Los mineros del agua
La sequ¨ªa acelera la apertura de pozos, que en Ja¨¦n llegan a 1.000 metros de profundidad gracias a las nuevas t¨¦cnicas de perforaci¨®n
Si el agua no cae del cielo, hay que buscarla bajo el suelo. Desde septiembre, en Ibros ha llovido la tercera parte de lo que es normal. De la tierra resquebrajada y polvorienta de este pueblo de Ja¨¦n no puede salir la oliva. Y eso es un drama porque en kil¨®metros a la redonda s¨®lo hay olivar. Pero bajo tierra s¨ª hay agua. Est¨¢ lejos, pero merece la pena el intento. Los due?os de una de las tantas parcelas de Ibros contrataron a la empresa Sondeos Toledo, una de las m¨¢s activas en la zona. Los tres camiones que realizan el sondeo cumplieron el viernes su tercer d¨ªa de trabajo ininterrumpido. En turnos de a dos para vigilar la m¨¢quina, los operarios escuchan el raca-raca continuo de la perforadora, parecida a las que se usan para buscar petr¨®leo.
Los olivos de ?beda se riegan a costa de un acu¨ªfero profundo de m¨¢s de 20.000 a?os
El viernes, antes del mediod¨ªa, diana: el agua comienza a brotar, primero marr¨®n, mezclada con fango, entre un ruido ensordecedor. Sale con una fuerza enorme, impulsada por el aire a presi¨®n que inyecta la m¨¢quina del sondeo. A 450 metros bajo tierra, el acu¨ªfero de la Loma de ?beda acaba de recibir un nuevo pinchazo, y van m¨¢s de 300 en los ¨²ltimos a?os. El impulsor del pozo es un vecino de Ibros llamado Fernando Mart¨ªn (camisa azul abierta hasta el ombligo). ?l ha convencido a los due?os para perforar y resume su alegr¨ªa junto al nuevo y artificial manantial: "Le estamos sacando las entra?as a la tierra".
El encargado del sondeo, Pedro Aguado, tambi¨¦n est¨¢ contento, aunque no por el agua. Eso es rutina. Est¨¢ contento porque podr¨¢ pasar el fin de semana en su casa y el lunes mover la perforadora a Villacarrillo, a 30 kil¨®metros. A seguir perforando. Pedro es un minero del agua. Y con la sequ¨ªa tiene m¨¢s trabajo que nunca. "Podemos llegar a 1.000 metros a por agua. Y m¨¢s si hace falta. Cuando no llueve aumenta el trabajo", asegura Pedro, sombrero de paja, generosa barriga y gafas de sol.
M¨¢s de 1.000 metros bajo tierra para captar agua. Pi¨¦nselo. Imag¨ªnese que se asoma a un agujero de medio metro de di¨¢metro que recorre un kil¨®metro en l¨ªnea recta hacia el centro de la tierra. El edificio m¨¢s alto de Espa?a, el Gran Hotel Bali, de Benidorm, mide menos de la quinta parte, 186 metros. A 2.000 metros aparece petr¨®leo en algunas zonas.
"Se dice que es la miner¨ªa del agua porque es tratar el agua como un mineral. Buscarla donde est¨¦ y sacarla sin preocuparse de si se renueva", explica el director de hidrogeolog¨ªa del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME), Juan Antonio L¨®pez Geta.
Es lo que ocurre en ?beda. El hidroge¨®logo Francisco Javier Gollonet ha estudiado el acu¨ªfero del que se abastecen las parcelas como la de Ibros durante a?os: "Hace unos 10 a?os, los agricultores comenzaron a pinchar a por agua, tras la ¨²ltima sequ¨ªa. No estaba claro que fuesen a encontrar nada, pero pincharon, insistieron, siguieron bajando y apareci¨® un acu¨ªfero que no ten¨ªa catalogado ni el IGME", explica en su despacho de Granada, lleno de planos y documentos sobre el acu¨ªfero.
Tras ese primer pinchazo, la zona de ?beda y Baeza vivi¨® una especie de fiebre del oro, seg¨²n cuentan los agricultores, como Miguel Pastor, presidente de la comunidad de regantes de La Imagen y uno de los principales expertos en riego del olivar: "Proliferaron los sondeos, muchas ingenier¨ªas abrieron sucursales en la zona. Hemos calculado que los agricultores han invertido 180 millones de euros en los regad¨ªos". El pozo en activo m¨¢s profundo tiene 880 metros, pero los agricultores han llegado a perforar 1.200 metros en busca de agua
El acu¨ªfero de la Loma de ?beda, catalogado oficialmente en 2000 como UH05.23, era el man¨¢. El olivar, hist¨®ricamente de secano, ha pasado all¨ª a recibir riego por goteo. El mecanismo es simple: un sondeo, un pozo, una bomba para subir el agua, una balsa para almacenarla y un goteo en cada olivo. Es caro pero rentable. Cada metro de sondeo cuesta unos 150 euros, las bombas pueden llegar a tener 600 caballos y consumen mucha electricidad. Aun as¨ª el agua cuesta entre 10 y 20 c¨¦ntimos de euros el metro c¨²bico, o lo que es lo mismo, unos 250 euros por hect¨¢rea al a?o sin contar la obra, un precio razonable. A cambio, en a?os malos como ¨¦ste, la cosecha no se pierde y aumenta la producci¨®n. Un c¨ªrculo virtuoso sin pega aparente.
