Alerta
El Foro Espa?ol de la Familia ha convocado para el pr¨®ximo 18 de junio una manifestaci¨®n en Madrid contra la aprobaci¨®n del matrimonio entre personas del mismo sexo, y me parece muy bien. Cada uno es libre de expresar su opini¨®n en los t¨¦rminos civilizados que le plazca. Lo que ya no comparto es la injerencia y la manipulaci¨®n del asunto. Me refiero, c¨®mo no, al mal uso que un buen n¨²mero de ministros cat¨®licos hace del p¨²lpito y de la fe para arengar a sus feligreses a tomar la calle.
De sobra sabemos que la Conferencia Episcopal y el nuevo Papa han condenado el matrimonio gay, era lo esperado; tambi¨¦n que son muchos los que consideran que la aprobaci¨®n de la nueva ley supone "un atentado contra la familia, nuestra sociedad y nuestro pa¨ªs"; es m¨¢s, los hay tan lanzados al respecto que hasta publican anuncios bajo la voz de "Alerta" en los que advierten que, por culpa de la citada ley, Espa?a se convertir¨¢ en refugio de gays de todo el mundo y proliferar¨¢n en nuestro entorno las enfermedades de transmisi¨®n sexual, el sida, etc.; una especie de Sodoma y Gomorra, vamos. Pese a ello, lo triste del caso, insisto, no son las manifestaciones que surgen a favor o en contra de un tema que parece herir muchas sensibilidades, lo grave es que una parte de la sociedad civil ha de caminar al paso que le marcan las autoridades religiosas, necesita escuchar esa voz de alerta para pisar con determinaci¨®n.
Los fieles, los cat¨®licos sin doble moral, no precisan que la Iglesia les ampare ni les ponga deberes al respecto. Si de verdad son libres, si no se consideran esclavos del dogma, actuar¨¢n con la libertad que les dicte su conciencia y su formaci¨®n cristiana. Lo digo sobre todo tras leer la cabal opini¨®n de Carlos Amigo, cardenal arzobispo de Sevilla, acerca de la manifestaci¨®n del pr¨®ximo 18 de junio en Madrid: "No ir¨¦ porque s¨®lo acudo a manifestaciones religiosas y no pedir¨¦ la asistencia porque los fieles ya saben lo que opina la Iglesia cat¨®lica". Finalmente, el prelado sentenci¨®: "Son muy libres de manifestarse como les parezca oportuno".
Cada cual, pues, a su tema y Dios al que le corresponda. As¨ª de simple.
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