Todos los caminos no llevan a Rusia

Con la inauguraci¨®n del oleoducto Bak¨²-Tbilisi-Ceyj¨¢n (BTC), destinado a transportar crudo desde los yacimientos del Caspio al Mediterr¨¢neo, se concreta por primera vez en el espacio possovi¨¦tico una ruta estrat¨¦gica que esquiva a Rusia y compite con las que atraviesan este pa¨ªs.

El tendido inaugurado el 25 de mayo atraviesa Azerbaiy¨¢n, Georgia y Turqu¨ªa, tiene m¨¢s de 1.700 kil¨®metros y deber¨¢ alcanzar un volumen anual de 50 millones de toneladas. Est¨¢ gestionado por un consorcio internacional, dirigido por British Petroleum, que posee m¨¢s del 30% de las acciones.

Rusia quiere controlar las infraestructuras de transporte propias y prohibir el acceso de los extranjeros a los "yacimientos estrat¨¦gicos"

Mientras el oleoducto se llena para comenzar su explotaci¨®n comercial a fines de este a?o, Mosc¨² refuerza el papel del Estado en el sector energ¨¦tico y los veteranos de los servicios de seguridad que dirigen Rusia aplican sus concepciones geoestrat¨¦gicas a la pol¨ªtica de infraestructuras, en detrimento a veces de los intereses a los que dicen servir. El caso BTC parece ser un ejemplo. Obsesionado por la idea de evitar el desarrollo de rutas paralelas a las rusas, el Kremlin torpede¨® este proyecto y en 2002 la petrolera rusa Lukoil tuvo que vender su participaci¨®n del 10% en el consorcio. Ahora, muchos se lamentan de ello.

Hasta que el acoso a la petrolera Yukos se hizo evidente hace algo m¨¢s de dos a?os, las iniciativas innovadoras para desarrollar infraestructuras en Rusia fueron formuladas por las grandes productoras, que cre¨ªan asegurar sus propios intereses comerciales al asociarse con multinacionales extranjeras. Yukos y Lukoil apoyaron grandes proyectos que hoy est¨¢n paralizados (como el oleoducto de Siberia occidental a Murmansk) o se han vuelto confusos (como el oleoducto a China). Mija¨ªl Jodorkovski, el agresivo jefe de Yukos, ha sido condenado esta semana a nueve a?os de prisi¨®n por estafa y evasi¨®n de impuestos. Vagit Alikp¨¦rov, el jefe de Lukoil, se ha plegado a la pol¨ªtica del Kremlin y goza de su tutela oficial ante los norteamericanos en Irak.

La campa?a de Jodorkovski

Jodorkovski hizo campa?a por la legalizaci¨®n de los oleoductos privados en Rusia. En primavera de 2003, el entonces jefe del Gobierno, Mija¨ªl Kasi¨¢nov, le apoy¨®. Sin embargo, Jodorkovski fue detenido en octubre de aquel a?o, y Kasi¨¢nov, sustituido menos de cinco meses despu¨¦s. La ¨¦lite en el poder en Rusia, adem¨¢s de torpedear los proyectos de sus vecinos, quiere mantener el control estatal de las infraestructuras de transporte propias y prohibir el acceso de los extranjeros a los "yacimientos estrat¨¦gicos". El Gobierno de Mija¨ªl Fradkov no ha aclarado a¨²n a los grandes inversores internacionales, como la empresa British Petroleum, qu¨¦ entiende por "yacimientos estrat¨¦gicos".

Andr¨¦i Gaidamak, el jefe de an¨¢lisis de Lukoil, afirmaba en octubre que el Gobierno ruso no hab¨ªa tomado ninguna decisi¨®n sobre los proyectos de oleoductos desde hac¨ªa dos a?os y que Rusia pierde 4.000 millones de d¨®lares anuales a causa de su deficiente infraestructura.

Todos los pa¨ªses del espacio pos-sovi¨¦tico son interdependientes por estar unidos por el mismo sistema de transporte de energ¨ªa heredado del pasado, y todos ellos participan en un juego, donde el fin de cada uno es desarrollar el m¨¢ximo de alternativas y asegurarse as¨ª la m¨¢xima independencia de los dem¨¢s. Rusia trata de multiplicar sus puertos, desde el mar de B¨¢rents al Mediterr¨¢neo pasando por el B¨¢ltico, y de controlar las rutas de transporte. Sus vecinos, de diversificar las rutas para librarse de las tarifas de Transneft, que con m¨¢s de 48.000 kil¨®metros de tendido, es el mayor monopolio de oleoductos del mundo. En este juego, todos colaboran y todos compiten entre s¨ª.

