M¨¢s de 12.000 estudiantes de secundaria sufren acoso escolar

Unos 12.000 ni?os de la regi¨®n tienen fobia a ir a clase y se inventan excusas para ausentarse como forma de evitar la marginaci¨®n y el rid¨ªculo frente a sus compa?eros. Son s¨®lo un 3,3% de los 379.000 alumnos de secundaria en la regi¨®n. Seg¨²n los datos de Pedro N¨²?ez Morgades, defensor del Menor, m¨¢s de 53.000 alumnos-v¨ªctimas ocultan las agresiones. Pero el defensor cree que el matonismo se puede combatir desde los centros educativos. Ayer present¨® varias medidas para combatirlo: un tel¨¦fono amigo, una p¨¢gina de Internet y una gu¨ªa para padres y otra para alumnos.

"Act¨²a. No calles. El silencio perpet¨²a el acoso". ?ste es uno de los lemas que los alumnos de secundaria leer¨¢n en los folletos explicativos que ha elaborado el Defensor del Menor de Madrid para combatir el acoso escolar. "El inicio del curso 2005-2006 debe ser el principio del fin del acoso escolar y podemos hacerlo", dijo Pedro N¨²?ez Morgades, defensor del Menor, quien present¨® ayer algunos datos escalofriantes. En Espa?a, el 9% del alumnado sufre amenazas, y m¨¢s del 4%, agresiones directas. Las agresiones verbales frecuentes de sus compa?eros las padecen un 30% de los estudiantes de secundaria.

En Madrid, las quejas por acoso escolar recibidas por esta instituci¨®n aumentaron un 40% en 2004 respecto a 2003: de 59 denuncias se pasaron a 99 al a?o siguiente. "Vamos por buen camino; eso significa que la gente ha empezado a comunicar las agresiones", asegur¨® N¨²?ez Morgades. Sin embargo, el 14,3% del alumnado-v¨ªctima -53.060- oculta las agresiones en la regi¨®n.

El silencio, c¨®mplice

"Ese silencio permite que el acoso se perpet¨²e", explica N¨²?ez Morgades. El Defensor se?al¨® que durante a?os ha ocurrido con el acoso escolar lo mismo que con la violencia dom¨¦stica: que ha existido siempre, pero nadie hab¨ªa hecho nada contra ella. La sociedad consideraba err¨®neamente que es "parte del desarrollo natural de los menores y se volv¨ªa la cabeza y nunca se entr¨® en el proceso de empat¨ªa", sostiene N¨²?ez Morgades.

Para el Defensor del Menor, el caso de Jokin, ocurrido el 21 de septiembre en Hondarribia (Guip¨²zcoa), "ha abierto los ojos de la sociedad frente a este problema". En su opini¨®n, el matonismo es m¨¢s f¨¢cil de superar que la violencia machista porque se da entre iguales sin una personalidad formada sobre la que se puede influir. La clave, seg¨²n Morgades, "la educaci¨®n en compa?erismo, en la empat¨ªa, que se pongan en el lugar de la v¨ªctima y que entiendan su sufrimiento y que cuenten con sus padres".

Dos publicaciones -una gu¨ªa para alumnos y otra para padres- realizadas por las profesoras de educaci¨®n secundaria Isabel Hern¨¢ndez e Isabel Fern¨¢ndez ser¨¢n repartidas a partir de septiembre en los centros escolares de la Comunidad. Estas gu¨ªas servir¨¢n para detectar los casos de acoso y reaccionar correctamente ante ellos, tanto en el caso del alumno acosado como del acosador.

El asesor de educaci¨®n del Defensor del Menor, Rodrigo Garc¨ªa, aclara que el reto m¨¢s dif¨ªcil es romper la ley del silencio: "Los menores entienden que decir lo que les est¨¢ pasando, por brutal que sea, y contar lo que est¨¢n viendo es ser cobardes y acusicas. Hay que ense?arles a ponerse en el lugar del agredido, que rompan el pacto y que contribuyan a afear la conducta de los agresores, que entiendan que son importantes para acabar con el problema".

Adem¨¢s, de estas gu¨ªas orientativas, esta instituci¨®n plantea que el Consejo Escolar del Estado establezca c¨®digos de conducta que aplicar en los centros cuando se detecte un caso de violencia. Tambi¨¦n se crear¨¢ un registro de acoso escolar. "Que se unifiquen las cifras y se pueda conocer la realidad y se trasladen a la sociedad trimestralmente para que mantenga su inquietud y sensibilidad sobre el tema", explic¨® el Defensor.

Tambi¨¦n se establecer¨¢ un tel¨¦fono amigo para el ni?o afectado an¨®nimo que dependa directamente de la inspecci¨®n de centros que son quienes pueden tomar medidas eficaces tel¨¦fono amigo para el ni?o afectado.

Otra iniciativa, coordinada con la asociaci¨®n Prot¨¦geles es una p¨¢gina de Internet donde tambi¨¦n los chicos puedan informarse y denunciar de forma an¨®nima el abuso. "Hay que estar presente en el mundo virtual, que utilizan los menores para llegar a ellos", explic¨® Morgades.

El defensor tambi¨¦n alert¨® a los padres cuyo hijo pueda ser un agresor: "Se suele justificar esa actitud como un falso liderazgo sin darnos cuenta de que es la conducta m¨¢s preocupante, porque este perfil de alumno tiene m¨¢s posibilidades de convertirse en delincuente", concluy¨®.