Rafsanyani y el reformista Moin disputar¨¢n la segunda vuelta en Ir¨¢n, seg¨²n los sondeos
El r¨¦gimen retras¨® cuatro horas el cierre de los colegios para propiciar la afluencia a las urnas
Sin llegar a la participaci¨®n con que fue elegido el presidente Mohamed Jatam¨ª hace ocho a?os (90%), los iran¨ªes acudieron ayer a las urnas a votar en mayor n¨²mero de lo augurado. A falta de cifras finales, Interior anunci¨® a primera hora de la tarde que ya se hab¨ªa superado el umbral del 50% y el horario de votaci¨®n se extendi¨® cuatro horas m¨¢s, hasta las once de la noche (dos horas y media menos en la Espa?a peninsular). Los primeros sondeos situaban en cabeza al ex presidente Al¨ª Akbar Hashem¨ª Rafsanyani y a su rival reformista, Mostafa Moin.
Ninguno de los dos, sin embargo, lograba el 50% de los votos necesarios para hacerse con la victoria. "Rafsanyani y Moin van los primeros, de acuerdo con nuestras encuestas. Ser¨¢n ellos quienes compitan en una segunda vuelta", aseguraba ayer un colaborador del ex presidente. De confirmarse este pron¨®stico, ser¨ªa la primera vez que Ir¨¢n celebra una segunda ronda electoral desde la revoluci¨®n.
"Si Dios quiere ser¨¦ el ganador y mientras viva servir¨¦ a la revoluci¨®n", declaraba tras votar Rafsanyani, a quien todos los an¨¢lisis dan, en ¨²ltima instancia, como triunfador. Su rival reformista, Mostafa Moin, reconoci¨® que no se trataba de una elecci¨®n ideal, pero aun as¨ª esperaba una participaci¨®n de "m¨¢s del 60%".
La participaci¨®n y la capacidad de los candidatos de movilizar a los desencantados entre los j¨®venes, las mujeres y los estudiantes, eran las principales inc¨®gnitas. En 1997, el electorado rompi¨® todas las previsiones al elegir a Mohamed Jatam¨ª. Ahora tambi¨¦n tiene posibilidades el conservador Mohamed Qalibaf, que vot¨® en Mashad, su ciudad natal.
"Acudir a las urnas no s¨®lo significa elegir a uno de los siete candidatos, sino respaldar el sistema", subray¨® por su parte el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei tras depositar su papeleta en una huseiniya (capilla chi¨ª) cercana a su domicilio, en el centro de Teher¨¢n. La m¨¢xima autoridad de la Rep¨²blica Isl¨¢mica no s¨®lo vot¨®, como siempre, a primera hora de la ma?ana, sino que anim¨® a todos los iran¨ªes a seguir su ejemplo, lo que revel¨® su preocupaci¨®n al respecto. Y a decir de diversos analistas, logr¨® una ayuda inesperada en las declaraciones de George W. Bush el d¨ªa anterior.
"Las palabras de Bush parecen haber actuado de incentivo", declaraba el diplom¨¢tico iran¨ª Al¨ª Pakdaman haci¨¦ndose eco de una impresi¨®n compartida por otros observadores pol¨ªticos. "Es un proceso que ignora los requerimientos b¨¢sicos de la democracia (...), pero a medida que una marea de libertad barre la regi¨®n, tambi¨¦n terminar¨¢ llegando a Ir¨¢n", asegur¨® el jueves el presidente norteamericano. Sus palabras no s¨®lo provocaron la irritaci¨®n de los portavoces oficiales, sino tambi¨¦n de muchos iran¨ªes que las consideran una interferencia inaceptable en sus asuntos internos.
"He venido para expresar mi rechazo a Israel y a Estados Unidos", manifestaba Ensafi¨¢n, envuelta con el tradicional chador negro, al depositar su voto en la mesa electoral 670, poco antes de entrar a la plegaria del viernes en la Universidad de Teher¨¢n.
Los enemigos de Ir¨¢n
Los conservadores son, sin duda, mayoritarios en ese entorno, pero m¨¢s al norte, en la huseiniya Ershad, un feudo reformista y de la oposici¨®n liberal, Fatameh, una joven estudiante de 21 a?os cubierta con ligero pa?uelo verde, se expresaba de forma similar.
"En caso de no votar, los enemigos de Ir¨¢n pueden invadir nuestro pa¨ªs", explicaba. ?Estados Unidos? "No s¨®lo, tambi¨¦n hay otros que les apoyan", respond¨ªa sin querer revelar qui¨¦n hab¨ªa sido su elegido. A ambos lados de la entrada a la huseiniya donde estaba situada la mesa electoral 208, varias decenas de hombres y mujeres hac¨ªan colas separadas a pesar del fuerte calor del mediod¨ªa.
"Estoy sorprendido por toda la gente que ha venido, en especial los j¨®venes", confiaba Hadi Nili, un estudiante de 20 a?os que todav¨ªa no hab¨ªa votado, pero pensaba hacerlo por el ex jefe de polic¨ªa Mohamed Qalibaf. "No es el candidato ideal, aunque espero que traslade a la presidencia su estilo en la polic¨ªa porque desde que el asumi¨® el mando se redujo su intrusismo en nuestras vidas privadas", justificaba. El ingeniero Yafar Shariat¨ª hab¨ªa optado por Rafsanyani "porque es poderoso dentro y le conocen en todo el mundo, con lo que es posible un cambio".
Pero no todos los que se hab¨ªan acercado a la zona ten¨ªan intenci¨®n de votar. "Est¨¢n eligiendo entre lo malo y lo peor", se?al¨® a iniciativa propia Saman, un estudiante de ingenier¨ªa de 24 a?os que tem¨ªa que la periodista se llevara una impresi¨®n err¨®nea. "Yo no voy a votar porque no hay verdadera elecci¨®n", precis¨®. ?Y el riesgo de que salga un conservador y reduzca a¨²n m¨¢s las libertades? "No importa porque el presidente carece de poder", subray¨®. De la misma opini¨®n se mostr¨® Reza Hashem¨ª, un jubilado convencido de que su presidente es "un t¨ªtere en manos de los que gobiernan de verdad".
En ninguno de la docena de colegios electorales visitados por esta enviada hab¨ªa una cabina para que los votantes pudieran escribir el nombre de su candidato al abrigo de miradas indiscretas. Hasta tal punto, que cuando Jatam¨ª fue a votar en la mesa situada en el Ministerio del Interior, los funcionarios se tuvieron que apartar. "Los iran¨ªes desaf¨ªan habitualmente las predicciones", respondi¨® el todav¨ªa presidente cuando los periodistas le pidieron su previsi¨®n. A pesar del sabor agridulce que deja su mandato, su voto atrajo a m¨¢s informadores que el del l¨ªder supremo y las j¨®venes reporteras iran¨ªes incluso le piropearon sin recato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.