Apenas inaugurado el oleoducto BTC, el presidente azerbaiyano, Ij¨¢n Al¨ªev, reivindic¨® a Transneft una rebaja de las tarifas en el oleoducto que va desde Bak¨² al puerto ruso de Novorossiisk, en el mar Negro, y propuso a Mosc¨² que el crudo ruso vuelva a fluir hacia las refiner¨ªas de Azerbaiy¨¢n. La capacidad de refinado de Azerbaiy¨¢n, de m¨¢s de 20 millones de toneladas anuales, supera la producci¨®n del pa¨ªs, que fue de algo m¨¢s de 15 millones de toneladas en 2004 y que puede alcanzar los 18 millones en 2005. Transneft ha reprochado a Azerbaiy¨¢n no utilizar a pleno rendimiento el oleoducto a Novorossiisk, que fue corregido con un desv¨ªo de 312 kil¨®metros en 2000 para esquivar la conflictiva Chechenia.

Al inaugurarse el oleoducto BTC, algunos expertos observaron que proyectos fragmentarios de transporte, aparentemente inconexos, cristalizaban de repente en torno a la nueva ruta. El BTC debe ser completado con un gaseoducto desde los yacimientos de Shaj-Den¨ªs en el Caspio. Este gaseoducto ir¨¢ en paralelo al oleoducto desde Bak¨² a Erzurum, en Turqu¨ªa. Los planes de desarrollo infraestructural en el Caspio, de momento, marginan a Armenia, enzarzada en un conflicto con Azerbaiy¨¢n por la regi¨®n del alto Karabaj.

Dado que las reservas de Azerbaiy¨¢n son limitadas, las esperanzas est¨¢n puestas en Kazajist¨¢n, que tiene una capacidad de exportaci¨®n de m¨¢s de 40 millones de toneladas, y planea extraer 100 millones de toneladas en el Caspio en 2010. Los oleoductos desde Kazajist¨¢n han pasado hasta ahora por Rusia. Ahora, ante el r¨¦gimen de Nursult¨¢n Nazarbay¨¦v se han abierto la posibilidad de unirse al BTC y la de llevar crudo a China. En el primer caso, Kazajist¨¢n transportar¨¢ su mercanc¨ªa en petroleros desde el puerto de Artau a Bak¨². En el segundo, se han iniciado ya las obras de oleoducto desde Atasa, en el noreste de Kazajist¨¢n, hasta China. Este proyecto, de m¨¢s de 1.200 kil¨®metros y una capacidad de 20 millones de toneladas anuales, debe ser concluido para 2005.

Al comenzar a construir un oleoducto hacia China, Kazajist¨¢n se adelant¨® a Rusia, que lleva a?os cavilando sobre c¨®mo repartir sus recursos entre Siberia y su vecino oriental. Rusia y China firmaron un acuerdo en septiembre de 2001 para estudiar la construcci¨®n de un oleoducto desde Angarsk, en Siberia, hasta Dats¨ªn, en China. Si todo hubiera salido como se planeaba, un oleoducto de casi 2.500 kil¨®metros hubiera comenzado a funcionar este a?o y alcanzar¨ªa 30 millones de toneladas para 2010.

Ruta hacia China

Tras el encarcelamiento de Jodorkovski y el cese del primer ministro Kasi¨¢nov, el Gobierno ruso pareci¨® decantarse por una ruta que beneficiara a las provincias orientales del pa¨ªs y tuviera simult¨¢neamente una posibilidad de desv¨ªo hasta China. A fines de 2004, el jefe de Gobierno, Mija¨ªl Fradkov, anunci¨® la construcci¨®n de un oleoducto desde Taishet, en Irkutsk, al puerto de Najodka, en el Pac¨ªfico. Sin embargo, el futuro dise?o de la infraestructura de transporte petrolera de Siberia oriental es a¨²n confuso y la regi¨®n est¨¢ muy poco explotada. Para iniciar las obras del oleoducto Taishet-Najodka (80 millones de toneladas anuales de capacidad y 11.500 millones de d¨®lares de coste), hay que resolver a¨²n problemas, seg¨²n ha dicho el presidente de Transneft, Sem¨¦n Vainshtok. Despu¨¦s, se requerir¨¢n m¨¢s de dos a?os para construir el primer tramo hasta Skovorodino (en la provincia siberiana de Amur). Desde all¨ª, el oleoducto se bifurcar¨¢ hacia Najodka y China. Y pese a eso, "la decisi¨®n del desv¨ªo a China no est¨¢ tomada", seg¨²n afirma Vainshtok. El Kremlin, por lo visto, no quiere contribuir a aumentar el distanciamiento de la econom¨ªa china en relaci¨®n al entorno siberiano, cada vez m¨¢s despoblado y falto de servicios y comodidades.