El Poder Judicial cubrir¨¢ por fin el mi¨¦rcoles las presidencias de sala vacantes en el Supremo

La reforma legal aprobada hace cinco meses para obligar a ampliar los consensos en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)en los nombramientos de magistrados del Supremo empieza a dar sus frutos. El pleno del Poder Judicial resolver¨¢ las vacantes de tres presidencias de sala (Civil, Penal y Militar) que no han podido ser cubiertas hasta ahora por el desacuerdo entre el sector progresista (minoritario) y el conservador (mayoritario con 11 de los 20 votos del pleno). El sector progresista ha incorporado al pleno el nombramiento de otros dos magistrados para la Sala de lo Contencioso-Administrativo.

Las conversaciones de los ¨²ltimos d¨ªas entre los vocales progresistas y conservadores hab¨ªan logrado desbloquear el nombramiento de tres presidentes de Sala del Tribunal Supremo (Juan Antonio Xiol, progresista, para la Sala de lo Civil; Juan Saavedra, peticionario ¨²nico para la plaza vacante en la presidencia de la Sala de lo Penal; y ?ngel Calder¨®n Cerezo, conservador, para la Sala de lo Militar).

Adem¨¢s de ese consenso, los vocales estaban madurando otro acuerdo para dos vacantes de magistrado en la Sala de lo Contencioso Administrativo y discut¨ªan sobre otras tres plazas en la Sala de lo Social.

Sin acuerdo a¨²n respecto a todas estas vacantes, el presidente del Poder Judicial, Francisco Jos¨¦ Hernando, convoc¨® ayer a todos los vocales con un orden del d¨ªa donde figuraba la votaci¨®n sobre las tres vacantes de las presidencias de Sala del Tribunal Supremo. Los progresistas le remitieron un escrito, firmado por cinco vocales, en el que planteaban que tambi¨¦n se sometiera a votaci¨®n la elecci¨®n de dos magistrados para la Sala de lo Contencioso Administrativo.

Unos y otros dan por sentado que saldr¨¢n adelante los nombramientos de las presidencias de Sala, unos cargos estrat¨¦gicos para el buen funcionamiento del Tribunal Supremo, un organismo que sufre un fuerte atasco judicial.

El PP vaticin¨® el bloqueo en la renovaci¨®n de cargos del Tribunal Supremo por una reforma legal impulsada por el PSOE a toda prisa a finales del a?o pasado, que obligaba a contar con el apoyo de dos tercios del Consejo General del Poder Judicial (13 de los 21 magistrados) para sacar adelante cualquier nombramiento. Enrique L¨®pez, vocal elegido a propuesta del PP y portavoz del Consejo, se?ala: "La Ley hay que cumplirla aunque no compartamos sus principios. Pero trabajamos para cumplirla".

Juan Carlos Campo, vocal elegido a propuesta del PSOE, se?ala por su parte: "La Ley es beneficiosa, refuerza la bondad de los candidatos que atesoran m¨¦rito y capacidad y se ha demostrado en los ¨²ltimos nombramientos, donde los mejores candidatos optaron a la plaza. A veces tenemos la sensaci¨®n de que los tiempos en que se mueve la mayor¨ªa conservadora no son los que parece exigir la voluntad del legislador ni lo que reclama el buen funcionamiento de la Administraci¨®n de justicia".

La Escuela Judicial

En el pleno del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, los vocales elegidos a propuesta del PP, a iniciativa de Jos¨¦ Luis Requero, han incorporado un escrito que puede desatar la tensi¨®n y causar una nueva fractura en el Poder Judicial.

Los conservadores pretenden que el pleno ratifique su plena confianza en el director de la Escuela Judicial, Jos¨¦ Francisco Valls, ante lo que consideran una campa?a de desprestigio que supuestamente dirige el vocal conservador y vicepresidente del Poder Judicial, Fernando Salinas, que ocupa el cargo de presidente de la Comisi¨®n de la Escuela Judicial.

Los progresistas entienden que el escrito en defensa de Valls es, en realidad, un "intolerable" ataque al vicepresidente del Poder Judicial. "El sector mayoritario, desde un primer momento ha intentado desmantelar el buen modelo de Escuela Judicial que exist¨ªa. Lo pusieron de manifiesto desde el primer momento, cuando cesaron a un magn¨ªfico director, como era Carlos G¨®mez, persona que fue objeto de persecuci¨®n hasta su cese. A esa circunstancia hay que unir al debilitamiento del modelo de Escuela Judicial", se?alan desde el sector progresista. "La persona a la que han puesto al frente de la Escuela Judicial", a?aden, "ha sido el instrumento para llevar a cabo lo que se puede tildar de purgas ideol¨®gicas en la Escuela. Y, adem¨¢s, han intentado premiarle d¨¢ndole la Sala Primera del Tribunal Supremo, como gratificaci¨®n a los servicios prestados".

El vicepresidente del Poder Judicial, seg¨²n los vocales progresistas, "s¨®lo intenta que se cumpla la ley en orden a la incorporaci¨®n de juristas a la carrera judicial por el cuarto turno, lo que rechaza el sector conservador".