La Amazonia pierde una extensi¨®n similar a Galicia en un a?o

La selva amaz¨®nica perdi¨® en el ¨²ltimo a?o m¨¢s 26.000 kil¨®metros cuadrados de selva, la cifra m¨¢s alta desde 1995. El terreno deforestado supone menos del 1% de la superficie de Brasil, uno de los pa¨ªses m¨¢s grandes del planeta, pero implica que en el ¨²ltimo a?o perdi¨® una superficie similar a la de Galicia; o lo que es lo mismo, la selva pierde una superficie de cinco campos de f¨²tbol cada minuto. El Gobierno brasile?o ha reconocido su preocupaci¨®n por esta tendencia.

La destrucci¨®n de la Amazonia brasile?a, patrimonio de la Humanidad por su riqueza de agua, ox¨ªgeno, biodiversidad y piedras preciosas, creci¨® un 6% de agosto de 2003 a agosto de 2004, superando las previsiones del Gobierno del presidente Lula, que esperaba un aumento mucho menor. Seg¨²n el sat¨¦lite del Instituto Nacional de Investigaci¨®n Espacial, la superficie destruida es de 26.130 kil¨®metros cuadrados, contra los 24.597 del a?o anterior. El Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) afirma que la deforestaci¨®n de la Amazonia alcanza el 17,5% de la selva.

La destrucci¨®n en el ¨²ltimo a?o no ha sido, sin embargo, homog¨¦nea. Ha disminuido por ejemplo en cuatro de los seis estados de la Amazonia, aunque creci¨® brutalmente en dos de los m¨¢s importantes: as¨ª, un 20% en Matogrosso, con un total de 12.586 kil¨®metros cuadrados destruidos, y un 23% en Rondonia con 4.141 kil¨®metros cuadrados afectados.

La primera persona sorprendida del aumento inesperado de la destrucci¨®n ha sido la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que afirm¨® estar inquieta con el dato. Seg¨²n Silva, los esfuerzos realizados por Gobierno de Lula en defensa de la Amazonia "a¨²n no se est¨¢n viendo". El Gobierno piensa llegar a los 247.000 kil¨®metros cuadrados de bosque protegido. La ministra quiso dejar constancia de que la salvaguarda de la Amazonia "es una prioridad".

Seg¨²n Silva, ni siquiera las ¨¢reas de protecci¨®n previstas por el Gobierno ser¨¢n suficientes para detener esa destrucci¨®n continua de la Amazonia si no hay una lucha sin cuartel contra todos los que est¨¢n empe?ados en enriquecerse il¨ªcitamente con ese capital universal, como ciertos agricultores, madereros y buscadores de diamantes, que llegan a corromper a los indios de las grandes reservas para asegurarse la impunidad.

Los especialistas medioambientales en Brasil no dudan de la buena fe de la ministra -un personaje emblem¨¢tico en la defensa de la naturaleza- al

hacer estas declaraciones, pero en sus comentarios han manifestado su escepticismo al apuntar el aislamiento de Silva dentro del Gobierno, donde ya ha perdido varias batallas importantes.

La organizaci¨®n ecologista Greenpeace se?al¨® que la puesta en cultivo de terrenos de selva (principalmente para plantar soja) y la tala ilegal son los principales culpables de la deforestaci¨®n. Seg¨²n Greenpeace, Brasil es el segundo pa¨ªs suministrador de soja a Espa?a y el segundo proveedor de madera aserrada tropical de la industria espa?ola.