Los abismos emocionales de Antony and The Johnsons
El m¨²sico presenta en Espa?a y Portugal el ¨¢lbum 'I am a bird now'y su cabar¨¦ neoyorquino
Es el artista de moda. Anthony Hegarty (conocido como Antony) ha causado gran conmoci¨®n con su ¨²ltima entrega discogr¨¢fica, I am a bird now, una obra melodram¨¢tica desde su portada: un retrato de Candy Darling, figura del clan de Andy Warhol, en su lecho de muerte. Aunque ya actu¨® acompa?¨¢ndose al piano en su visita de marzo, est¨¢ realizando su primera gira espa?ola con su grupo de c¨¢mara, que termina hoy en Barcelona en el marco del festival Primavera Sound. Hasta ahora, todo han sido llenos y la demanda ha sido tal que hay p¨²blico espa?ol que planea desplazarse hasta sus conciertos de Portugal: Oporto (29 de mayo), Famalic?o, (30) y Lisboa (31).
Antony est¨¢ encantado de la atenci¨®n: no ocurri¨® algo parecido cuando vino anteriormente, como telonero de Coco Rosie o como vocalista de Lou Reed. Todav¨ªa no hab¨ªa llegado I am a bird now (Secretly Canadian/Green UFOs), ni ocurrido el deslumbramiento colectivo por esos dramas emocionales desarrollados con una voz a medio camino entre Jimmy Scott y Nina Simone. Estamos ante un genuino fen¨®meno medi¨¢tico, impulsado por Siglo 21, el programa de Radio 3, y amplificado desde reportajes donde le describieron (torticeramente) como un transexual. ?Hay que echar las campanas al vuelo o hacer sonar la alarma contra espejismos colectivos?
Antony no tiene teor¨ªas sobre el impacto de I am a bird now: "Yo era antes m¨¢s teatral, aqu¨ª he decidido mostrar mi intimidad. Soy un afortunado por poder escenificar mis dudas y mis traumas... ?o los de mis amigos! Quiz¨¢ los que vienen a verme no hayan pensado nunca en el masoquismo o en el cambio de sexo, pero mis canciones les dan permiso para desnudar su alma. Chicos y chicas terminan llorando y eso est¨¢ bien: yo tambi¨¦n soy muy llor¨®n".
Fuera de los focos, Antony es un gigante desgarbado y bonach¨®n. Lleva su peluca del color del plumaje del cuervo y ropa muy usada. Atiende cort¨¦s a los fot¨®grafos: por ejemplo, no cuesta convencerle para que pose en la ba?era de la suite de su hotel ("pero, ?me tengo que desnudar?").
Nacido en Chichester (Reino Unido) en 1971, los trabajos de su padre, ingeniero, le llevaron a Estados Unidos. Creci¨® en California y encontr¨® su para¨ªso en Nueva York: "Lo que me ofreci¨® fue una comunidad de artistas y de gente que me tolera tal y como soy".
Sus primeros h¨¦roes fueron ambiguos cantantes brit¨¢nicos: "Cuando vives la adolescencia con conflictos de identidad, es bueno tener modelos positivos. Boy George era un gay que triunfaba y que super¨® todos los horrores de su ca¨ªda, cuando se hizo, bueno, ya sabes, yonqui; yo empec¨¦ a cantar frente a una foto suya, en mi habitaci¨®n. Musicalmente, quiz¨¢ me interesaba m¨¢s Marc Almond, que hac¨ªa pop electr¨®nico pero tambi¨¦n cantaba a Jacques Brel. Adem¨¢s, Marc era un explorador sexual, iba adonde pocos se atrev¨ªan. Cuando llegu¨¦ a Manhattan, todo lo ve¨ªa a trav¨¦s de sus canciones, aunque ¨¦l conoci¨® una ciudad mucho m¨¢s salvaje, cuando todav¨ªa no se sab¨ªa nada del sida".
El mejor p¨²blico
Oficialmente, Antony estudiaba arte dram¨¢tico en la Universidad de Nueva York. En realidad, se sumergi¨® en la vida nocturna. A fondo. Ejerci¨® de cantante, disfrazado de drag queen, en el Pyramid Club, bajo el alias de Fiona Blue, y fue integr¨¢ndose en la f¨¦rtil escena del cabar¨¦ m¨¢s underground: "Nueva York es la mejor escuela. Tienes que acostumbrarte a ganar a un p¨²blico que te responde, que te insulta, que suele haber bebido demasiado. Pero, ?ah!, cuando te les has ganado, son el mejor p¨²blico. Lo que quer¨ªamos era cambiar radicalmente el repertorio del cabar¨¦: pasar de Cole Corter a Donny Hathaway".
Los primeros en aprovechar su arte y su personaje fueron los cineastas: Antony aparece en pel¨ªculas como Animal factory, de Steve Buscemi, y Wild side, de S¨¦bastien Lifshitz. Llam¨® la atenci¨®n del m¨¢s inquieto de los productores, Hal Willner, que le implic¨® en sus espect¨¢culos de recreaciones del repertorio de Neil Young o Leonard Cohen: "He terminado reemplazando en algunos conciertos a Laurie Anderson, no me preguntes el motivo".
Antony evita hablar demasiado del hombre de Laurie, Lou Reed, tambi¨¦n publicista de su arte: "Cuando me repiten lo que cuentan sobre m¨ª Lou o Rufus Wainwright, me siento orgulloso pero me parece que hay un malentendido. Son colegas de profesi¨®n pero yo no estoy en su mundo. Mi gente son mucho m¨¢s desconocidos, son pintores, actores, compositores de ambient. Artistas que est¨¢n intentando abrirse paso: el mero hecho de sobrevivir en Manhattan ya es un triunfo. Yo sigo viviendo en un apartamento de una sola habitaci¨®n en la zona baja de la isla. La movilidad es el mayor lujo para un neoyorquino".
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