"Robinho es nuestro"

Las luminosas playas de Copacabana, el Cristo del Corcovado, los voluptuosos carnavales de R¨ªo y O Rei Pel¨¦ pueden dejar de ser los s¨ªmbolos m¨¢s reconocibles de Brasil en poco tiempo. La competencia tiene un nombre: Robinho, el delantero brasile?o pretendido por todos los grandes clubes de Europa. El lema de su campa?a es sencillo: "O Robinho ¨¦ nosso [Robinho es nuestro]". Y su director de marketing conoce al jugador desde hace a?os: su club, el Santos del m¨ªtico Pel¨¦, ha pedido ayuda financiera al gobierno brasile?o como ¨²ltimo recurso para evitar que el delantero, de 21 a?os, abandone el equipo antes del final de su contrato, en 2007.

El Santos pedir¨¢ hoy a Agnelo Queiroz, ministro brasile?o de deportes, que empresas estatales financien el sueldo y la permanencia de Robinho en el pa¨ªs hasta, por lo menos, el Mundial de Alemania 2006, seg¨²n inform¨® el diario Folha de Sao Paulo. El trato es sencillo: si el Estado y sus empresas se hacen cargo de parte del salario del jugador -la oferta es de seis millones de euros al a?o-, la imagen de Robinho, el joven de los regates imposibles, ser¨¢ utilizada en una campa?a estatal de promoci¨®n del talento brasile?o. Si la propuesta del Santos es aceptada, la campa?a publicitaria no tendr¨¢ al internacional brasile?o como ¨²nico protagonista e incluir¨¢ a otros futbolistas con propuestas de clubes extranjeros, as¨ª como a atletas brasile?os. Dispuesto a conservar a su estrella a cualquier precio y enfrentado a supuestas ofertas del Oporto, el Milan o el Real Madrid, el club brasile?o lleva varios meses intentando convencer al delantero de que se quede en Brasil: ya durante el mercado de invierno negoci¨® infructuosamente acuerdos con empresarios brasile?os para que patrocinaran al jugador y ¨¦ste pudiese cobrar m¨¢s de los 1,2 millones de euros anuales que estipula su contrato.

Mientras Robinho est¨¢ concentrado con la selecci¨®n brasile?a, que el domingo se enfrenta a Paraguay en partido clasificatorio para el Mundial 2006, Roberto Texeira, presidente del Santos, intenta atajar los rumores que hablan del traspaso inminente del delantero a un gran club europeo. "No queremos que se vaya. Su cla¨²sula es de 50 millones de d¨®lares", explic¨® el presidente. Aunque la marcha del jugador se da por segura: "Tarde o tremprano ocurrir¨¢", dijo Carlos Alberto Parreira, seleccionador brasile?o. "Ser¨¢ bueno financieramente; adem¨¢s, ¨¦l mejorar¨¢ t¨¢cticamente".