La 'culpable minor¨ªa de edad' de los italianos

Hace m¨¢s de dos siglos, Kant denunci¨® la culpable minor¨ªa de edad del g¨¦nero humano, que no se atrev¨ªa a pensar por s¨ª mismo. Los ecos de esa denuncia resuenan en los p¨¢rrafos de su editorial del 14 de junio titulado Derrota laica, acerca del refer¨¦ndum italiano que propon¨ªa flexibilizar la restrictiva Ley de Reproducci¨®n Asistida vigente, de modo que, entre otros cambios, se eliminara la protecci¨®n de los derechos del embri¨®n (que le equiparan, de hecho, a la persona nacida) y as¨ª se pudiera comenzar la investigaci¨®n con c¨¦lulas madres embrionarias. Una participaci¨®n del 26% (no ha alcanzado siquiera el umbral necesario del 50%) deja claro que la "victoria" ha sido de los partidos de centro-derecha y de los obispos cat¨®licos que hab¨ªan llamado a la abstenci¨®n.

Sin embargo, me parece confuso que este resultado se interprete como "la victoria de una moral privada (la de los cat¨®licos) sobre la libertad de elecci¨®n e investigaci¨®n" y un predominio, propio de otros tiempos, de "la postura de la Iglesia cat¨®lica" sobre las leyes civiles, como si los italianos no se hubieran atrevido a pensar por s¨ª mismos en esta ocasi¨®n. M¨¢s bien, aunque no la compartamos, parece que el refer¨¦ndum ha expresado la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas de Italia, porque los votos (o abstenciones) eran de individuos adultos y libres que, una vez sopesados los argumentos expuestos por unos y otros, han tomado una decisi¨®n y han hecho "uso p¨²blico de su raz¨®n". Su editorial me produce cierta inquietud, porque, de alg¨²n modo, parece deslegitimar los procedimientos democr¨¢ticos que tanto esfuerzo y tragedias nos han costado en los ¨²ltimos dos siglos; unos procedimientos basados en los ideales ilustrados que su peri¨®dico siempre ha pretendido fomentar.