Bienestar y Familia empieza a cerrar oficinas
La ¨¦poca de Antoni Comas como consejero de Bienestar Social (1988-1999) se caracteriz¨® por la expansi¨®n de la red de oficinas de atenci¨®n al ciudadano de este departamento, lo que los partidos de izquierdas, entonces en la oposici¨®n, criticaron duramente. No se cansaron de denunciar que estas oficinas hab¨ªan relegado a un segundo plano su vocaci¨®n de servicio para convertirse en herramientas de control pol¨ªtico y para repartir subvenciones que tildaron de "propinas".
Ahora, con una red de 71 centros en todas las comarcas, el Departamento de Bienestar y Familia, en manos de Esquerra Republicana, ha comenzado a cerrar algunos de estos centros por considerar que se encontraban demasiado cerca los unos de los otros o porque su actividad no encajaba con la pol¨ªtica del nuevo departamento. La primera en echar el cierre ha sido la de L'Hospitalet de Llobregat, que, seg¨²n confirmaron fuentes de Bienestar y Familia, se encuentra ya en proceso de desmantelamiento. A ¨¦sta le seguir¨¢n otras, como las situadas en determinados barrios de Barcelona o de otras capitales de provincia, donde ya existen delegaciones del departamento.
El secretario general de Bienestar y Familia, Antoni Segarra, explic¨® ayer a este diario que su departamento no cerrar¨¢ ninguna oficina que se considere "imprescindible", pero que va a renunciar a aquellas cuyo trabajo puede desempe?arse en instalaciones pr¨®ximas.
Segarra, quien asegur¨® que las oficinas de Bienestar y Familia se dedican ahora "a lo que se tienen que dedicar", manifest¨® que los cierres no afectar¨¢n a m¨¢s de "siete u ocho" delegaciones. Sobre lo que se har¨¢ con el resto, todav¨ªa no hay acuerdo a pesar de que el Pacto del Tinell, la hoja de ruta del Gobierno tripartito, dice sin rodeos que deben traspasarse a los ayuntamientos.
Pero este eventual traspaso, que ya ha provocado enfrentamientos p¨²blicos entre el PSC y ERC, no se producir¨¢ en breve. Seg¨²n defendi¨® la semana pasada en el Parlament el diputado socialista Llu¨ªs Miquel P¨¦rez, estas oficinas deber¨ªan traspasarsse a los ayuntamientos por "higiene democr¨¢tica" y para evitar "la tentaci¨®n de que puedan seguir siendo utilizadas con unos criterios que no son de mayor eficacia ". Segarra no lo niega, pero asegura que "problemas t¨¦cnicos, de traspaso del personal y de operatividad" lo impiden "a corto plazo".
El secretario general de Bienestar Social, sin embargo, destac¨® la voluntad de su departamento, dirigido por Anna Sim¨®, de convertir estas oficinas en puntos de informaci¨®n de la Administraci¨®n auton¨®mica. "Estas instalaciones deber¨ªan ser el punto desde el que el ciudadano pueda acceder al conjunto de los servicios de la Generalitat, no s¨®lo los de Bienestar y Familia", dijo Segarra, quien asegur¨® que su departamento no tendr¨ªa inconveniente alguno en renunciar a la titularidad de ellas si eso sirve para mejorar su gesti¨®n.
Paralelamente a los planes de Bienestar y Familia, el Gobierno catal¨¢n ha encargado a la Direcci¨®n General de Atenci¨®n Ciudadana que elabore un plan para reestructurar las oficinas que departamentos como los de Agricultura, Trabajo y Bienestar Social tienen en el territorio. Esta red, con m¨¢s de 200 oficinas, no trabaja de forma coordinada entre s¨ª, algo que el Ejecutivo quiere remediar.
De momento, el Departamento de Agricultura ya se ha ofrecido para que sus oficinas situadas en zonas rurales o mal comunicadas puedan servir para hacer tr¨¢mites ajenos a este departamento. "Nuestras instalaciones deber¨ªan servir para que personas que viven en entornos aislados puedan acceder m¨¢s f¨¢cilmente al conjunto de la Administraci¨®n", afirm¨® ayer un portavoz de este departamento.
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