Viejos l¨ªderes con nueva imagen
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La campa?a electoral iran¨ª concluy¨® en la madrugada de ayer en una gran fiesta. En Teher¨¢n, los j¨®venes aprovecharon la distribuci¨®n de propaganda para mezclarse con el otro sexo, bromear y trasnochar, animados por la relajaci¨®n que se ha vivido durante tres semanas y que se ha reflejado incluso en los carteles. Frente a los rostros circunspectos que ofrec¨ªan hace ocho a?os, los candidatos sonr¨ªen desde p¨®steres y octavillas con mucho mensaje subliminal.
El veterano Rafsanyani aparece casi siempre rodeado de j¨®venes: una chica cubierta con el chador que le mira con arrobo, un muchacho en vaqueros y camiseta que lleva una pegatina con su nombre en la frente. Sin embargo, el favorito ha evitado los ba?os de masas.
El reformista Mostafa Moin utiliza un estribillo de un cantante exiliado en EE UU y vetado por el r¨¦gimen. El lema De nuevo, voy a construir la patria recuerda a los j¨®venes un videoclip de Dariush en el que aparec¨ªan escenas de la represi¨®n a las protestas estudiantiles de 1999 y de la guerra con Irak.
La foto del centrista Mehdi Karrubi, de 68 a?os, mueve a confusi¨®n: a primera vista parece Jatam¨ª, cuyo grupo pol¨ªtico le apoya. Y es que, sin duda, este ayatol¨¢ busca votos entre quienes consideran un acierto la pol¨ªtica del presidente saliente de suavizar las formas sin cambiar el contenido.
Mohamed Qalibaf utiliza su uniforme de piloto para transmitir una imagen de hombre de acci¨®n. En uno de los carteles m¨¢s sorprendentes posa junto a un avi¨®n de Ir¨¢n Air y asegura que "los iran¨ªes se merecen una buena vida". Hasta los ultraconservadores, Mahmoud Ahmadinejad, Al¨ª Lariyan¨ª y Mohsen Rezai (que finalmente se ha retirado) sonr¨ªen a los prospectivos votantes. La forma de hacer pol¨ªtica sigue siendo eminentemente iran¨ª, pero el estilo de la campa?a ha copiado mucho de los usos occidentales.
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