Acuerdo hist¨®rico para acabar con la deuda
El G-8 decide perdonar un total de 33.000 millones de euros a 18 pa¨ªses pobres
El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, y el ministro del Tesoro, Gordon Brown, crearon una situaci¨®n de hechos consumados ante la reuni¨®n de los ministros de Finanzas del G-7 (EE UU, Alemania, Jap¨®n, Reino Unido, Francia, Italia y Canad¨¢) m¨¢s Rusia. En esa situaci¨®n, Tony Blair y el presidente estadounidense, George Bush, llegaron a un acuerdo el pasado martes en Washington para condonar inicialmente la deuda de 18 pa¨ªses (40.000 millones de d¨®lares o 33.000 millones de euros) y avanzar, en un periodo de 12 a 18 meses, hacia el perd¨®n para otras nueve naciones (11.000 millones de d¨®lares o 9.000 millones de euros), quedando 11 pa¨ªses pendientes de cumplir ciertas condiciones (4.000 millones de d¨®lares o 3.300 millones de euros). En total, pues, 55.000 millones de d¨®lares, o 45.500 millones de euros.
El comunicado trata de garantizar que los fondos ser¨¢n utilizados para salud y educaci¨®n
La decisi¨®n s¨®lo afecta a la deuda contra¨ªda con los organismos multilaterales
El comunicado difundido tras el acuerdo, se?ala: "Los pa¨ªses donantes acuerdan completar el proceso de perd¨®n crediticio para los pa¨ªses pobres fuertemente endeudados, a trav¨¦s de recursos adicionales que aportar¨¢n apoyo sustancial para que los pa¨ªses puedan alcanzar los objetivos de la Declaraci¨®n del Milenio [objetivos de Naciones Unidas para el 2015]. Esto conducir¨¢ a la cancelaci¨®n del 100% de la deuda pendiente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo (BAD)". Los pa¨ªses a los que, seg¨²n dijo Brown, se aplicar¨¢ "inmediatamente" el acuerdo son los siguientes: Benin, Bolivia, Burkina Faso, Etiop¨ªa, Ghana, Guayana, Honduras, Madagascar, Mal¨ª, Mauritania, Mozambique, Nicaragua, N¨ªger, Ruanda, Senegal, Tanzania, Uganda y Zambia.
Ayer, en el desayuno de trabajo del G-8, Gordon Brown present¨® la propuesta expl¨ªcitamente en nombre del Reino Unido y de Estados Unidos. Sin embargo, quiz¨¢ para sorpresa de ambos pa¨ªses, no fue la ¨²nica. Alemania y Jap¨®n, seg¨²n confirmaron fuentes solventes a este peri¨®dico, llevaron un documento escrito, sin membrete, en el que presentaban una propuesta para el debate. Francia, a su vez, manifest¨® su apoyo a la iniciativa germano-nipona.
Tanto alemanes como japoneses pon¨ªan el acento en el flujo de la deuda -es decir, el pago de intereses- y no en el stock (principal y pago de intereses) de la misma. Seg¨²n explicaron los ministros Hans Eichel y Sadakazu Tanigaki, era mejor una operaci¨®n en relaci¨®n al servicio de la deuda o pago de intereses. Esto, dijeron, deb¨ªa ser acompa?ado de la exigencia de condiciones estrictas para los pa¨ªses. La idea era evitar lo que en la jerga anglosajona se llama el moral hazard, esto es, no transmitir el ejemplo a otros pa¨ªses de que endeudarse carece de consecuencias y, adem¨¢s, puede ser premiado con el olvido de la deuda.
Brown, al conocer las objeciones del papel germano-nip¨®n, sali¨® al paso con habilidad y se solidariz¨® con los alemanes y japoneses, al punto que propuso incorporar las cautelas en el acuerdo adoptado. Despu¨¦s de una "largu¨ªsima discusi¨®n", seg¨²n confes¨® el ministro italiano, Domenico Siniscalco, se lleg¨® a un acuerdo. Brown admiti¨® m¨¢s tarde que hubo diferencias con japoneses y alemanes.
El comunicado trata de garantizar que los fondos ser¨¢n utilizados para el objetivo de mejorar la educaci¨®n, la salud y las infraestructuras. "Pedimos al Banco Mundial y al FMI", se?ala el texto, "que nos informe en la mejora de la transparencia de los participantes y de la lucha contra la corrupci¨®n de modo que se asegure que todos los recursos son utilizados para reducir la pobreza".
Al elegir la opci¨®n de condonar el stock de la deuda, los pa¨ªses ricos deber¨¢n inyectar dinero fresco en las arcas de los organismos multilaterales de cr¨¦dito, ya que ¨¦stos deber¨¢n dar de baja los activos (cr¨¦ditos) concedidos y ahora perdonados. Si no se ingresan nuevos fondos, toda la operaci¨®n terminar¨¢ por mermar la capacidad de estas instituciones para seguir prestando a los pa¨ªses pobres.En el caso del FMI, ¨¦ste cuenta con unos beneficios eventuales de 2.000 millones de Derechos Especiales de Giro del a?o 1999 que podr¨ªan ser usados para compensar su balance.
