El nacionalismo vasco y sus m¨¢scaras
Convertida en busto de batzoki, la figura de Sabino Arana parece m¨¢s el emblema de un movimiento del que fue fundador que la presencia viva de un ide¨®logo a cuyo pensamiento a¨²n hubiera que recurrir para orientar la teor¨ªa y la pr¨¢ctica del nacionalismo vasco. Suele ser raro escuchar una sola cita de su pensamiento o la m¨¢s m¨ªnima referencia-gu¨ªa en boca de sus seguidores. Ese silencio parece dar a entender que fuera para sus correligionarios un personaje del que no pudieran desprenderse, en tanto que fundador, pero al que habr¨ªa que perdonarle casi todo, si no olvidarse de la mayor parte de su legado, m¨¢s all¨¢ de alguna de sus jaculatorias como la de que "Euzkadi es la patria de los vascos", aut¨¦ntico fiat lux, condensado te¨®rico imprescindible para justificar su vigencia en el pante¨®n de la Historia.
TRAS LA HUELLA DE SABINO ARANA
Antonio Elorza
Temas de Hoy. Madrid, 2005
320 p¨¢ginas. 17 euros
El silencio del personaje es, sin embargo, bastante m¨¢s parlanch¨ªn que el que deja entrever el polvo de su hornacina y esa presencia tumultuosa del pensamiento de Sabino Arana en el nacionalismo vasco pasado y presente es la que nos muestra Antonio Elorza en Tras la huella de Sabino Arana. Los or¨ªgenes totalitarios del nacionalismo vasco. De f¨¢cil y amena lectura, se trata de un libro pol¨¦mico, tanto por la interpretaci¨®n que hace del nacionalismo vasco como por las consecuencias pol¨ªticas que puedan derivarse de ella. Si la pol¨¦mica se diera, quiz¨¢ fuera ¨¦sa la ocasi¨®n para a?adir los pormenores que en el libro se excusan para no impedir una visi¨®n de conjunto, pues habr¨¢ quienes vean en las diferentes m¨¢scaras sabinianas que Elorza descubre en el nacionalismo vasco rostros distintos, y que tratar¨¢n de salvar en esta o aquella figura, o en este o aquel momento hist¨®rico, criterios democr¨¢ticos que escapan a las pautas totalitarias dise?adas por el fundador. ?Es democr¨¢tico el nacionalismo vasco? La pregunta suele recibir diversas respuestas, pero no cabe duda de cu¨¢l es la de Elorza. M¨¢s ac¨¢ de la fragmentaci¨®n en diversos partidos, cada uno con su correspondiente etiqueta democr¨¢tica diferenciadora bien marcada, o de su rico historial de escisiones, el nacionalismo vasco ser¨ªa un movimiento unitario de impronta sabiniana, guiado por la pauta de absolutismo en los principios y pragmatismo en las actuaciones y por las tensiones que ¨¦sta genera en cada momento hist¨®rico. Elorza rechaza la idea de la existencia de dos almas en el nacionalismo, la autonomista y la radical, que quedan reducidas para ¨¦l a dos v¨ªas de naturaleza t¨¢ctica, en apariencia muy distintas entre s¨ª, y con un objetivo com¨²n.
Lo que Sabino Arana fund¨®,
seg¨²n Elorza, fue un "nacionalismo de naturaleza biol¨®gica, s¨®lo secundariamente ¨¦tnico, comparable al germ¨¢nico de la misma ¨¦poca". La amplia difusi¨®n en aquel momento de las teor¨ªas racialistas no justificar¨ªa, ni volver¨ªa m¨¢s disculpable, el racismo sabiniano, que ahondar¨ªa sus ra¨ªces en la ideolog¨ªa foralista del Antiguo R¨¦gimen, reactualiz¨¢ndola y poni¨¦ndola al servicio de su sentimiento ag¨®nico de la patria vasca y de su pol¨ªtica del odio. Soberan¨ªa originaria, antiliberalismo y pureza de sangre, ser¨ªan los componentes b¨¢sicos de una ideolog¨ªa cuyo objetivo ¨²nico ser¨ªa la independencia de Euskadi, recubierto todo ello por un discurso religioso en el que el disc¨ªpulo de la Compa?¨ªa de Jes¨²s se presentar¨ªa como un ¨¢lter Christus, agente de una transferencia por la que el Dios de la Patria acabar¨ªa fundi¨¦ndose con ¨¦sta. En palabras del autor, "Sabino Arana es en sentido estricto un prenazi vasco".
Definido con claridad el ideario del fundador, Elorza rastrea su vigencia absoluta en las diversas ramas y escisiones del nacionalismo, incluyendo a ETA: "Pureza de sangre y pureza ideol¨®gica renacen en el paisaje pol¨ªtico vasco de la mano de ETA". Considero fundamental su an¨¢lisis del viraje espa?olista de Sabino Arana, un enmascaramiento t¨¢ctico que fija las claves de las sucesivas m¨¢scaras del movimiento hasta llegar al Pacto de Lizarra y al actual¨ªsimo plan Ibarretxe. Ante la imposibilidad de promover un enfrentamiento inmediato con el invasor, se tratar¨ªa de imponer la m¨¢scara de la sociabilidad, con la que ir penetrando en todas las esferas de la sociedad vasca y ejercer al mismo tiempo la exclusi¨®n y la depuraci¨®n del enemigo espa?ol y sus secuaces. Esto le lleva a Elorza a definir el movimiento abertzale, siguiendo a Robert Lifton, de totalismo, un totalitarismo capilar y horizontal cuyo rasgo fundamental es la exigencia de pureza. ?Es un movimiento nazi el nacionalismo vasco? Inmersos en la discusi¨®n sobre su naturaleza democr¨¢tica o antidemocr¨¢tica, y en las repercusiones pol¨ªticas y estrat¨¦gicas de una u otra valoraci¨®n, Antonio Elorza nos da su original respuesta. Merece la pena discutirla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.