Voz y arte

Lleno a rebosar en el Espa?ol, y todo el p¨²blico -todo- acab¨® en pie. Es la fuerza de Falete, que tiene tir¨®n, que arrebata desde el primer momento. La verdad es que, adem¨¢s, canta. Tiene una voz llena, rica en matices, de gran expresividad. Cuando la abre y la lanza a pleno pulm¨®n el teatro se viene abajo.

Pero no es s¨®lo cuesti¨®n de voz. Como excelente int¨¦rprete de la copla, Falete interpreta con dedicaci¨®n lo que canta. Lo vive, lo siente como propio. Y de algunos temas hace verdaderas creaciones. La Salvaora, por ejemplo, en la que apura de manera dram¨¢tica tantos elementos proclives a la tragedia. Una tragedia sencilla y f¨¢cilmente entendible, pero por ello mismo de una gran efectividad. As¨ª es la copla, as¨ª debe ser la copla, directa y contundente, sin medias tintas.

Casi todo tuvo esa rara intensidad que hoy d¨ªa ya casi nunca se encuentra. Payaso, Amar duele, Ay pena, penita, pena son otros t¨ªtulos que Falete hace de manera impecable. Hay cosas que no se pueden interpretar mejor, ni con m¨¢s verdad. Le ayuda su presencia ambigua y equ¨ªvoca, que deja poco lugar a la duda. Pero sobre todo esa voz tan rotunda, tan genuinamente coplera.