El problema es que el acu¨ªfero no es infinito. Gollonet explica la formaci¨®n: "Durante miles de a?os el agua se ha ido filtrando desde el r¨ªo Guadalimar y se ha acumulado en una capa impermeable. Cerca del r¨ªo, el agua se encuentra a 400 metros, al ir hacia el sur llega a estar a 1.000 metros. Un estudio midi¨® la actividad de los is¨®topos presentes en el agua y hall¨® que parte del agua que est¨¢n sacando tiene 25.000 a?os de antig¨¹edad".
Los agricultores sacan actualmente unos 35 hect¨®metros c¨²bicos del acu¨ªfero al a?o (aunque pueden ser m¨¢s de 40 porque no hay cifras oficiales), con los que riegan 30.000 hect¨¢reas, seg¨²n un estudio que Gollonet realiz¨® para el IGME. Es m¨¢s de lo que el Guadalimar aporta cada a?o. La ecuaci¨®n es sencilla: si entran 10 hect¨®metros menos de los que salen, la bolsa de agua se vac¨ªa lentamente.
Pastor admite que el ritmo de bombeo no se puede mantener: "A esta velocidad el acu¨ªfero no dura ni 20 a?os. Pero necesitamos agua porque eso es bueno para la zona, que no ha perdido poblaci¨®n y ha crecido econ¨®micamente gracias al riego del olivar", explica en el ¨²nico hotel de Villacarrillo. El pueblo tiene 11.000 habitantes, 34 grados a primeros de junio, muchos todoterreno circulando y un mar de olivos alrededor.
S¨®lo en el ¨²ltimo a?o, el nivel de algunos pozos ha bajado 60 metros y otros se han secado, seg¨²n Pastor. Los nuevos pozos, m¨¢s profundos, rebajan el nivel del agua y los antiguos se quedan cortos. Fernando Mart¨ªn, contento ante el nuevo surtidor, resume: "Esto es una carrera a ver qui¨¦n llega m¨¢s hondo y toma antes el agua".
La mayor¨ªa de los pozos son, como m¨ªnimo, alegales. La Junta de Andaluc¨ªa da permisos para realizar el sondeo, pero la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir no da la concesi¨®n de agua. La bolsa subterr¨¢nea es de dominio p¨²blico, seg¨²n la ley. En teor¨ªa, los agricultores necesitan un permiso para usar el agua.
"La confederaci¨®n ha mirado a otro lado. Ped¨ª permiso para mis tres pozos hace siete a?os y no me han dicho nada. No puedo esperar a que me contesten porque la oliva se me va", afirma un agricultor. El problema es que nadie est¨¢ seguro de cu¨¢nto se puede sacar, porque no hay estudios definitivos sobre cu¨¢nta agua recibe el acu¨ªfero al a?o y de cu¨¢nta se puede extraer al a?o sin desecarlo. La confederaci¨®n ha abierto siete expedientes sancionadores en 2004, seg¨²n los regantes. M¨¢s de 200 regantes se han asociado para buscar la legalizaci¨®n y que la confederaci¨®n fije el caudal que pueden sacar al a?o.
Mientras negocian, el acu¨ªfero puede desecarse, como ya ha ocurrido en bolsas de Murcia, Valencia y Almer¨ªa. Gollonet explica lo que pasar¨ªa si se agota: "Ser¨ªa un drama porque muchos agricultores se han endeudado. Adem¨¢s, a largo plazo puede bajar el caudal del Guadalimar. Que se deseque un acu¨ªfero hoy, con lo que sabemos, es como si muriese un ni?o de tifus sin recibir tratamiento". El acu¨ªfero de ?beda, por el momento el ¨²nico tratamiento que conoce es la sangr¨ªa. De agua.
La tecnolog¨ªa del petr¨®leo
El caso de ?beda es paradigm¨¢tico pero no ¨²nico. En el Levante tambi¨¦n hay pozos a gran profundidad, aunque al acercarse al mar es m¨¢s dif¨ªcil que las bolsas de agua est¨¦n tan profundas. Gollonet explica que en Arag¨®n hay sondeos a 500 metros, "algo impensable hace unos a?os y m¨¢s para cereal".
Un 25% del regad¨ªo espa?ol se nutre de aguas subterr¨¢neas. Actualmente se extraen 5.500 hect¨®metros c¨²bicos al a?o de aguas subterr¨¢neas. El director de Hidrogeolog¨ªa del IGME, Juan Antonio L¨®pez Geta, explica que "los acu¨ªferos son unas reservas magn¨ªficas, pero hay que usarlos planificadamente para que no se agoten". Las profundidades que se alcanzan ahora eran imposibles hace 15 a?os, a?ade L¨®pez Geta: "Aplican tecnolog¨ªa parecida a la que se usa para extraer petr¨®leo. En 1995 si a 300 metros no hab¨ªa agua, se dejaba el sondeo".
Las m¨¢quinas de sondeos tienen un martillo en el fondo que va rotando y golpeando la roca. Puede avanzar 200 metros al d¨ªa. Detr¨¢s, otra m¨¢quina va introduciendo barras met¨¢licas de seis metros. Cuando se alcanza el agua, se saca el martillo y las barras y el pozo se recubre por dentro con un nuevo recubrimiento met¨¢lico. Al pinchar, el agua sube algo porque est¨¢ a presi¨®n. Para terminar de llevarla a la superficie se aspira con una bomba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.