A rectificar
El fracaso cosechado con el Consejo Audiovisual ha tenido, pese a todo, una virtud para los andalucistas y, m¨¢s en concreto, para su secretario general, Juli¨¢n ?lvarez. Su decisi¨®n de desmarcarse del acuerdo que se hab¨ªa suscrito anteriormente con el PSOE e IU, apelando a la necesidad de que hubiera consenso como condici¨®n indispensable a la hora de configurar este ¨®rgano, se ha visto, a la larga, como la m¨¢s acertada a pesar del riesgo que corr¨ªa de quedarse fuera del mismo y del desgaste que supon¨ªa,igualmente, no asumir compromisos adquiridos por su partido con anterioridad.
Este asunto, adem¨¢s, les ha deparado la ocasi¨®n para que aflore en su plenitud la crisis larvada existente en dicho partido y que, de no mediar una causa externa como ¨¦sta, amenazaba con prolongarse a lo largo de la legislatura. Se han precipitado los acontecimientos descubriendo excesivamente pronto los cr¨ªticos sus cartas, lo que le da oportunidad a ?lvarez para plantarse y exigir una m¨ªnima lealtad, algo que hasta ahora le niegan los que perdieron el congreso de Torremolinos. De esta forma, la inclusi¨®n entre los nombres propuestos por parte del PSOE de Javier Aroca, ex n¨²mero dos de Antonio Ortega, se ha comprobado, no ya como una torpe maniobra de los socialistas, sino como una espl¨¦ndida oportunidad para que, si ten¨ªan algo de raz¨®n en ese sector d¨ªscolo, la hayan perdido definitivamente al abrigar esta fatal jugada.
De ah¨ª que una vez que se dieron cuenta del error se apresuraran a rectificar haciendo el rid¨ªculo, ya que su af¨¢n no era otro m¨¢s que el de no contaminar el arranque de ese grupo de opini¨®n que quieren poner en marcha. Est¨¢n m¨¢s cerca que nunca del abismo, por lo que no se puede descartar que en los pr¨®ximos d¨ªas veamos haciendo las maletas como portavoz del grupo andalucista a Jos¨¦ Calvo a quien, en todo caso, resulta muy dif¨ªcil imaginar protagonizando su huida a un hipot¨¦tico grupo mixto que podr¨ªa integrar junto a Miguel Romero y Antonio Moreno.
Pero puestos a rectificar es el PSOE quien debe hacerlo con mayor prontitud. Ha de servirle de escarmiento el tropez¨®n cometido. Se ha dado cuenta, quiz¨¢ demasiado tarde, de que con Izquierda Unida no puede ir ni a la esquina m¨¢s pr¨®xima. De nada sirve llegar a acuerdos con su coordinador general, Diego Valderas, si luego ¨¦ste es incapaz de hacerlos cumplir por parte de los suyos.
Y en cuanto al PP, es escasa la renta pol¨ªtica que pueda obtener de este l¨ªo, m¨¢xime si se tiene presente que ofrecieron no hacer m¨¢s guerra del asunto si le daban a cambio tres sillones en el consejo. Este singular cambalache daba cuenta de la altura de miras con la que afrontaban este proceso los populares, por lo que no nos debe extra?ar nada de lo sucedido hasta ahora. El par¨®n impuesto debe servir, tambi¨¦n, para perfilar mejor la propuesta de candidatos a formar parte de dicho Consejo, eliminando cualquier duda sobre la idoneidad de algunos de los nombres que se han barajado.
Pero para pulso el que ha perdido Miguel Castillejo, quien abandona la presidencia de Cajasur. Dice que lo hace en cumplimiento de las normas impuestas por su obispo, Juan Jos¨¦ Asenjo. Tan disciplinada respuesta nada tiene que ver con lo que afirmaba apenas unos meses atr¨¢s cuando aseguraba que estar¨ªa al frente de la caja "hasta que Dios le diera fuerzas".
Pues bien, parece que las fuerzas se han agotado, por lo que se va y Cajasur pasa a estar bajo competencia de la Junta, de donde nunca tuvo que salir. Ahora, a cobrar su pensi¨®n mientras que los jueces dictaminan sobre su legalidad, una resoluci¨®n que est¨¢n esperando otros para garantizarse de igual forma su futuro.
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