El Artium confronta las visiones de Amorales y S¨¢ez

El Artium abri¨® ayer las puertas de su sala norte para ofrecer los trabajos de dos j¨®venes creadores coet¨¢neos, con distinta proyecci¨®n y diferentes lenguajes expresivos, pero que atienden de un modo u otro a algunas de las inquietudes del arte contempor¨¢neo. Carlos Amorales (M¨¦xico DF, 1970) se sumerge en el mundo de la superstici¨®n en su exposici¨®n ?Por qu¨¦ tener miedo al futuro?, mientras que Ignacio S¨¢ez (Bilbao, 1971) recoge en una retrospectiva de los ¨²ltimos a?os una intensa mirada a su mundo interior y lo que le rodea. Ambas muestras permanecer¨¢n en el museo hasta el 25 de septiembre.

La llegada de Amorales al Artium viene acompa?ada por la an¨¦cdota. El artista mexicano fue alumno (y, ahora, amigo) de Richard Deacon, el reconocido escultor brit¨¢nico que inaugur¨® una retrospectiva en el museo vitoriano hace 15 d¨ªas. Como ¨¦l, comparte la pasi¨®n por el dibujo como medio para desarrollar su trabajo en otros soportes. Si Deacon usa sobre todo la escultura, Amorales se inclina por el v¨ªdeo, con el que elabora igual pel¨ªculas casi documentales que sorprendentes productos de animaci¨®n.

La exposici¨®n de Amorales es una coproducci¨®n del Artium con la Casa de Am¨¦rica de Madrid con distintos patrocinadores, entre ellos la f¨¢brica de naipes Heraclio Fournier. Y aqu¨ª llega otra sorpresa. Al estar dedicada a la cartomancia, Amorales ha optado por un cat¨¢logo en forma de baraja, a partir de una selecci¨®n de sus dibujos, realizado por Fournier. El juego de naipes sirve, adem¨¢s, como base para uno de los v¨ªdeos, en el que varios echadores utilizan las cartas para predecir el futuro del artista con igual convicci¨®n que cuando emplean el tarot.

La muestra de S¨¢ez lleva al visitante al mundo propio de un artista barroco "hasta el tenebrismo", como apunt¨® Javier Gonz¨¢lez de Durana, director del Artium. Due?o de una trayectoria individual muy marcada por la expresi¨®n de sus conflictos, hasta llegar en alg¨²n momento a la autolesi¨®n, sus obras (pinturas y fotograf¨ªas, sobre todo) desvelan un universo cerrado, a veces asfixiante, en que participan todos los sentidos, debido a los olores de los aceites de pintura y al ruido de los ventiladores, protagonistas de la instalaci¨®n central.

Toda la exposici¨®n gira alrededor del propio S¨¢ez, pero ¨¦l no gusta de protagonismos: sin aspavientos, elude las ruedas de prensa, prescinde de los fot¨®grafos y hasta firma sus exposiciones con seud¨®nimo; el de ¨¦sta del Artium, contudente: "Ignacio besado por la lengua moral".