Portland remata en Le¨®n
El conjunto navarro gana el t¨ªtulo pese a la presi¨®n del Ciudad Real
De nada le sirvi¨® al Ciudad Real su sprint final en la Liga de balonmano. Tras la tunda que le dio el equipo manchego la jornada anterior en Pamplona, el Portland San Antonio control¨® los nervios y se proclam¨® campe¨®n con un punto de ventaja al vencer (24-27) en la dif¨ªcil cancha del Ademar Le¨®n.
La contundencia en el ataque de Garralda, el muro que levant¨® Lozano en la defensa -Zupo Equisoain contarrest¨® la velocidad de los campeones de la Recopa con un esquema t¨¢ctico de 6-0- y la soberbia actuaci¨®n de Hvdit en la porter¨ªa neutralizaron a los correcaminos de Manolo Cadenas.
Juan¨ªn Garc¨ªa y sus cambios de ritmo fueron la ¨²nica respuesta que encontr¨® el cuadro navarro en su sufrido camino hasta su segundo t¨ªtulo liguero. La reacci¨®n del mejor jugador del mundo fue tan insuficiente que su equipo nunca fue por delante. Aunque redujo a un gol (20-21) la ventaja forastera a falta de diez minutos, el Portland cort¨® la remontada cerrando espacios y acelerando a fondo.
El Ademar, sin velocidad, no es nada. Con los hados y la fe ciega de sus compa?eros de su parte, la intimidaci¨®n del portero dan¨¦s, jaleado por los 150 navarros desplazados a Castilla y Le¨®n, fue determinante.
En la otra Castilla, el Ciudad Real cumpli¨® con su parte y super¨® con abundancia al Teucro (36-25). Fue una victoria muda, con el Quijote Arena pendiente de los garbanzos que se coc¨ªan en el Norte. M¨¢s celebrados fueron los ¨¦xitos en Barcelona (25-27) y Pamplona (24-27), que hasta el final mantuvieron intactas las posibilidades del defensor de la corona.
La muerte en noviembre de su guardameta Vlad¨ªmir Rivero y la eliminaci¨®n a manos del Barcelona en la Champions, en el ¨²ltimo bal¨®n, apuntaban a una campa?a para el olvido. El triunfo en Le¨®n, proeza que s¨®lo hab¨ªa conseguido el Valladolid, le sirvi¨® al Portland para renovar su t¨ªtulo de 2002, cuando tambi¨¦n se llev¨® la Copa de Europa.Richardon gan¨® un t¨ªtulo el a?o de su despedida. Duisheb¨¢ev, que cuando pierde no pega ojo, ya s¨®lo los podr¨¢ lograr como entrenador.
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