Europa afronta su peor crisis
Blair, primer ministro del pa¨ªs m¨¢s euroesc¨¦ptico, tendr¨¢ que gestionar una situaci¨®n de dif¨ªcil salida
La llamada cumbre de la crisis del jueves y el viernes ha hundido a Europa en un caos mayor. Con insultos incluidos, la guerra entre el brit¨¢nico Tony Blair, el ganador entre las ruinas, y el franc¨¦s Jacques Chirac, debilitado en Francia y en la UE, ha roto la Uni¨®n entre los partidarios de limitar el proyecto europeo a un gran mercado com¨²n y los que propugnan la integraci¨®n pol¨ªtica.
As¨ª lo han explicado en p¨²blico los mismos jefes de Estado y de Gobierno tras el rotundo fracaso de una cumbre que deja a Europa sin Constituci¨®n, sin presupuestos y sin liderazgo claro.
Blair, que presidir¨¢ la Uni¨®n a partir del pr¨®ximo 1 de julio, reclama "un debate fundamental sobre el futuro de Europa" tras el desastre de la cumbre, porque los habitantes del continente "no est¨¢n contentos ni de la direcci¨®n ni de la velocidad que lleva Europa". Tras llamarle "ego¨ªsta", su habitual enemigo Chirac le acus¨® de tener "una visi¨®n debilitada de Europa" por no querer pagar su cuota en la factura de la ampliaci¨®n al Este.
"Mis hijos quer¨ªan ser europeos y vuelvo para decirles que no hay dinero", dice Belka
?En qu¨¦ consiste esa visi¨®n debilitada? Lo explic¨® el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, el aliado del franc¨¦s: "?Queremos un mercado dotado de ciertos instrumentos o una uni¨®n pol¨ªtica con todo lo que ello comporta, incluida la solidaridad entre el d¨¦bil y el fuerte?" Con Schr?der y Chirac, el decepcionado y "avergonzado" presidente de la UE, Jean-Claude Juncker, se apunta a la misma tesis: "De un lado, est¨¢n los que quieren un gran mercado y s¨®lo un mercado; del otro, los que quieren una Europa pol¨ªticamente integrada". En el mismo equipo, el primer ministro belga, el liberal Guy Verhofstadt: "?Debemos tener una simple organizaci¨®n internacional con algunas pol¨ªticas comunes o una verdadera uni¨®n pol¨ªtica?".
Tambi¨¦n el presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se encuadra en este grupo. En la cumbre abog¨® por profundizar en la construcci¨®n de Europa y, aunque rechaz¨® la ¨²ltima propuesta por "insuficiente" para los intereses espa?oles, aclar¨® de inmediato que sus razones nada ten¨ªan que ver con las de Blair y Balkenende.
Es el bloque de los europe¨ªstas, tradicionalmente conducidos por el eje franco-alem¨¢n. Pero la crisis de la UE sobrepasa a sus dirigentes. En pleno baj¨®n de apoyos electorales, Chirac acaba de ser derrotado en el refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n. Schr?der s¨®lo piensa ya en c¨®mo sobrellevar en septiembre la casi segura derrota frente a la conservadora Angela Merkel, que ser¨¢ quien tenga que arreglarse con Chirac para intentar reflotar el eje franco-alem¨¢n, pero tambi¨¦n con Blair como presidente de la UE.
En el otro bloque -para muchos, el euroesc¨¦ptico; para otros, el de los ricos-, Blair lleg¨® escoltado a la cumbre por el holand¨¦s Jan Peter Balkenende y el sueco G?ran Persson. "Ten¨ªan un pacto de apoyo mutuo", dice un diplom¨¢tico. Por eso, Blair pudo aguantar hasta el final, sin quedar aislado, su inflexible no a todo lo que pusiera en riesgo su cheque brit¨¢nico (5.000 millones que Bruselas devuelve cada a?o a Londres). Sus dos aliados no le fallaron ni cuando Juncker les ofreci¨® en los confesionarios unos regalos de ¨²ltima hora en forma de minicheques de 210 millones a Holanda y 105 a Suecia. Blair y Balkenende "tienen una responsabilidad ante la historia" porque "¨²nicamente a ellos" se debe el fracaso por su "ego¨ªsmo nacional", sentenci¨® Schr?der.
