Perfume de basura
Hay cosas nuevas que nos recuerdan otras m¨¢s viejas, pero no antiguas. Cuando escribo han sido nueve los d¨ªas de la huelga de los trabajadores de la limpieza. Y digo "trabajadores" y bien valdr¨ªa aqu¨ª, esta vez con entera raz¨®n, decir eso de "trabajadores y trabajadoras" o, mejor, "trabajadoras y trabajadores", porque en el sector la abrumadora mayor¨ªa de los 16.000 asalariados son mujeres. Si hay un trabajo marcado por el g¨¦nero, es ¨¦ste. Una huelga, precedida de dos manifestaciones el 23 y 26 de mayo, por la negociaci¨®n del convenio colectivo. Una movilizaci¨®n laboral que comenz¨® unitaria, tras cuatro meses de negociaciones, para despu¨¦s dividirse, al firmar UGT un preacuerdo en el que CC OO no convino. Y aun as¨ª, aun a pesar de que un gran sindicato desconvocara la huelga, ha durado nueves d¨ªas hasta quedar en suspenso el mi¨¦rcoles pasado, que no desconvocarse, para CC OO proseguir la negociaci¨®n con las dos organizaciones patronales. ?Ten¨ªa capacidad UGT para firmar un preacuerdo al ser el sindicato mayoritario con 262 de los 557 representantes sindicales por 195 de CC OO, 50 de CGT, 28 del SI, 5 del CSIF...? Sea como fuere, la huelga estall¨®, lo cual es caro para los que la siguen y nunca f¨¢cil ni grato, m¨¢s si cabe en un mundo donde parece que los trabajadores y sus condiciones de vida no cuentan, no existen, una variable evaporada. Como en ese Imperio de La Guerra de las Galaxias: tantos avances, tantos ingenios, tantas naves y m¨¢quinas que nadie ha visto fabricar, reparar o... limpiar. Hoy m¨¢s que nunca las huelgas nos devuelven una imagen inesperada, inc¨®moda ?pero no era s¨®lo el terrorismo, la organizaci¨®n territorial del Estado, la unidad europea... el objeto de nuestras preocupaciones en un tiempo en que se habla de "cohesi¨®n social" y no de intereses de clase?
Y, de pronto, una huelga de un sector disperso, invisible, donde grandes empresas de limpieza se mezclan con otras peque?as, casi familiares, en una carrera fren¨¦tica por hacer la oferta m¨¢s barata en los concursos. Pero una huelga donde la mayor pujanza se da, como antes, como cuando entonces, en los grandes centros donde se concentran muchas trabajadoras. Hasta el punto que muchos ciudadanos han cre¨ªdo que ata?e a la limpieza de los hospitales. Pero no, lo es de las empresas de limpieza que limpian hospitales s¨ª, pero tambi¨¦n colegios, universidades, aeropuertos, oficinas, sedes de la administraci¨®n, limpieza de "Edificios y Locales", como reza su convenio. Limpieza, pues, de todo o casi todo.
Sin embargo, hay una inercia informativa. Hagan la prueba, tomen las fotograf¨ªas que ilustran las noticias y comentarios de esta movilizaci¨®n laboral que arranc¨® y se mantuvo a pesar de todos los pesares: la mayor¨ªa, generosa en n¨²mero y espacio, es de hospitales donde la basura y la inmundicia se amontonaba, La Fe, el Hospital Doctor Peset, el Cl¨ªnico... y siempre el mismo mensaje m¨²ltiples veces repetido. La basura se expande, la mierda, dicen, es el medio existencial privilegiado para toda clase de insectos y roedores que transmitir¨¢n nuevas enfermedades, que agravar¨¢n la desdicha de los internados que convalecen, esperan intervenciones quir¨²rgicas o tratamientos. Y, cierto, ya es bastante desagradable un ingreso hospitalario para que, adem¨¢s, el enfermo y sus familiares vean montones de desperdicios como escenario que acent¨²e lo fea que en ocasiones llega a ser la vida. Pero la insistencia en hospitales y la ausencia de im¨¢genes de aeropuertos, universidades o museos supone una trampa, produce un efecto perverso, una forma de desalmar a las que no se resignan y protestan.
Pues de ese escenario construido con trapos sucios, papeles, cartones, basuras y pl¨¢sticos, despojos y restos, las trabajadoras de la limpieza no son las responsables, como si de un atajo de s¨¢dicas se tratara... La huelga es un arma que siempre altera las pautas normales, la rutina. Si fuera de otra manera ?qu¨¦ efecto tendr¨ªa? Dicen que subir un punto m¨¢s los salarios sobre lo alcanzado en el unilateral preacuerdo -un 3,8% este a?o, un 4% el pr¨®ximo- es imposible porque si se a?ade el IPC se alcanzar¨ªa el 8%. Pero estamos hablando de salarios de 600 o 700 euros por 39 horas semanales, por recoger el c¨²mulo de inmundicias ahora tan patentes. ?Un trabajo irrelevante, prescindible, secundario? Todo encuadre fotogr¨¢fico es una exclusi¨®n. Hay que afirmarlo sin remilgo alguno: es un trabajo que contribuye de manera decisiva a eso que hemos llamado progreso: la higiene, la limpieza ha sido el caballo de batalla del bienestar, de la vida alegre y saludable. En el arranque trepidante de la novela El Perfume, de Patrick S¨¹sking, puede leerse:
"En la ¨¦poca que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a esti¨¦rcol, los patios interiores a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y a excrementos de rata. Las cocinas a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilaci¨®n a polvo enmohecido: los dormitorios a s¨¢banas grasientas, a edredones h¨²medos y al penetrante olor dulz¨®n de los orinales. Las chimeneas a azufre... los mataderos a sangre coagulada... porque en el siglo XVIII a¨²n no se hab¨ªa atajado la actividad corrosiva de las bacterias y por consiguiente no hab¨ªa ninguna acci¨®n humana, ni creadora ni destructora, ninguna manifestaci¨®n de vida incipiente o en decadencia que no fuera acompa?ada de alg¨²n hedor".
Ese hedor insufrible, ya olvidado, ese arcaico perfume de basura cuyo eco la huelga ha tra¨ªdo de nuevo, nos recuerda algo que parece estamos empe?ados en olvidar. No hay savoneur social que pueda con ¨¦l. Nos pone ante m¨¢s de un sentido -ante los ojos y el olfato- que nuestras sociedades, tan derrochadoras, tan dadas al bombo y al boato, con tan buen concepto de s¨ª mismas, dependen de trabajos mal pagados, de mil apuros laborales, de que muchos carguen, por poco, con cantidades ingentes de basura. Con la huelga el polvo ha retornado ?vencer¨¢ sobre el brillo?
Nicol¨¢s S¨¢nchez Dur¨¢ es profesor del departamento de Metaf¨ªsica y Teor¨ªa del Conocimiento de la Universitat de Val¨¨ncia.
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