Entre el 11-S y el 11-M
Los ¨²ltimos cuatro a?os han sido un periodo de cambios convulsos. De igual manera, los diez a?os anteriores, los que mediaron entre el desmoronamiento de la URSS en 1991 y el atentado del 11 de septiembre de 2001, fueron de relativa calma, con la excepci¨®n de las guerras en la antigua Yugoslavia. La historia parece moverse a trompicones.
Una forma de intentar entender la magnitud de lo que est¨¢ ocurriendo es empezar por leer 11-S. El informe (Paid¨®s), un extracto del texto redactado por la comisi¨®n del Congreso de Estados Unidos. En el documento se confecciona una narraci¨®n minuto a minuto del secuestro de los cuatro aviones y se investigan los pormenores de la actuaci¨®n de las distintas agencias de seguridad estadounidenses, de su Ej¨¦rcito y de su Administraci¨®n. Una conclusi¨®n terrible se desprende de la lectura: no hay forma de protegerse por completo de unos terroristas lo suficientemente crueles. Eso es algo que Pilar Manj¨®n, de la Asociaci¨®n 11-M. Afectados de Terrorismo, sabe de coraz¨®n. El discurso que ley¨® ante la comisi¨®n del Congreso, publicado con el t¨ªtulo Se?or presidente (Pen¨ªnsula), tuvo la virtud de remover conciencias y sirvi¨® de inc¨®moda denuncia frente a las conductas fariseas.
Entre un atentado y otro, entre la matanza de Nueva York y la de Madrid, otra masacre mayor, m¨¢s lenta y duradera, comenz¨® a tomar forma en Irak. En Obediencia debida: del 11-S a las torturas de Abu Ghraib (Aguilar), el prestigioso y pol¨¦mico periodista Seymour M. Hersh examina las mentiras y manipulaciones tejidas por el presidente de Estados Unidos y su Administraci¨®n. El esc¨¢ndalo de torturas descubierto en la prisi¨®n de Abu Ghraib, para el que Hersh ofrece una sugerente interpretaci¨®n, se convierte en s¨ªmbolo de la debilidad moral de la primera potencia del planeta.
El grupo de expertos convocados por la Fundaci¨®n Century, bajo la batuta de Richard A. Clarke, coincide con Hersh en la necesidad de actuar atendiendo a la moralidad al mismo tiempo que a la eficacia. C¨®mo derrotar a los yihadistas. Un plan de acci¨®n (Taurus) propone actuar contra el terrorismo teniendo en cuenta la existencia de una estructura de c¨ªrculos conc¨¦ntricos. En el m¨¢s interno se encuentran unos pocos miles de militantes de Al Qaeda, en el exterior, unos cientos de millones de simpatizantes musulmanes.
Este ciclo de terror no terminar¨¢, sin embargo, hasta que la poblaci¨®n mundial encuentre la manera de proteger sus propios intereses frente a los terroristas y la l¨®gica depredadora de los Estados m¨¢s poderosos. En La sociedad civil global (Tusquets), Mary Kaldor estudia c¨®mo desde finales del siglo XX ha ido creciendo una red de alianzas a escala planetaria entre asociaciones voluntarias que, pese a no disponer de voto, se han convertido en una voz influyente en la pol¨ªtica mundial.
Partiendo de una orientaci¨®n y un marco anal¨ªtico distinto, los profesores Michael Hardt y Antonio Negri auguran en Multitud (Debate) que la interconexi¨®n profunda que facilita la globalizaci¨®n puede dar lugar a un tipo de democracia nunca vista hasta ahora. Un sisitema que frene la l¨®gica del terror.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.