M¨¢s rica y desigual, y menos productiva
La cartograf¨ªa desplegada la pasada semana por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) con la nueva Contabilidad Nacional traza el mapa de una Espa?a m¨¢s rica en t¨¦rminos globales, de parecida renta per c¨¢pita, en la que la inmigraci¨®n juega un extraordinario papel en la dinamizaci¨®n econ¨®mica, pero tambi¨¦n en la que los salarios de los trabajadores pierden peso respecto a los beneficios empresariales, y que se debilita dentro del concierto de las naciones m¨¢s ricas del mundo (las que forman la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico) en lo que se refiere a la productividad del trabajo.
La Contabilidad Nacional ha aflorado casi 40.000 millones de euros en 2004, lo que significa que nuestro pa¨ªs vio crecer su PIB un 3,1% (tres d¨¦cimas m¨¢s de lo que se cre¨ªa), lo que la pone en el pelot¨®n de cabeza de Europa. Y ello fundamentalmente debido a la contribuci¨®n de un mill¨®n de empleos que estaban sumergidos. En los cinco ¨²ltimos a?os el PIB creci¨® un 4,9% m¨¢s de lo que estaba contabilizado. Como ello se ha debido a un mayor n¨²mero de ciudadanos que forman parte de la poblaci¨®n activa, la renta per c¨¢pita apenas se ha alterado.
Es muy significativo el papel de la inmigraci¨®n en todos los documentos que est¨¢ revisando el INE: la Contabilidad Nacional, la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) o el padr¨®n municipal de 2004 (cuyo incremento de la poblaci¨®n respecto al anterior todav¨ªa no se recoge en la contabilidad). Los extranjeros con papeles en Espa?a llegan al 8,4% de la poblaci¨®n total (3,7 millones), lo que significa que en porcentaje hemos superado a pa¨ªses tradicionalmente de acogida como Francia (el 8%). Nos acercamos a Alemania (9%) y a Austria (9,2%), estamos muy cerca de B¨¦lgica (8,7%) y hace rato que superamos a Suecia (5%), Dinamarca (4,8%), Holanda (4%), Reino Unido (3,5%) o Italia (2,5%). En 10 a?os, el n¨²mero de inmigrantes en Espa?a se ha multiplicado por siete. M¨¢s o menos, a lo largo de lo que va de siglo XXI, Espa?a ha aumentado anualmente su poblaci¨®n a un ritmo de un mill¨®n de personas. Espa?a se repuebla. Sin duda, ¨¦ste es el factor sociol¨®gico m¨¢s significativo del ¨²ltimo medio siglo: pasar de una sociedad de emigrantes a una sociedad de inmigraci¨®n, "r¨¢pida, intensa, importante e inesperada", en palabras de la directora del INE, Carmen Alcaide.
Son estos inmigrantes los que han hecho aumentar la riqueza, el consumo, la vitalidad de la construcci¨®n o los servicios, y mejorar el balance de la Seguridad Social.
Pero no todos los datos de la Contabilidad Nacional son igual de positivos. Si se desagregan las cifras, resulta que los trabajadores son la parte menos beneficiada por el incremento global de la riqueza del pa¨ªs. La remuneraci¨®n por asalariado crece menos de lo que se estimaba (seguramente porque la mayor parte de los inmigrantes trabajan por sueldos m¨¢s bajos): de representar un 49,3% del PIB se pasa a un 47,7%. Y al rev¨¦s, los beneficios empresariales crecieron dos puntos m¨¢s del PIB, hasta el 41,8% del total del mismo.
El otro gran problema es la productividad (el cociente que resulta de dividir el valor total de la producci¨®n -el PIB- por el n¨²mero de personas empleadas o por el n¨²mero de horas trabajadas), que est¨¢ creciendo s¨®lo al 0,4% anual, unas d¨¦cimas a¨²n menos de lo que se estimaba. Seg¨²n uno de los ¨²ltimos trabajos de la OCDE, Espa?a es, despu¨¦s de M¨¦xico, la econom¨ªa de los 30 pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo con una menor tasa de crecimiento de la productividad en los ¨²ltimos 10 a?os (en ese documento se estimaba que crec¨ªa al 0,6%). El Gobierno socialista gan¨® las elecciones generales con un norte econ¨®mico: "Un nuevo modelo de crecimiento equilibrado y duradero basado en la productividad", en palabras de Rodr¨ªguez Zapatero. La productividad espa?ola est¨¢ creciendo, pues, un 0,4%, frente al 1,7% de promedio en los 15 a?os anteriores a la llegada del Partido Popular al poder en 1996. Este elemento deviene en la principal hipoteca para el futuro de una econom¨ªa, la espa?ola, que es m¨¢s grande pero tambi¨¦n m¨¢s desequilibrada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.