Olas de futuro

El viento del Nord¨¦s agita las aguas de la ensenada de Lorb¨¦, en Oleiros (A Coru?a). El paisaje parece dibujado con tinta china, los colores brillan con un toque hiperrealista. El equipo de investigaci¨®n de Ux¨ªo Labarta, del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, dependiente del CSIC, se afana en sacar mejillones de las bateas de la empresa Proinsa. Estudian in situ los efectos metab¨®licos del alga de la marea roja sobre estos ejemplares, que crecen en las cuerdas desde hace 10 meses.

Es uno de los equipos punteros en la investigaci¨®n del mejill¨®n, que representa el grueso de las exportaciones de los productos marinos gallegos. "Da empleo directo a casi 8.000 personas, es el soporte fundamental de la actividad pesquera en las R¨ªas Baixas", afirma Labarta. Eso a pesar de que los efectos t¨®xicos de la marea roja sobre los humanos se definieron en los a?os cuarenta. "Ahora hay gente en los puertos que nos comenta que no es posible que el mejill¨®n tenga marea roja, porque lo comen y no les pasa nada", explica Dolores Fern¨¢ndez-V¨¢zquez, gerente de Proinsa, una empresa familiar que tiene 82 bateas y emplea a 28 personas en el mar, adem¨¢s de 60 mujeres que filetean sardina en Sada. "Necesitamos que se actualicen los par¨¢metros de toxicidad con las nuevas t¨¦cnicas de investigaci¨®n, porque en muchos quesos se admite una cantidad de bacterias coli mucho mayor de la que hay en el mejill¨®n infectado".

Con 1.195 kil¨®metros de costa, el mar es uno de los pilares de la econom¨ªa de Galicia

Investigaciones como ¨¦stas son el motor del cambio en la explotaci¨®n del mar gallego, que pierde empleo y producci¨®n en las labores de extracci¨®n mientras crece en acuicultura y marisqueo. En toda la comunidad, colectivos de investigadores de organismos oficiales y de empresas privadas se afanan en dar un paso m¨¢s en el conocimiento del medio marino que permita una mejor gesti¨®n de unos recursos que son limitados.

Un ejemplo es la investigaci¨®n para perfeccionar los ciclos de reproducci¨®n de especies ya explotadas, como el rodaballo, que realiza Tito Peleteiro, jefe de planta del Instituto Oceanogr¨¢fico de Vigo.

En el Instituto de Investigaciones Marinas, su director, Antonio Figueras, reparte sus esfuerzos entre la investigaci¨®n sobre los peces cebra y la reivindicaci¨®n de una mayor coordinaci¨®n entre los equipos de investigaci¨®n "e incluso su agrupaci¨®n f¨ªsica". No se pueden quejar de los resultados de su instituto. Con una plantilla de 30 investigadores, han rematado 32 proyectos europeos de investigaci¨®n. Su sede est¨¢ en el barrio vigu¨¦s de Bouzas. A poco m¨¢s de 15 kil¨®metros est¨¢ el Instituto Oceanogr¨¢fico, en Cabo Estai. Y a 15 kil¨®metros en el interior, la Universidad de Marcosende, con su flamante Facultad de Ciencias del Mar. Su vicedecano, Emilio Fern¨¢ndez, admite que la dispersi¨®n f¨ªsica complica algo la colaboraci¨®n, pero subraya que con "mayores incentivos" -es decir, dinero- el "potencial investigador gallego, que no tiene comparaci¨®n en Europa", se ver¨ªa reforzado por la interacci¨®n de equipos multidisciplinares.

Lo cierto es que ya se ha dado. Como a veces de lo peor surgen cosas buenas, resulta que el desastre del Prestige ha fomentado aqu¨ª una serie de l¨ªneas de investigaci¨®n punteras en el mundo sobre vertidos t¨®xicos. En Ciencias del Mar, por ejemplo, estudian, en tanques de 5.000 litros de agua "extra¨ªda con todas las especies que vayan dentro", explica Fern¨¢ndez, los efectos en las primeras horas de un vertido como el de aquel fuel. Y con ellos colaboran cient¨ªficos del Oceanogr¨¢fico y del CSIC.

Otras investigaciones apuntan a lograr criar en cautividad nuevas especies, como el pulpo o el besugo. O en calibrar las propiedades absorbentes de materiales contaminantes por parte de microalgas, llevado a cabo en la universidad coru?esa por el equipo de Manuel Sastre de Vicente. Hay quien trata de extraer conocimientos aplicables en medicina, como los estudios de Carlos Jim¨¦nez Gonz¨¢lez, tambi¨¦n en A Coru?a, sobre productos naturales de origen marino que, en colaboraci¨®n con la empresa Pharmamar, del grupo Zeltia, est¨¢ a punto de revolucionar algunos tratamientos contra el c¨¢ncer.

El tesoro del mar en Galicia es mucho m¨¢s que la pesca, el marisqueo y la acuicultura en uno de los pa¨ªses, Espa?a, donde m¨¢s pescado se consume del mundo. Galicia, con 1.195 kil¨®metros de costa, tiene en el mar uno de los motores principales de su econom¨ªa. En algunas zonas, como en muchas localidades de las R¨ªas Baixas, Cangas e incluso Vigo, "representa m¨¢s del 40% del producto interior bruto (PIB)", como destaca Jos¨¦ Antonio Su¨¢rez Llanos, gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo, con casi 400 barcos en caladeros de altura.

Pero estos caladeros y los costeros est¨¢n en franco retroceso por la sobreexplotaci¨®n, como admiten al alim¨®n los expertos consultados, entre ellos Alberto Gonz¨¢lez, director del Oceanogr¨¢fico de Vigo, que depende del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia. "Urge un cambio en los sistemas de explotaci¨®n. Lo m¨¢s importante es garantizar la sostenibilidad a largo plazo, estudiando el ecosistema y las repercusiones sociales y econ¨®micas de cualquier cambio en la explotaci¨®n de los caladeros". Cambio que suele ir a la baja.

Las apuestas por la acuicultura y el marisqueo son uno de los puntales de este desarrollo, aunque, como subraya Su¨¢rez Llanos, "son complementarias, pero no sustitutas de la pesca, porque no es lo mismo un ejemplar cogido en el mar que otro criado con alimentaci¨®n que no es la natural de su medio". Mientras, Amancio Land¨ªn, director del Centro Tecnol¨®gico del Mar Cetmar, tambi¨¦n en Bouzas y dependiente de la Xunta, piensa que es necesario "convencer a las peque?as empresas de que sean ellas las que planteen los problemas para que los cient¨ªficos los estudien".

"Es imprescindible una reestructuraci¨®n de los esfuerzos de investigaci¨®n" para que, "aunque haya menos capturas, se prime su calidad y se gane m¨¢s", afirma Juan Maneiro, director de Intecmar, centro de la Xunta para el control tecnol¨®gico del medio marino.

El equipo de Labarta sigue en Lorb¨¦. El tiempo corre en su contra porque este viento Nord¨¦s se lleva el alga de la marea roja. "Si esto sigue as¨ª, levantar¨¢n la veda", dice Labarta. La jefa de Proinsa, con la producci¨®n parada desde hace semanas, exclama: "?Ojal¨¢!".