Estrategas contra el fuego
Ingenieros y retenes desbrozan y podan la vegetaci¨®n de los montes en prevenci¨®n de incendios forestales
La lucha contra el fuego tiene algo de militar. Y no s¨®lo por el aspecto de combatientes uniformados que tienen los retenes antiincendios durante las labores de extinci¨®n. Tambi¨¦n los ingenieros forestales se inspiran en lo marcial. Enrique Mart¨ªnez, asesor t¨¦cnico de la Delegaci¨®n de de la consejer¨ªa de Medioambiente en Huelva es uno de los estrategas que previene futuros combates. Desde hace tres meses planifica ese enfrentamiento en los montes de Moguer como los generales el movimiento de sus tropas antes de la batalla. Pero en vez de trincheras, dibuja la monta?a con redes ordenadas de cortafuegos y pistas forestales
Las provincias de Huelva y Sevilla vivieron el julio y agosto pasado incendios virulentos, la mayor¨ªa de ellos provocados. Un total de 40.000 hect¨¢reas de alcornocales, encinares, pinares y ¨¢reas de eucaliptos fueron pasto de las llamas. La superficie afectada fue declarada zona catastr¨®fica por el Gobierno central el 3 de febrero. Los montes de Moguer son distintos a los arrasados el a?o pasado. M¨¢s cercanos a la costa, est¨¢n habitados por pinos pi?oneros que clavan sus ra¨ªces en un suelo muy arenoso. Viven acompa?ados de vegetaci¨®n de monte bajo compuesta por jaras, aulagas, mirtos, palmitos, madro?os y lentiscos.
Los t¨¦cnicos catalogan en 15 niveles las tasas de peligrosidad de cada zona
Enrique Mart¨ªnez explica con un croquis improvisado en una libreta c¨®mo se prepara una guerra contra el fuego. Traza una red de l¨ªneas rectas cruzadas entre s¨ª. "Son pistas forestales", dice. "Aprovechamos las que ya existen para crear fajas auxiliares de seguridad en sus laterales", explica mientras ensombrece los m¨¢rgenes de las l¨ªneas dibujadas. Se tratan de ¨¢reas desbrozadas a ambos lados del camino, libres de vegetaci¨®n de unos 10 metros de ancho por cada margen.
Las palabras de Mart¨ªnez las corean los gritos monocordes de las sierras mec¨¢nicas con las que trabajan la decena de hombres del ret¨¦n. Todos vestidos con monos amarillos y naranjas, con cascos y gafas protectoras. "Estas pistas y sus fajas sirven, no s¨®lo como medidas de contenci¨®n, sino tambi¨¦n como v¨ªas de comunicaci¨®n para acceder con los equipos al interior de las zonas m¨¢s frondosas que son las realmente peligrosas en un incendio".
El fuego se alimenta de combustible que constituye la vegetaci¨®n que encuentra a su paso. Pero no todas las plantas se comportan de la misma manera ante ese elemento. "Utilizamos unas tablas que llamamos de combustibilidad", dice el ingeniero. A trav¨¦s de 15 niveles catalogan las distintas tasas de peligrosidad de cada espacio en relaci¨®n con el fuego. Se tiene en cuenta, entre otros aspectos, las especies que lo forman, su frondosidad en ese momento y su facilidad o no de arder. "Nuestro trabajo es reducir esa peligrosidad potencial antes de que nada ocurra", concluye Mart¨ªnez.
Las zonas de actuaci¨®n se escogen seg¨²n este nivel de peligrosidad que presentan y de la ¨²ltima vez que se actu¨® sobre ella. "Lo primero que hacemos es clarear el monte bajo de matorral. Despu¨¦s, en zonas como ¨¦sta, de pinares j¨®venes, podamos las ramas bajas que casi llegan al suelo a una altura de unos dos metros. Y finalmente desbrozamos el conjunto de material vegetal y lo mezclamos con la tierra. As¨ª enriquecemos algo estos suelos, que son muy arenosos y pobres en materia org¨¢nica", explica el ingeniero. La intervenci¨®n trata de ser selectiva."En cada lugar nos amoldamos de forma distinta. Porque el trabajo en la monta?a no es c¨®mo las matem¨¢ticas. Siempre es distinto".
Con una fuerte econom¨ªa agraria basada en los invernaderos, que atrae a numerosa poblaci¨®n inmigrante, y un ¨¢rea costera con numerosos n¨²cleos tur¨ªsticos, el ¨¢rea de Moguer es una zona de mucha presi¨®n medioambiental. Estas caracter¨ªsticas hacen que las labores de prevenci¨®n sean a¨²n m¨¢s necesarias. Y es que empiezan a asomar las primeras avanzadillas de la lucha que pude avecinarse este verano. Ayer por la tarde, los efectivos del Infoca lograron controlar, en un ¨¢rea de los montes de Moguer conocida como Las Madres, uno de los primeros fuegos.
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