El G-8 se?ala en su comunicado que el Banco Mundial y el Banco Africano del Desarrollo recibir¨¢n esa inyecci¨®n. "Los pa¨ªses donantes aportar¨¢n contribuciones adicionales, basados en la distribuci¨®n de los costes, para compensar d¨®lar por d¨®lar del principal y el pago de intereses de la deuda cancelada", se?ala. Con todo, no est¨¢ claro si pa¨ªses relevantes como EE UU, por ejemplo, est¨¢n dispuestos a aportar m¨¢s all¨¢ del a?o 2008. Ayer, el secretario del Tesoro norteamericano, John Snow, explic¨® que una parte de los compromisos deber¨¢ pasar por el Congreso de EE UU.
La creaci¨®n de la Iniciativa Financiera Internacional, otra propuesta largamente defendida por el Reino Unido, fue rechazada tanto por objeciones de EE UU como de Jap¨®n. Gordon Brown aspiraba, con ella, a reunir nuevos fondos para inyectar en los pa¨ªses pobres. Estas naciones deber¨ªan emitir bonos dirigidos al mercados internacionales de capital.
El G-8 analiz¨® tambi¨¦n la situaci¨®n econ¨®mica mundial y mantuvo una reuni¨®n de trabajo con China, Brasil, India y Sur¨¢frica, que han sido invitados a participar en la cumbre del G-8 en Escocia. "China nada dijo de flexibilizar su tipo de cambio, algo que los ministros de Finanzas ten¨ªan en la cabeza", dijo una fuente ministerial.
Gordon Brown no tuvo recato en se?alar que el acuerdo supon¨ªa un salto cualitativo en la historia del G-7. "No s¨®lo hemos hablado de econom¨ªa, petr¨®leo y comercio. Los ministros de Finanzas se han comprometido en reducir la pobreza. Yo dije desde el comienzo que no hab¨ªa que ser t¨ªmido, sino osado". Brown, a modo de trompetazo final, dijo: "Este acuerdo es el Nuevo Pacto entre los pa¨ªses ricos y los pa¨ªses pobres", aludiendo al llamado New Deal de Roosevelt en los a?os treinta.
Peregrinaje pol¨ªtico a ?frica
El acuerdo alcanzado ayer deber¨¢ pasar para su aprobaci¨®n por los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre del G-8 del mes de julio, en Gleneagles, Escocia. Pero esto no ser¨¢ todo. Porque lo que se est¨¢ decidiendo afecta a tres instituciones multilaterales: el Banco Mundial deber¨¢ cancelar 44.000 millones de d¨®lares; el FMI, 6.000 millones, y el Banco Africano de Desarrollo, los 5.000 restantes.
Los consejos de administraci¨®n y las asambleas anuales del Banco Mundial y del FMI se celebrar¨¢n en septiembre pr¨®ximo. Ser¨¢ el momento crucial del acuerdo. No cabe duda de que los pa¨ªses pobres de ?frica constituyen la columna vertebral del objetivo pol¨ªtico. George Bush ha visitado ?frica despu¨¦s que su secretario del Tesoro, Paul O'Neill, hiciera un amplio tour en compa?¨ªa del cantante Bono. Tony Blair sigui¨® los mismos pasos. El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, hizo lo propio nada m¨¢s ser nombrado, y hace pocos meses lo hizo nuevamente. Estos viajes fueron precedidos de diversas iniciativas desde los noventa.
Todos los ministros secundaron a Gordon Brown ayer y empezaron sus ruedas de prensa con una palabra: se trata de un acuerdo hist¨®rico. En el Reino Unido parece evidente que Blair ha intentado expiar el pecado de la invasi¨®n de Irak con su vigorosa y a veces grandilocuente campa?a contra la pobreza a favor de los pa¨ªses pobres. Est¨¢ por ver el efecto real de esta cancelaci¨®n de deuda parcial, que s¨®lo afecta a los organismos multilaterales de cr¨¦dito. Gordon Brown record¨® ayer que el Reino Unido ha declarado la cancelaci¨®n unilateral de deudas con 70 pa¨ªses.
James Wolfenshon, ex presidente del Banco Mundial y actual enviado especial a Gaza y Cisjordania en misi¨®n de paz y reconstrucci¨®n, estuvo discretamente presente en el G-8. La noche del viernes se uni¨® a la cena. Explic¨® que ya hab¨ªa elevado su petici¨®n de fondos a los ministros de Asuntos Exteriores y que ¨¦stos le miraron con cara rara. Por eso, dijo, quer¨ªa hablar con los ministros de Finanzas. Les pidi¨® 3.000 millones de d¨®lares para la reconstrucci¨®n de la regi¨®n. Wolfensohn enfatiz¨® su petici¨®n recordando a los ministros que la guerra de Irak ha llevado a gastar 200.000 millones de d¨®lares. Su sucesor al frente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, estaba presente. Pero, seg¨²n fuentes solventes, el ex n¨²mero dos del Departamento de Defensa y gran ide¨®logo de la invasi¨®n de Irak no se dio por aludido.
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