Blair, presionado desde casa por su competidor y ministro Gordon Brown, no puso el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en alcanzar un acuerdo. "Est¨¢bamos muy cerca de un acuerdo, pero ciertas delegaciones no ten¨ªan ninguna voluntad de cerrarlo", denuncia Juncker. Por eso fue "pat¨¦tico" y "vergonzoso", en palabras de Chirac y Juncker, ver que el ingl¨¦s no ced¨ªa ni cuando los pa¨ªses del Este, los menos desarrollados, ofrecieron rascarse sus bolsillos y perder parte de los 130.000 millones que les esperaban. "Si s¨®lo es un problema de dinero, decidme cu¨¢nto es", suplic¨® el primer ministro polaco, Marek Belka. "Mis hijos quer¨ªan ser europeos y ahora vuelvo para explicarles que no hay dinero".
Con eso no contaba Blair y la escena ha supuesto ni m¨¢s ni menos que "la ruptura de la Nueva Europa", aseguran diplom¨¢ticos. En este gran debate sobre el futuro de Europa, Blair ha perdido unos aliados que ya le ayudaron en plena crisis por la guerra de Irak. No lo har¨¢n cuando pase a presidir la UE el 1 de julio y menos en ese objetivo que se ha marcado para poner patas arriba un presupuesto basado en subsidios agr¨ªcolas (45%) y en fondos de cohesi¨®n (30%) -el man¨¢ que espera el Este- en lugar de la investigaci¨®n, la educaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas.
?sa ser¨¢ la batalla m¨¢s inmediata que Blair el reformador, como ya le llaman en Bruselas, ha planteado con inteligencia y en la que tambi¨¦n le apoyan Italia, los n¨®rdicos y, en general, los pa¨ªses m¨¢s avanzados, mientras el presidente franc¨¦s y el espa?ol Rodr¨ªguez Zapatero prefieren mantener en sus t¨¦rminos la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC), de la que Francia y Espa?a son los m¨¢s beneficiados. Para Chirac, la PAC es "moderna". Pero ¨¦sta "no es una crisis financiera, sino pol¨ªtica", como insisten los portavoces consultados. La prueba es el fiasco que ha salido de esta cumbre para enfrentarse al no franco-holand¨¦s: "ganar tiempo" y "soluciones a la carta", como lo definen dos diplom¨¢ticos en Bruselas. El proceso de ratificaci¨®n ha quedado congelado, aunque oficialmente se diga que contin¨²a. Son ya seis pa¨ªses (Reino Unido, Dinamarca, Portugal, Suecia, Irlanda y Rep¨²blica Checa) los que han suspendido sus planes.
De aqu¨ª a junio de 2006, cuando concluya la pausa que se han dado Los 25, "no habr¨¢ ni un solo refer¨¦ndum de los siete programados", aventura un alto funcionario de la Comisi¨®n. Tras el fracaso de la cumbre, ni siquiera se har¨¢ el de Luxemburgo, convocado para el 10 de julio. Y sin pacto financiero, tampoco el de Polonia, previsto para oto?o. Como mucho, s¨®lo ratificar¨¢n el texto por v¨ªa parlamentaria en este a?o B¨¦lgica, Chipre y Malta. Dentro de un a?o, por tanto, Los 25 tendr¨¢n que plantearse c¨®mo salvar el contenido de un tratado ya inviable en los t¨¦rminos en los que fue planteado.
Es "la crisis m¨¢s grave de su historia", coinciden todos. La "par¨¢lisis" de la que los mismos dirigentes europeos alertaron llega cuando en la UE no hay l¨ªderes europe¨ªstas estables para gestionar y superar el conflicto. Pese a todo, la UE debe seguir funcionando en el d¨ªa a d¨ªa. Aunque sea "con el viento en contra", como dice Schr?der. Es el viento que ya le llega a Blair desde casi todas las capitales europeas y que arreciar¨¢ el 1 de julio.
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