Sarkozy tendr¨¢ el control del mapa electoral

Seg¨²n explicaba ayer Le Figaro, Nicolas Sarkozy no dio el s¨ª al presidente Jacques Chirac para su entrada en el Gobierno hasta las 9.00 horas del martes, y lo hizo por tel¨¦fono; es decir, minutos antes de que el El¨ªseo hiciera p¨²blico el nombramiento de Dominique de Villepin como primer ministro. Acept¨®, oficialmente, porque era la ¨²nica manera de evitar la "implosi¨®n" de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), el partido gubernamental, que se hubiera convertido en el mayor cr¨ªtico del Ejecutivo desde fuera. A cambio consigui¨® lo que Chirac le hab¨ªa negado expl¨ªcitamente hace seis meses: mantenerse en la presidencia del partido.

Una combinaci¨®n explosiva en t¨¦rminos de relojer¨ªa democr¨¢tica, porque es precisamente en el Ministerio del Interior desde donde se fijan las circunscripciones electorales, algo que ha sido denunciado tanto desde el Partido Socialista como desde la centrista Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF) y que levanta todo tipo de sospechas en tanto que Sarkozy no esconde sus intenciones de presentarse a las elecciones presidenciales en 2007.

El Ministerio del Interior, en la plaza Beauvau, tiene tambi¨¦n otros atributos que pueden ser muy ¨²tiles en una campa?a electoral y que ponen en manos de su titular informaciones a menudo comprometidas, no s¨®lo pol¨ªticamente, sino tambi¨¦n en el ¨¢mbito de lo privado.

Los medios de comunicaci¨®n se hac¨ªan eco ayer de los m¨²ltiples desencuentros p¨²blicos -y tambi¨¦n privados- protagonizados por la pareja de hecho que compartir¨¢ el Gobierno de Francia. Las filtraciones que implicaban a Sarkozy en casos de corrupci¨®n y las m¨¢s recientes que desvelaron sus problemas conyugales, tendr¨ªan como fuente los servicios secretos del Ministerio del Interior, a la saz¨®n en manos de Villepin. Y otro tanto suceder¨ªa en la direcci¨®n contraria.