Annie Cohen-Solal reivindica la honradez ¨¦tica de Sartre
"Fue el intelectual m¨¢s odiado de su ¨¦poca", afirma la bi¨®grafa
Con motivo del centenario del nacimiento de Jean-Paul Sartre, la editorial Edhasa recupera una biograf¨ªa cl¨¢sica sobre el fil¨®sofo existencialista: Sartre. 1905-1980, de Annie Cohen-Solal. En el libro, la autora reivindica la honradez intelectual de Sartre y combate los t¨®picos sobre su trayectoria. "No fue un h¨¦roe de la Resistencia, pero tampoco un cobarde", asegur¨® ayer la bi¨®grafa en la presentaci¨®n del libro.
En Sartre. 1905-1980, Annie Cohen-Solal reivindica la "integridad ¨¦tica" del autor de El ser y la nada. La biograf¨ªa se public¨® en 1985, fruto del encargo de un editor estadounidense. La reedici¨®n espa?ola incluye un posfacio que actualiza la informaci¨®n disponible sobre Sartre. Cohen-Solal repasa las cr¨ªticas m¨¢s usuales contra el fil¨®sofo: "Algunos intelectuales franceses afirman que Sartre estaba siempre equivocado. Le acusan de no percibir la eclosi¨®n del nazismo cuando viaj¨® a Berl¨ªn en 1933, que ocupara la plaza de un profesor jud¨ªo depurado, que celebrara en 1954 la libertad de pensamiento que exist¨ªa en Mosc¨², su viaje a Cuba en 1960...". Y a?ade: "Sartre fue el intelectual m¨¢s odiado de su ¨¦poca y en la actualidad contin¨²a siendo inc¨®modo". Este repudio a Sartre se debe a la lucha que mantuvo contra pilares intocables de la sociedad francesa y su desconfianza hacia las instituciones, actitud que le llev¨® a rechazar la Legi¨®n de Honor y el Premio Nobel.
En opini¨®n de Cohen-Solal, el fil¨®sofo "quer¨ªa hablar con lo que llamaba las juventudes del mundo, minor¨ªas como los homosexuales, los negros, las mujeres o los pobres. Ve¨ªa oprimidos por todas partes y quer¨ªa salvarlos". "Su trayectoria pol¨ªtica se opone a la de contempor¨¢neos como Albert Camus y Raymond Aron. En su juventud era anarquista. Su ¨²nica prioridad desde los ocho a?os era convertirse en escritor", recuerda la bi¨®grafa. No obstante, su ambici¨®n literaria tard¨® en cumplirse. "Pas¨® por una depresi¨®n que concluy¨® en 1938 cuando Gallimard le public¨® La n¨¢usea".
La acusaci¨®n de colaboracionista -durante el r¨¦gimen de P¨¦tain Sartre estren¨® en Francia varias obras de teatro- le parece injusta. "En 1941 fund¨® uno de los primeros grupos de la Resistencia, el movimiento Socialismo y Libertad". "No fue ni un h¨¦roe de la Resistencia, ni un cobarde. Explicaba que era un escritor que resiste, no un resistente que escribe".
Aunque en el retrato humano Sartre aparece como un narcisista y un taca?o a la hora de reconocer los m¨¦ritos intelectuales de los dem¨¢s -la autora rese?a la crueldad de su ruptura con Albert Camus o el desprecio a la obra de Michel Foucault-, en ning¨²n momento se pone en duda su sincera admiraci¨®n por Simone de Beauvoir, lib¨¦rrima compa?era sentimental y acicate creativo del fil¨®sofo. S¨®lo al final de su vida se produjeron encontronazos serios entre ambos. "A partir de 1973, el confidente de Sartre era su secretario Pierre Victor. Le hac¨ªa sentir vivo. Asum¨ªa el papel que en otro tiempo correspondi¨® a Beauvoir".
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