Arturo Pav¨®n, pianista flamenco

Hab¨ªa nacido en Sevilla en 1931, en el seno de una de las familias b¨¢sicas del arte jondo. Ah¨ª es nada, los Pav¨®n. Su padre, Arturo, que hab¨ªa perdido la voz cuando ten¨ªa treinta y tantos a?os, era el rector est¨¦tico de la familia, el que m¨¢s sab¨ªa de cante. Su t¨ªa, Pastora la Ni?a de los Peines, ha sido y sigue siendo la voz de mujer m¨¢s enduendada de la historia. Su t¨ªo, Tom¨¢s, fue un raro que s¨®lo cantaba a gusto en la reuni¨®n de cabales, pero para muchos ha sido el mejor cantaor de todos los tiempos. Y adem¨¢s, Arturo entronc¨® con otra familia capital, la de Manolo Caracol, cuando cas¨® con la hija de ¨¦ste, Luisa Ortega, en 1954.

Estudi¨® en el Real Conservatorio de M¨²sica de Sevilla, haciendo del piano el instrumento al que llev¨® su sentimiento de lo jondo. Pero hab¨ªa sido educado como guitarrista flamenco, y su toque al piano estaba impregnado del esp¨ªritu de la guitarra, especialmente sus interpretaciones del flamenco y las de los compositores cl¨¢sicos que se inspiraron en este arte. Despu¨¦s, cuando se cas¨® con Luisa Ortega, Arturo tocaba todos los d¨ªas el piano en el tablao Los Canasteros, de Manolo Caracol, raz¨®n por la que a ¨¦ste se le reproch¨® m¨¢s que nunca su heterodoxia. Pero aquella fue su mejor ¨¦poca, cuando compuso sus obras m¨¢s interesantes y dio al piano una relevancia que antes jam¨¢s hab¨ªa tenido en el flamenco.

Arturo Pav¨®n estaba retirado del arte hace ya tiempo, aunque tuviera alguna actuaci¨®n espor¨¢dica, sobre todo para acompa?ar a sus hijas. Su coraz¨®n andaba mal desde hace a?os, y en la actualidad hac¨ªa meses que la enfermedad le ten¨ªa postrado sin remedio. A su mujer, a sus hijas, el testimonio de nuestra solidaridad en tan tristes horas como est¨¢n viviendo.-