El ¨¢rbitro sali¨® con la ayuda de la polic¨ªa
Una invasi¨®n del campo provoc¨® m¨²ltiples destrozos y la suspensi¨®n de la fiesta anunciada
El fin de curso anterior pas¨® lo que pas¨® por liberarse de la angustia acumulada despu¨¦s de un a?o al borde del precipicio del descenso; ayer, para celebrar el acceso a la Copa de la UEFA. El caso es que en Montju?c empieza a ser tradici¨®n que las grandes fiestas no acaben en paz. Al Espanyol, la invasi¨®n de campo del a?o pasado le cost¨® 50.000 euros. Ayer, como ocurri¨® entonces, las dos porter¨ªas tambi¨¦n acabaron destrozadas y, de nuevo, los aficionados arrancaron trozos de c¨¦sped.
Pero lo acontecido anoche puede ser tener mayores repercusiones. Un numeroso grupo de hinchas alcanz¨® el terreno de juego antes de que el ¨¢rbitro Elizondo Cort¨¦s pitara el final del partido. Y es m¨¢s, cuando el colegiado valenciano trataba de ganar el t¨²nel de vestuarios, fue rodeado por la masa, zarandeado cuando menos, y acab¨® tirado sobre el tart¨¢n del estadio ol¨ªmpico. "He reflejado en el acta la invasi¨®n de campo", afirm¨®, a la salida, Elizondo Cort¨¦s. "?Y la agresi¨®n? Ma?ana podr¨¦is leer el acta en internet". La actuaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional, que carg¨® contra los hinchas, permiti¨® al ¨¢rbitro valenciano abrirse camino. Llegados a tal extremo, de la fiesta que hab¨ªa preparado el club para celebrar la clasificaci¨®n europea no se supo nada.
"No nos han dejado celebrar el ¨¦xito en el campo, como nos hubiera gustado, pero tenemos que comprender la euforia", asegur¨® el entrenador, Miguel ?ngel Lotina. La versi¨®n del presidente, Dani S¨¢nchez Llibre, result¨® m¨¢s sorprendente: "No es l¨®gico, pero resulta normal", dijo para empezar. Y continu¨®: "Yo esperaba escuchar la canci¨®n de la bomba, que ten¨ªa que cantar King Africa. He estado con ¨¦l y tambi¨¦n parec¨ªa un poco triste por no haber podido actuar". "Pero por lo menos no he visto ninguna bofetada durante la invasi¨®n", se consol¨® el presidente, que disculp¨® la actitud de los que anoche invadieron el campo. "Son j¨®venes", concluy¨®. "Lo que ha pasado aqu¨ª, seguro que tambi¨¦n ha pasado en otros campos".
De nada sirvieron los mensajes por megafon¨ªa que durante el segundo tiempo instaban a mantenerse en sus asientos a los 41.810 que se citaron en Montju?c. Tampoco el dispositivo de seguridad, formado por varias dotaciones policiales y por guardias de seguridad contratados por el club -200 en total-, lograron evitar el bochornoso incidente: "Ven¨ªan con esa mentalidad y as¨ª resulta imposible evitar estas cosas", se lament¨® Josep S¨¢nchez, responsable de seguridad del estadio, que logr¨® impedir que fueran agredidos un c¨¢mara y una redactora de TV-3.
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