La Generalitat y la energ¨ªa: ?continuidad o cambio?

Con la pol¨¦mica suscitada en torno a la construcci¨®n de la l¨ªnea de alta tensi¨®n en las comarcas de Girona corremos el riesgo de desvirtuar un debate m¨¢s amplio, m¨¢s profundo y necesario, sobre el modelo energ¨¦tico del que debe dotarse Catalu?a para afrontar las pr¨®ximas d¨¦cadas. La elaboraci¨®n de un nuevo Plan de Energ¨ªa por parte de la Generalitat marca, en este sentido, un momento crucial, pues evidenciar¨¢ si el Gobierno catal¨¢n apuesta por una aut¨¦ntica transformaci¨®n presidida por criterios sostenibilistas o por una pol¨ªtica de maquillaje medioambiental, de disimulado continuismo del modelo implantado por el Gobierno anterior.

No se trata de un asunto menor. La planificaci¨®n de los sistemas de generaci¨®n, transporte y consumo de energ¨ªa es uno de los principales y m¨¢s complejos retos que afronta nuestra sociedad, edificada sobre una nociva asociaci¨®n entre el crecimiento econ¨®mico y un sostenido incremento del consumo energ¨¦tico. Es este planteamiento, que debemos esforzarnos en desactivar, el que lleva a algunos sectores pol¨ªticos y econ¨®micos a preocuparse s¨®lo por garantizar la generaci¨®n de energ¨ªa suficiente para responder a una demanda que crece de manera ilimitada. El debate, pues, no es sencillo, ya que requiere cuestionar radicalmente las bases de un pensamiento desarrollista muy arraigado, encabezado por el liberalismo, pero que fue asumido tambi¨¦n por el marxismo, que planteaba el problema del reparto del crecimiento sin tener en cuenta que el consumo de recursos es limitado.

Justamente por ello, nos apremia la necesidad de definir una planificaci¨®n energ¨¦tica, a medio y largo plazo, que nos dote de instrumentos suficientes para quebrar esta tendencia, de forma que las pol¨ªticas de energ¨ªa promovidas por las administraciones p¨²blicas no se limiten a gestionar una realidad instalada, sino que tengan la capacidad de alterarla. Necesitamos que desde la Generalitat se impulse una aut¨¦ntica transici¨®n hacia un modelo que no olvide, adem¨¢s, que la nueva cultura de la energ¨ªa no puede limitarse, como ha venido siendo habitual, a la generaci¨®n de electricidad. La lucha contra el cambio clim¨¢tico, la mejora de la calidad de vida y el incremento de nuestra competitividad requieren de un plan energ¨¦tico que incorpore a los sectores altamente consumidores de energ¨ªa como el transporte, el residencial y el terciario, y que establezca como primera prioridad un ambicioso plan de choque para el ahorro y la eficiencia energ¨¦tica.

En este contexto, el nuevo Plan de Energ¨ªa del Gobierno catal¨¢n debe prever un horizonte delimitado para el cierre de las centrales nucleares, sin que ello comporte un incremento autom¨¢tico en el consumo de las energ¨ªas f¨®siles, sentenciadas por una ineludible fecha de caducidad y por un aumento exponencial de su coste. Para ello, hay que prever la instalaci¨®n de un n¨²mero limitado de centrales t¨¦rmicas de ciclo combinado que garanticen la funci¨®n del gas como energ¨ªa de transici¨®n hacia el predominio de las renovables, nunca de sustituci¨®n de la energ¨ªa nuclear o de origen f¨®sil.

Es imprescindible, por ello, una firme apuesta en paralelo por el desarrollo de las energ¨ªas renovables y, sobre todo, por el impulso de medidas de ahorro y de eficiencia energ¨¦tica, donde tenemos un largu¨ªsimo camino por recorrer. Hay que acercar la producci¨®n de energ¨ªa a su lugar de consumo para evitar las colosales p¨¦rdidas que se registran hoy. En este sentido, la idea de surtir las comarcas de Girona con energ¨ªa transportada desde centrales nucleares francesas o desde Vandell¨°s es, sencillamente, irracional. Debemos reforzar la red de media y baja tensi¨®n, absolutamente precaria en esta zona, en lugar de apostar por una l¨ªnea de 400 kilovoltios, con un enorme impacto sobre el territorio y que no se justifica por la llegada del AVE, ya que una potencia de 220 kilovoltios es suficiente para garantizar su alimentaci¨®n.

Catalu?a tiene hoy la ocasi¨®n de encabezar un cambio de modelo, apostando con coraje por el desarrollo de la energ¨ªa solar, por la implantaci¨®n de parques e¨®licos, por la utilizaci¨®n de la biomasa y la puesta en marcha de serias medidas de ahorro y eficiencia. En todos estos ¨¢mbitos, Barcelona ha sido ya pionera, promoviendo iniciativas como la ordenanza que dispone el uso de la energ¨ªa solar t¨¦rmica en casi todos los edificios nuevos y rehabilitados en la ciudad. Desde la Agencia de Energ¨ªa de Barcelona impulsamos, asimismo, uno de los proyectos de mayor envergadura en materia de eficiencia energ¨¦tica, que prev¨¦ el aprovechamiento del fr¨ªo residual generado por la regasificadora.

Celebramos que ahora la sinton¨ªa con el Gobierno de la Generalitat nos facilite el camino y nos permita ir m¨¢s all¨¢, pues el desarrollo alcanzado por la tecnolog¨ªa, acompa?ado de voluntad pol¨ªtica y de alianzas con los sectores econ¨®micos y los movimientos ecologistas, nos sit¨²a ante un horizonte prometedor que no nos podemos permitir desaprovechar.

Imma Mayol es tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona.