Titular sobre evoluci¨®n
Concretar en unas pocas palabras lo fundamental de un art¨ªculo de varios folios es una tarea dif¨ªcil. Porque, adem¨¢s de recoger lo m¨¢s importante, un buen titular ha de ser comprensible para la mayor¨ªa y, a ser posible, atractivo. Vale la pena emplear tiempo en los elementos de titulaci¨®n porque la mayor parte de la gente es lo ¨²nico que leer¨¢ de una informaci¨®n y, por tanto, su conocimiento de ella se reducir¨¢ a esas pocas palabras.
El Pa¨ªs Semanal del domingo pasado dedic¨® su portada y un amplio reportaje al hombre de Flores, la nueva especie de hom¨ªnidos de peque?o tama?o y gran inteligencia que un grupo de antrop¨®logos australianos e indonesios ha propuesto a partir de unos f¨®siles de 12.000 a?os de antig¨¹edad hallados en la isla indonesia de Flores.
El art¨ªculo expon¨ªa la pol¨¦mica sobre si se trata o no de una nueva especie y se planteaba que, si realmente lo es, pone en cuesti¨®n la hip¨®tesis hasta ahora aceptada de que el aumento de inteligencia de los hom¨ªnidos (el g¨¦nero que incluye a la especie humana actual) est¨¢ siempre asociado al aumento de la capacidad craneal. El Homo floresiensis, si existi¨®, tuvo una notable inteligencia en un cr¨¢neo min¨²sculo.
La titulaci¨®n de este art¨ªculo en la portada sigui¨® las pautas establecidas para los reportajes: un t¨ªtulo atractivo y corto, y un subt¨ªtulo que, seg¨²n el Libro de estilo, "debe conectar con la idea del t¨ªtulo para explicarla o desarrollarla". El titular que se eligi¨® fue Minihumanos, que situaba perfectamente el tema. El subt¨ªtulo desarrollaba as¨ª el titular: 'Peque?os y listos. El hombre de las Flores cuestiona la teor¨ªa de la evoluci¨®n'.
Siete lectores han remitido mensajes electr¨®nicos sobre este tema y seis de ellos han criticado que el subt¨ªtulo exagerara el alcance del hallazgo f¨®sil al decir que "cuestiona la teor¨ªa de la evoluci¨®n", cuando a lo que obliga es a replantear c¨®mo ha evolucionado la inteligencia en los hom¨ªnidos. Varios de ellos aluden tambi¨¦n al descuido que supone escribir "hombre de las Flores" en lugar de "hombre de Flores".
Maximiliano Corredor-Ad¨¢mez, un bi¨®logo que administra la comunidad virtual Evolucionarios, precisa: "La teor¨ªa de la evoluci¨®n no s¨®lo no es cuestionada por el descubrimiento del nuevo hom¨ªnido, sino que precisamente es ella la que explica por qu¨¦ esa especie ten¨ªa las caracter¨ªsticas que ten¨ªa". Una de ellas es el enanismo, consecuencia de la "adaptaci¨®n a ambientes insulares".
Frente a la idea de un Dios creador de todas las especies de la Tierra, lo que la teor¨ªa de la evoluci¨®n o darwinismo establece son b¨¢sicamente dos postulados. El primero, que todos los seres vivos proceden de un mismo ancestro (o unos pocos). El segundo, que a la gran cantidad de especies actuales se ha llegado por la acci¨®n del mecanismo de la selecci¨®n natural. Muy esquem¨¢ticamente, ¨¦ste funciona de la siguiente manera: los individuos de una misma especie son ligeramente diferentes entre s¨ª y en cada generaci¨®n pueden producirse nuevas diferencias; aquellos individuos que se adapten mejor al medio en funci¨®n de sus caracter¨ªsticas diferenciales tendr¨¢n m¨¢s posibilidades de sobrevivir y, por tanto, de transmitir esas caracter¨ªsticas a la siguiente generaci¨®n. En determinadas circunstancias, un grupo de una especie puede diferenciarse hasta el punto de dar lugar a otra especie. El reportaje en ning¨²n momento contradec¨ªa este marco te¨®rico.
El editor que puso en p¨¢gina el art¨ªculo titul¨® en el interior Minihumanos de un metro y redact¨® la siguiente entradilla: "Los f¨®siles hallados el pasado oto?o en una isla indonesia han descabalado la evoluci¨®n humana. Quedan muchas dudas, mucho por investigar, pero sus descubridores defienden que el hombre de Flores es una nueva especie de extra?os minihumanos que vivieron hasta hace 12.000 a?os". Nada que objetar. Lo que ha descabalado el hombre de Flores es "la evoluci¨®n humana". Pero al reducir esa entradilla a 14 palabras se dio un salto en el vac¨ªo al cuestionar "la teor¨ªa de la evoluci¨®n".
Cuatro de los lectores recuerdan que hace tres meses se public¨® en el semanal otro titular en que se atribu¨ªa a los astr¨®logos en vez de a los astr¨®nomos la b¨²squeda de nuevos planetas. Es cierto. Como tambi¨¦n lo es que entre aquel caso y el actual he apreciado cambios en el proceso de revisi¨®n de los art¨ªculos cient¨ªficos. Lo importante es que a partir de ahora funcionen bien.
Informar de suicidios
Tras el suicidio de una escolar en Elda el 24 de mayo, ocho meses despu¨¦s del de Jokin en Hondarribia, un lector, Eric San Juan, se interesa por saber por qu¨¦ el diario inform¨® sobre ellos.
El lector argumenta: "Est¨¢ claro que ambos son hechos noticiosos que despiertan todo el inter¨¦s del p¨²blico y que quiz¨¢ nos pueden ayudar a prevenir situaciones futuras parecidas. Sin embargo, la ¨¦tica period¨ªstica rechaza en principio la publicaci¨®n de suicidios para no darles publicidad. No es esto un reproche porque yo habr¨ªa hecho lo mismo, pero me gustar¨ªa saber qu¨¦ criterios se han seguido para publicar estos suicidios y no otros. Incluso me asalta la duda de si esta muchacha, buena estudiante y se supone que bien informada de lo que ocurre en su pa¨ªs, no tom¨® la decisi¨®n con ¨¢nimo de emular la tr¨¢gica muerte de Jokin".
La publicaci¨®n de un suicidio siempre suscita pol¨¦mica en los peri¨®dicos. El redactor jefe de Sociedad, Jan Mart¨ªnez Ahrens, confiesa que "los interrogantes que desgrana el lector son los mismos que nosotros nos planteamos". El Libro de estilo del diario recomienda prudencia al informar sobre suicidios precisamente para evitar "un est¨ªmulo de imitaci¨®n". Y establece que s¨®lo se publicar¨¢n "cuando se trate de personas de relevancia o supongan un hecho social de inter¨¦s general".
Las dos muertes publicadas se incluyen en el segundo supuesto. "La premisa de que se trate de un hecho social de inter¨¦s general", explica Mart¨ªnez Ahrens, "condiciona el tratamiento informativo y obliga a trascender la cr¨®nica policial e incidir en la vertiente sociol¨®gica. ?Ha sido este el caso? No tengo la menor duda de que s¨ª".
El responsable de Sociedad prosigue: "Ambas muertes, con la enorme carga de su excepcionalidad, han sacado a la luz (una en forma de hechos probados y otra como posibilidad denunciada) la cruel depredaci¨®n que supone el acoso escolar. Las encuestas m¨¢s benignas hablan de un 5% de alumnos que sufren amenazas, insultos y agresiones. Es m¨¢s, ahora sabemos que este acoso constante, basado en el aislamiento social de la v¨ªctima y la exhibici¨®n de dominio del agresor, puede desembocar en el suicidio".
Finalmente se pregunta: "Ante esta realidad, ?qu¨¦ ha de hacer un peri¨®dico?, ?silenciar unos hechos terribles precisamente porque conducen a un inocente a la muerte? Como ya ocurriera en 1997 con la violencia machista y el caso de Ana Orantes (quemada viva por su marido despu¨¦s de denunciar malos tratos en televisi¨®n), el salto suicida que el 21 de septiembre de 2004 dio un desesperado adolescente desde la muralla de Hondarribia ha abierto un encendido debate en busca de soluciones que no se habr¨ªa producido si los hechos no los hubieran dado a conocer los medios de comunicaci¨®n".
A la condici¨®n de ser "un hecho social de inter¨¦s general" yo a?adir¨ªa un segundo requerimiento para que un suicidio se publique: que la familia del fallecido est¨¦ de acuerdo en su difusi¨®n. Esta segunda condici¨®n tambi¨¦n se cumple en los dos casos citados.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 91 337 78 36.
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