Un juez cierra Weblisten por violar el 'copyright'
La tienda de m¨²sica en Internet Weblisten cierra por orden de un tribunal penal. El juzgado conden¨® ayer a la empresa y a sus responsables por un delito de violaci¨®n de la propiedad intelectual y les proh¨ªbe continuar su actividad. La compa?¨ªa deber¨¢ destruir las bases de datos de sus canciones digitales y sus responsables deber¨¢n pagar una multa cuya cantidad no ha trascendido. Los internautas que acced¨ªan ayer a www.weblisten.com encontraban un sitio en blanco con un escueto aviso: "Esta p¨¢gina ha sido clausurada en virtud de procedimiento judicial...".
Jaime Bernab¨¦, adjunto a la presidencia de Weblisten, dijo ayer a este diario: "?sa es la ¨²nica declaraci¨®n que podemos hacer".
Esta empresa espa?ola pionera de los servicios de m¨²sica digital en Internet comenz¨® a vender descargas de canciones por suscripci¨®n y bonos en 1997. Pocos meses despu¨¦s recibi¨® las primeras denuncias de discogr¨¢ficas. S¨®lo en el primer trimestre de 2004 el sitio vendi¨® 2,5 millones de canciones.
La empresa hab¨ªa suscrito contratos con SGAE y la AIE, sociedades que gestionan los derechos de autores e int¨¦rpretes. Sin embargo, no logr¨® acuerdos con las discogr¨¢ficas, representadas por AGEDI. Ante esta situaci¨®n, la sociedad interpuso demandas civiles y penales contra la compa?¨ªa. Aunque por la v¨ªa civil exist¨ªan sentencias condenatorias, Weblisten ha seguido operando hasta que la sentencia penal ha cerrado sus puertas. La compa?¨ªa se amparaba en los contratos con SGAE y AIE.
La sentencia, que llega despu¨¦s de siete a?os de instrucci¨®n, deja claro que la distribuci¨®n digital de m¨²sica sigue las mismas normas que la tradicional y establece que, adem¨¢s de contar con autores e int¨¦rpretes, debe conseguir la autorizaci¨®n de las discogr¨¢ficas.
Antonio Guisasola, presidente de AGEDI, se?ala que "se hace justicia y se acaba con la actividad de una p¨¢gina que se ha enriquecido de forma ilegal y maliciosa a costa de las creaciones de productores y artistas".
Weblisten no es el ¨²nico problema de las discogr¨¢ficas espa?olas. En 2003 la desaparecida PureTunes vend¨ªa m¨²sica por suscripci¨®n. Ocho horas costaban 3,50 euros, y una semana, 8,77 euros; la ¨²nica limitaci¨®n era el ancho de banda. Al poco tiempo desapareci¨®. Seg¨²n la Federaci¨®n Internacional de la Industria Fonogr¨¢fica, en 2004 se eliminaron 60.900 sitios de Internet que violaban los derechos de autor.
Babelia
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