cuenta con todo tipo de servicios, como agua, electricidad o gas. Y eso que las compa?¨ªas suministradoras no les facilitan los enganches porque est¨¢n en una zona prohibida.
Pero el sistema para defraudar a estas empresas es bien sencillo. En el caso de la luz, basta con lanzar un cable amarrado a una piedra a las torres de alta tensi¨®n y tener un transformador en la vivienda. Las conducciones de agua tampoco son un problema: se hacen enganches de una de grandes dimensiones (500 mil¨ªmetros) del Canal que discurre por la zona.Por la zona transcurre uno de los principales gaseoductos de abastecimiento de toda la ciudad. Las construcciones de la Ca?ada Real Galiana han sido levantadas sobre esta conducci¨®n, con el consiguiente riesgo de eventuales roturas o fugas y las consiguientes explosiones. "Cada vez que los t¨¦cnicos de Gas Natural tienen que hacer una revisi¨®n, tenemos una movida. Hay que mandar agentes de la Unidad de Intervenci¨®n Policial y entrar en las parcelas para revisarlas. Muchos vecinos dicen que por all¨ª no pasa nadie, por lo que nos toca discutir durante tiempo", comentan fuentes policiales de Villa de Vallecas.
Las ca?adas reales son zonas que cuentan con una especial protecci¨®n, lo que impide que se construya en ellas. Antiguamente serv¨ªan de paso al ganado trashumante. La que transcurre por Valdeming¨®mez es la Galiana, que nace en el sur de La Rioja y recorre las provincias de Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo y Ciudad Real. Alfonso X el Sabio prohibi¨® en 1273 que en estas v¨ªas se levantasen viviendas. Pero, en el caso de Madrid, esa prohibici¨®n no ha contado con ning¨²n tipo de control por parte de la Administraci¨®n, tanto municipal como regional.
La poblaci¨®n que vive en la Ca?ada Real es muy diversa. Abundan los espa?oles, los rumanos y los magreb¨ªes, seg¨²n los datos que maneja la polic¨ªa. Las primeras instalaciones que se ubicaron all¨ª son los talleres y algunas f¨¢bricas que est¨¢n pr¨®ximas a la autov¨ªa de Valencia, pero el terreno era gratuito, lo que produjo un efecto llamada.
Secado de basura
Las condiciones de salubridad son p¨¦simas. El hedor inunda todo a causa de la cercan¨ªa de una zona de secado de basura y del vertedero de Valdeming¨®mez. Las basuras se acumulan por cualquier rinc¨®n, al igual que los escombros. Las ratas llegan a las chabolas de algunos vecinos. Los malos olores se extienden hasta el barrio de Santa Eugenia (Madrid) y Coslada en cuanto corre la m¨ªnima brisa. Adem¨¢s, todo est¨¢ cubierto del polvo procedente de los descampados que la rodean.
Los altos cargos de la Jefatura Superior de Polic¨ªa llevan varios a?os denunciando el paup¨¦rrimo estado de la Ca?ada Real y los problemas de delincuencia que pueden generarse en el caso de que no se tomen medidas urgentes. Gran n¨²mero de narcotraficantes campan a sus anchas. "Lo ¨²nico que se puede hacer es una operaci¨®n a largo plazo y que se tomen medidas sociales, urban¨ªsticas y policiales para evitar mayor deterioro de la zona", concluyen. A la venta de droga se unen los vertidos ilegales y las naves dedicadas al despiece de veh¨ªculos robados.
Uno de los principales problemas de esta zona es el continuo trasiego de camiones cargados con contenedores de escombros que van a gran velocidad. La polic¨ªa ha llegado a contar hasta m¨¢s de 300 en un d¨ªa. Las casas est¨¢n construidas justo en el margen de la carretera, por lo que un simple descuido puede terminar con un mortal atropello. ?stos suelen darse con cierta periodicidad, seg¨²n fuentes policiales. El ¨²ltimo se produjo el pasado mes de noviembre, cuando Bel¨¦n, una ni?a de 11 a?os, muri¨® arrollada por un Ford Orion rojo cuyo conductor se dio a la fuga. "Los veh¨ªculos van a gran velocidad y los vecinos de la zona no tienen por d¨®nde cruzar. Basta para que un ni?o salga corriendo de su casa, sin darse cuenta, y se meta en la carretera", explican fuentes policiales.
Pero los menores tambi¨¦n conducen motos de media cilindrada o quad (veh¨ªculos todoterreno de cuatro ruedas), pese a no tener carn¨¦ para ello. Van sin cascos y cogen grandes velocidades ante la mirada impasible de sus mayores. Se trata de los ¨²ltimos modelos que hay en el mercado, con los mejores motores y prestaciones. "?se es s¨®lo un ejemplo del dinero que se mueve en esta zona. Les ves que d¨ªa a d¨ªa tienen m¨¢s dinero y que lo gastan en lo ¨²ltimo", explica un mando policial de la comisar¨ªa del distrito de Villa de Vallecas.
Barrizales
Y es que la Ca?ada Real se caracteriza por los grandes contrastes. Si en la parte baja o media de esta enorme avenida se ven veh¨ªculos de lujo a las puertas de los chal¨¦s, en la parte superior, pasada la incineradora, el camino se convierte en inaccesible salvo en todoterreno. "Es tan peligroso que cuando llueve no podemos entrar ni con esos veh¨ªculos. Las ruedas empiezan a patinar y no se avanza ni hacia adelante ni hacia atr¨¢s", explican mandos policiales.
En la parte baja abundan los chal¨¦s a todo lujo, que se han convertido en aut¨¦nticas mansiones. Muchas de ellas cuentan con los ¨²ltimos adelantos, como sistemas de alarma contratados con reconocidas empresas del sector o con antenas parab¨®licas, que surgen por doquier.
Frente a esta opulencia, tambi¨¦n est¨¢ la mayor pobreza que se pueda ver en Madrid. Unos 250 metros alejados de la propia ca?ada, junto a una torre de alta tensi¨®n, viven unos inmigrantes rumanos en unas chabolas rodeadas de escombros. Los ni?os deambulan desnudos, sucios, pero con una sonrisa en la cara. "S¨ª, vamos al colegio", miente uno de ellos a los polic¨ªas. La basura les invade.
De hecho, donde m¨¢s se trafica con droga es en la parte baja y media de la ca?ada. La se?al que utilizan los vendedores es muy simple. Una hoguera encendida en la puerta de la casa indica a los compradores que hay coca¨ªna o hero¨ªna. El precio del estupefaciente es similar al de Las Barranquillas, el mayor poblado de venta de droga de Europa. Una micra de droga (una dosis) cuesta unos seis euros, seg¨²n fuentes policiales.
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