Esp¨ªas entre bastidores

Casi noventa meses reconoce haber empleado el profesor Antonio M. D¨ªaz Fern¨¢ndez en preparar y escribir su libro Los servicios de inteligencia espa?oles. La enjundia de su contenido corrobora tan laborioso esfuerzo, ya que este investigador del Instituto Universitario Manuel Guti¨¦rrez Mellado se adentra, a trav¨¦s de un cuidadoso relato, hasta la entra?a misma de un mundo blindado por el m¨¢s herm¨¦tico para-s¨ª hegeliano, el de los servicios secretos. Para desplegar su navegaci¨®n se sirve de la racionalidad que le procuran sus conocimientos de las Ciencias de la Administraci¨®n.

Porque, precisamente, los servicios de inteligencia devienen en los administradores de la innombrable -pero vigente siempre- raz¨®n de Estado, dec¨¢logo inefable de pautas invariantes para la subsistencia estatal. Cobijados bajo el espeso manto de la secrec¨ªa, los servicios de inteligencia propenden hacia la transgresi¨®n de la moral y del Derecho con la invocaci¨®n de que resulta inevitable para asegurar la supervivencia del Estado frente a sus numerosos enemigos.

El libro de D¨ªaz Fern¨¢ndez puede ser considerado uno de los primeros de la literatura pol¨ªtico-jur¨ªdica espa?ola que acomete la tarea de sistematizar la informaci¨®n sobre la historia de la textura administrativa de los servicios secretos y, adem¨¢s, la de racionalizar la prolija, cambiante y, a veces, contradictoria legislaci¨®n de los controles democr¨¢ticos sobre aqu¨¦llos. El autor acompa?a su relato con anexos documentales de gran diafanidad y utilidad comparativa.

La f¨®rmula descriptiva elegi

da por el relator se presenta signada por una saludable distancia respecto de los hechos, a la manera anglosajona, donde la iron¨ªa suave no estorba al dato incontrastable. Es un m¨¦todo inteligente para desenvolverse en un suelo tan deslizante como el que perfilan las casi doscientas entrevistas con prebostes y esp¨ªas que fundamentan una parte de su relato. Alguno de ellos, como el ineludible coronel San Mart¨ªn, el hombre al que el almirante Carrero Blanco encomend¨® la responsabilidad de sus principales antenas informativas, intentan demostrar que gracias a ¨¦l y a su servicio, el tr¨¢nsito de la dictadura a la democracia fue posible. Cabe hacerse una idea de qu¨¦ tipo de democracia preconizaba este militar, que se adhiri¨® al golpe del 23-F.

De lectura obligada para pol¨ªticos, esp¨ªas-funcionarios y juristas, es recomendable para el gran p¨²blico tambi¨¦n porque puede hallar en ¨¦l un gui¨®n cabal sobre c¨®mo la democracia espa?ola ha pugnado, con distinta fortuna, por instalar la actividad de los servicios secretos dentro del marco de la ley y bajo su imperio.