Mar¨ªa Lavalle funde tango, fado y flamenco en su nueva 'Pena golfa'
La cantante se presenta ma?ana en el teatro Alb¨¦niz con Vicente Soto
Primero logr¨® la f¨®rmula que conectaba el tango de su vena porte?a con el fado de su enamoramiento con Portugal. Ahora, Mar¨ªa Lavalle ha encontrado otra puerta que une ambos g¨¦neros con el flamenco, y por eso ha pedido a Vicente Soto, Sordera, que le ayude a demostrarlo ma?ana en el teatro Alb¨¦niz, dentro del ciclo Madrid En Canto, donde Lavalle presenta adem¨¢s, junto a su grupo de fadistas y tanguistas, su espect¨¢culo La pena golfa.
Cuando Mar¨ªa Lavalle propuso a Sordera que le acompa?ara en La pena golfa para cantar una versi¨®n de Los ejes de mi carreta, ¨¦ste contest¨®: "Claro, ni?a, ¨¦stas son las fusiones que me gustan a m¨ª". La cantante lo cuenta con ese entusiasmo de quien ha encontrado una especie de f¨®rmula oculta que finalmente es aceptada. Su idea no iba desencaminada: "Las grandes int¨¦rpretes de los tres g¨¦neros lo hab¨ªan probado ya. La Ni?a de los Peines cantaba por tangos, por buler¨ªas y por milongas", dice Lavalle.
Ahora, todos esos cantos, ritmos y sonidos fluyen bien atados en el espect¨¢culo que se presenta ma?ana en el Alb¨¦niz por la artista y los m¨²sicos de su grupo, aut¨¦nticos expertos del fado y el tango como Rafael Flores, Jorge Lema, V¨ªctor ?ngel Gil Serafini, Gabriel Szternsztejn, Salvador Manuel Soteldo o Carlos Gon?alves, que acompa?¨® a Am¨¢lia Rodrigues hasta el final de su carrera. Con ellos, Lavalle ha hecho La pena golfa por varias ciudades de Espa?a durante m¨¢s de un a?o, con ellos va a salir de gira al extranjero y con ellos ha grabado un disco que da testimonio de esta fusi¨®n atl¨¢ntica y sutil. "Son dos tipos de m¨²sica que dan prueba de que el se?or¨ªo no est¨¢ en los salones. Cuando ves el porte y la dignidad de los tangueros y los fadistas comprendes qu¨¦ es la elegancia", asegura Mar¨ªa Lavalle, fascinada por estos estilos, que le proporcionan desgarro, pero tambi¨¦n, dice, "alegr¨ªa de vivir".
Tango femenino
Y por sus int¨¦rpretes femeninas, porque una de las razones que le movi¨® a montar La pena golfa fue reivindicar el tango de las mujeres, por ejemplo, desconocido y oculto tras la sombra imponente y eterna de Carlos Gardel. "Desde siempre he admirado a Tita Merelo, a Mercedes Simone y a letristas como Mar¨ªa Luisa Carnelli o Mar¨ªa Elena Walsh. Gardel cre¨® el tango y eso nadie se lo puede negar, pero ellas, como int¨¦rpretes, est¨¢n a su altura", dice.
Adem¨¢s, la nueva Pena golfa, a la que se incorpora ahora el flamenco, surge tambi¨¦n de un sue?o. "Desde hace tiempo he so?ado lo que me hubiese gustado vivir y ser testigo de una tertulia entre la Ni?a de los Peines, Am¨¢lia Rodrigues y Tita Merelo", confiesa Lavalle. "Ser¨ªa una aut¨¦ntica lecci¨®n de filosof¨ªa, arte y amor a la vida".
Esa reuni¨®n so?ada es la que mueve los hilos del espect¨¢culo, construido como una aut¨¦ntica fusi¨®n entre unos g¨¦neros tan etiquetados de puristas. "Es curioso, la primera sorprendida en esa alegr¨ªa que les produce el mestizaje he sido yo. Pero es normal que les guste, cada uno de los int¨¦rpretes admira profundamente lo que hacen los dem¨¢s y ese amor es lo que hace funcionar el espect¨¢culo. Adem¨¢s, al final, los grandes artistas buscan y quieren nutrirse de mestizajes y enriquecerse con ellos".
Para ella, la mezcla es algo natural. El impulso n¨®mada es algo que Lavalle conoce bien. "Cuando fui ni?a, nadie me pregunt¨® si quer¨ªa vivir en cinco pa¨ªses distintos, como me pas¨®. A m¨ª me hicieron fusi¨®n a la fuerza y eso me qued¨® grabado", dice esta mujer que vive hoy en Madrid, pero se ha criado en Buenos Aires, La Haya, Atenas y Par¨ªs.
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