EL PA?S ofrece ma?ana un completo 'Atlas hist¨®rico'
El volumen complementa los 20 tomos de la 'Historia Universal'
Tras la aparici¨®n de los 20 libros que conforman la colecci¨®n de la Historia Universal que EL PA?S ha ofrecido a sus lectores, ma?ana se podr¨¢ adquirir un complet¨ªsimo Atlas hist¨®rico con m¨¢s de un centenar de mapas por 9,95 euros al adquirir el ejemplar dominical. La obra continuar¨¢ con tres tomos, que aparecer¨¢n en domingos sucesivos, y que consistir¨¢n en un Diccionario hist¨®rico en dos vol¨²menes y una detallada cronolog¨ªa.
El estudio de la historia es imposible de entenderlo si no va acompa?ado de los correspondientes mapas y planos que aclaran e ilustran los cambios en la geograf¨ªa pol¨ªtica de una zona, el itinerario de una invasi¨®n o exploraci¨®n, la formaci¨®n o destrucci¨®n progresiva de un imperio, los avatares de una guerra o los accidentes costeros que dificultan la navegaci¨®n. A su vez, la cartograf¨ªa ha desarrollado un papel fundamental para los trabajos de la administraci¨®n y de la ciencia.
Todos los pueblos y civilizaciones han sentido la necesidad de reflejar gr¨¢ficamente en un espacio de dimensiones reducidas los fen¨®menos espaciales de la realidad. No han sido excepci¨®n las culturas sin escritura. Por ejemplo, en Bedolina, localidad del norte de Italia, se ha conservado lo que a todas luces es un mapa grabado en una roca, que se data en la edad del bronce.
De ¨¦poca prehist¨®rica son lo que se puede llamar cartas n¨¢uticas realizadas en madera por los nativos de las islas Marshall. Tambi¨¦n, la representaci¨®n de la cuenca fluvial del Misisip¨ª-Misuri o el C¨®dice Mendoza, que refiere la fundaci¨®n y la historia de Tecnochtitl¨¢n, sobre la que se construy¨® la moderna Ciudad de M¨¦xico.
El primer mapa que se conserva de lo que ahora es Espa?a es del siglo I antes de Cristo y se conoce como el P¨¢piro de Artemidoro. Fue encontrado a principios de los a?os noventa en un basurero egipcio. Se estima que se confeccion¨® en Alejandr¨ªa y su autor, Artemidoro de ?feso, viaj¨® por todo el mundo conocido de su ¨¦poca. Relat¨® su experiencia en el p¨¢piro, que se abre con una presentaci¨®n de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. El autor habla del pa¨ªs llamado Hispania o Iberia, que va de Gades (C¨¢diz) hasta los Pirineos y que los romanos han dividido en dos provincias: una que engloba el territorio entre las citadas monta?as, Cartago Nova y las fuentes del Betis (Guadalquivir); la otra llega hasta Gades e incluye la Lusitania. Esta explicaci¨®n queda ilustrada con un mapa de unos 95 cent¨ªmetros de longitud por 32 de alto. En ¨¦l aparecen con nitidez las calzadas romanas, los r¨ªos -sin la toponimia, lo que indicar¨ªa que la obra no fue terminada- y la localizaci¨®n de algunas ciudades que se intuye que pueden ser Oxama (Osma), Septimanca (Simancas) y Segovia. Esta joya de la cartograf¨ªa se conserva en el Museo Egipcio de Tur¨ªn, que lo adquiri¨® hace un a?o en una subasta.
En el otro extremo del tiempo hist¨®rico y de la tecnolog¨ªa se encuentra el mapa en tres dimensiones de la Tierra, que acaba de completar la NASA y que es de uso p¨²blico. Durante cuatro a?os, un equipo de expertos del Laboratorio de Propulsi¨®n a Chorro de ese organismo norteamericano, en colaboraci¨®n con la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial de Estados Unidos, ha recogido y ordenado los datos transmitidos por el transbordador espacial Endeavour.
El resultado ha sido que ahora se pueden apreciar accidentes geogr¨¢ficos que eran normalmente no visibles por las condiciones atmosf¨¦ricas, y permitir¨¢n navegar por el 80% de la superficie terrestre a trav¨¦s de im¨¢genes con una resoluci¨®n que va de los 30 a los 90 metros en horizontal y entre 6 y 16 metros en vertical. Mayores resoluciones estar¨¢n a disposici¨®n de los usos militares y, previo pago, de los cient¨ªficos. Para dar una idea del volumen de informaci¨®n procesado, el material equivale a lo que pueden almacenar 20.000 discos compactos y es similar a los fondos que contiene la Biblioteca del Congreso. Los mapas en tres dimensiones tendr¨¢n una gran utilidad en el caso de cat¨¢strofes naturales o permitir¨¢n a la telefon¨ªa m¨®vil saber d¨®nde tiene que colocar los postes. Un largo camino recorrido desde la prehistoria.
Los mapas
El Atlas de la Historia Universal comienza con mapas sobre la evoluci¨®n de la corteza terrestre y la expansi¨®n de los hom¨ªnidos y termina con otro que explica y aclara los acuerdos comerciales y las organizaciones supranacionales para la globalizaci¨®n.
El libro consta de catorce cap¨ªtulos con sus correspondientes textos, que complementan la explicaci¨®n de los mapas hist¨®ricos. La cartograf¨ªa no s¨®lo se refiere a los grandes acontecimientos, sino que tambi¨¦n entra en los peque?os detalles. As¨ª, al estudiar la cultura mic¨¦nica puede apreciarse en un mapa su extensi¨®n en el tiempo, pero no olvida el plano del palacio minoico de Cnosos.
Si resulta siempre fatigosa la lectura de un texto de lo que fueron, por ejemplo, las primeras civilizaciones de los sumerios y los acadios, un simple vistazo del mapa referido a esa ¨¦poca permite comprender el territorio por el que fueron creciendo y donde comenz¨® cada una. Y lo mismo ocurre con el mapamundi del comercio mundial.
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